El Galaxy Sound abría sus puertas por segundo día después de haber afianzado un primero con éxito rotundo. Lo difícil ahora era mantenerlo en alto. Esta segunda jornada apostaba por una programación que era casi una carrera de fondo. Los valientes que soportaron maratón de música sin pausa desde las 16:00 hasta las 2:00 se llevaron el oro y alguna ampolla a casa.

Las Dianas

Las Dianas abrieron la lata. Siguen siendo las más jóvenes de la clase, y como suele pasar en estos festivales de gran formato, sufrieron el mal del grupo pequeño que toca cuando aún no hay nadie. Aun así, las promesas del nuevo indie granadino dieron un concierto súper digno para la hora y el calor que hacía. Frescas, joviales y con una conexión absoluta entre ellas, fueron el primer aperitivo perfecto y la antesala para el plato gordo del día que tenía la misma denominación de origen. Curiosa la paradoja que se dio en este Galaxy aunando al joven futuro del indie nazarí con las grandes leyendas del género. El pasado, el ahora y el mañana separados por tan solo seis horas de diferencia.

JavyPablo

El festival iba notando poco a poco en su aforo que el día iba pasando. Y puede que no solo fuera el corrido del tiempo, sino que a las 17.15 era el turno de la segunda, y última, banda malagueña que iba a pisar esta edición de Galaxy Sound, JavyPablo. Abanderados de un pop suave y agradable y con un disco recién sacado del horno hace escasos tres meses, el dúo es indudablemente querido en la ciudad. Así lo demostró el valiente aforo que fue a acompañarlos a esa hora.

Sienna

Era el turno de Sienna, uno de esos conjuntos indies tradicionales de España que ha tenido que reinventar su forma de hacer música a los nuevos tiempos. Con un giro mucho más electrónico y urbano, en el que parecía estar haciendo un guiño para salir a cantarse una con Sen Senra, Álex posó con personalidad su nuevo disco en Málaga arriesgándose incluso a bajarse al público. Un gesto muy dinámico que se agradece y que palió el sopor del bochorno y de un género un poco visto y que, a ratos, se hacía algo fatigoso.

Rulo y la contrabanda

Para levantar la jornada y hacer de calentamiento para la recta final, el Galaxy apostó, como en la jornada anterior con Sarria, por Rulo y la contrabanda, una de esas bandas herederas del rock and roll español más castizo. Intenso y muy suelto, Rulo salió con varios trucos de perro viejo que siempre impresionan al público como la falsa torre de amplificadores que la banda lleva a los costados. Os contamos un secreto, estos son puro atrezzo, están huecos por dentro y los amplificadores de verdad andan escondidos atrás y no son tan espectaculares. A veces no está mal revelar algún truco.

Los Planetas

La noche iba cayendo sobre las 21:00. Un fenómeno curioso se repetía como en la jornada anterior con el grupo franquicia, Arde Bogotá. Se iban vislumbrando bastantes camisetas de Pop, Super 8, Jota es mi padre y numerosos eslóganes llevados por fans que, en su mayoría, no bajaban de los 40 años. El lleno, las gafas de pasta, la multitud eufórica pero respetuosa, todo lo anunciaba, Los Planetas habían aterrizado en Málaga.

Sobrios y distantes, como llevan toda su carrera acostumbrados, Jota tocó los primeros acordes de De Viaje y el 30 aniversario de Super 8 comenzó. Dicen que Los Planetas son una ruleta rusa a la hora de verlos en directo. Muchos fans admiten haber presenciado verdaderos shows demenciales frente a otros que asistieron a momentos realmente mesiánicos viéndolos. Sea de la forma que sea, la legendaria banda de Granada vino a Málaga con el repertorio bien machacado y demostró porque son los padres del género independiente español. Fue una buena noche para ellos y todos lo que fuimos a verlos.  

Su técnico, Carlos Díaz, les aseguró un sonido absolutamente enorme que llenaba los oídos hasta del más rezagado de la última fila. Las visuales con motivos y caricaturas del Super 8 fueron el complemento perfecto para unos estáticos Planetas que fueron parcos en palabras. Una actuación ruidosa y psicodélica imprimada de los naranjas y rosas del mítico disco. Lo tocaron de principio a fin y se fueron. Sin paliativos, un tiro certero que mató las dudas sobre si después de tantos Los Planetas siguen orbitando. Indudablemente, fueron la bala que aseguró el éxito del Galaxy Sound en su segunda jornada. No arriesgaron con el cartel, y bendito conservadurismo.

Sen Senra

Había para todos, y aunque la siguiente parada era Sen Senra, que actualmente cuenta con más popularidad que los anteriores anfitriones, el auditorio Cortijo de Torres se vació notablemente. El artista gallego es más que un músico, casi un performer, y así lo anunciaba la elegante escenografía que presentó en el Galaxy Sound. Un monolito puntiagudo a la derecha del escenario, su banda a la izquierda, en el fondo un armónico paisaje verdes.

Todo parecía medido con una regla de los tres tercios. Sen Senra salió y simplemente se comió el escenario, hecho a su medida para que se luciera. Frío como siempre, el artista escondió su timidez bajo unas gafas de sol y un chaleco de Rosalía de Castro. Una actitud muy ensayada que se nota que copia y pega en cada show que da.

El espacio era perfecto, había suficiente aire entre el público y se podía disfrutar tranquilamente del concierto sin agobios. Los subgraves que te encogían el pecho y el flow natural del gallego hicieron de la experiencia un cierre perfecto para una jornada del Galaxy Sound difícilmente superable. Aunque no nos anticipemos, todavía queda el colofón de confeti del último día. Rufus T. Firefly y Crystal Figthters nos aguardan hoy.