El director Antonio Chavarrías ha presentado este jueves en el 27 Festival de Málaga su nueva película, La abadesa, con la que compite en la sección oficial del certamen. Se trata de un retrato inmersivo de época de un personaje femenino fuerte y con claroscuros que se enfrenta a un entorno hostil.
Esta producción hispano-belga está protagonizada por Emma, una joven abadesa de 17 años en territorios fronterizos entre cristianos y musulmanes del siglo IX. Tendrá que superar la desconfianza y desafiará las estructuras de poder del momento, aunque le suponga pagar un alto precio.
El guionista y realizador de la cinta, Antonio Chavarrías, ha participado en una rueda de prensa tras la exhibición de su obra junto con las actrices Daniela Brown y Berta Sánchez; además del productor Miguel Morales.
"Lo que primero me atrajo fue el personaje de esta mujer que, con una edad muy temprana, decide ejercer un poder seguramente también por ingenuidad y generar toda esa tormenta a su alrededor", ha explicado Chavarrías, que ha apuntado que esa lucha contra el entorno es un punto en común con otros personajes del filme: "Esa idea es luchar y escapar contra el destino se convirtió en una de las motivaciones de la película".
La trama gira en torno a la abadesa Emma, un personaje del que "prácticamente no hay nada de información más allá de los documentos históricos que atestiguan que aquel pueblo o aquella iglesia la fundó ella". "Todo eso que en un principio parecía una dificultad, yo lo incorporé como una libertad que me daba para poder recrear el personaje tal y como yo lo podía imaginar", ha afirmado el cineasta.
El resultado es un personaje dual, que se puede interpretar de varias maneras. Según ha compartido Chavarrías, ha leído interpretaciones diametralmente opuestas sobre si se trata de una figura feminista. Él, ha planteado, se ha tratado de acercarse a las protagonistas y a la época sin juzgarlas.
"No hablaría de feminismo, porque no existía la palabra, pero sí que hablaría de mujeres que a lo largo de la historia se han rebelado contra el papel que le habían asignado en la vida", ha argumentado el director: "Eso ha existido siempre, y que no se hayan mantenido como personajes históricos es significativo".
La película cuenta con una potente fotografía y fue rodada durante siete semanas en el castillo de Loarre, provincia de Huesca. La producción ha contado con problemas meteorológicos y logístico, sumados a limitaciones económicas, que hicieron que fuese "muy exigente y muy dura desde que empezó hasta que acabó". "Una película así solo la puedes hacer si tienes un equipo involucrado totalmente, y yo lo tuve", ha sentenciado Chavarrías.
"Ha habido una apuesta desde antes de empezar la película por el riesgo, lo contrario que se hace en casi todas las películas", ha sostenido: "Incorporamos todos los elementos incontrolables e incluso hostiles que pudimos encontrar en el rodaje para jugar a favor de la película. Eso ha dado como resultado unas imágenes que, con muy pocos medios, comunican verdad".
El productor Miguel Morales también ha expresado su punto de vida al respecto. "Una película de época, del siglo IX, no es lo más habitual", ha dicho: "Ha sido un reto, pero Antonio tenía muy claro lo que quería hacer y la historia nos animó a meternos en la producción".
La actriz Daniela Brown, que interpreta a Emma, ha profundizado el reto de hacer un personajes de época "que no sonara artificioso o con una falsa epicidad", para lo que ha sido importante "coger un tono y una energía" particular. En su caso, ha tomado como referentes figuras históricas religiosas como Santa Teresa de Jesús o Juana de Arco, pero también mujeres poderosas más cercanas como incluso familiares.
Por su parte, la intérprete Berta Sánchez también ha reflexionado sobre la dificultad de hacer un salto actoral hacia más de un milenio atrás: "Es una película de una época muy lejana con experiencias que no tienen tanto que ver con las que tenemos hoy en día. Se trata de integrarlo un poco y ponernos en su piel".