El no poder celebrar su sesenta cumpleaños con un concierto especial es lo que ha llevado a Javier Ojeda a crear su nuevo disco, titulado Poliamor, en el que hace un viaje por todo lo que envuelve al amor a través de 22 temas.

Algo tan casual como el hecho de lamentarse con un amigo por no haber podido celebrar su sesenta cumpleaños con un concierto especial era lo que Ojeda estaba haciendo. De repente, su amigo, que sabía que el músico es aficionado a la numerología, le propuso “contar los días que sumaban tamaño efeméride”. Fue ahí cuandoreparó en que el 22 de Agosto cumplía su 22.000 días de existencia.

Y ahí comenzó todo. Javier empezó a organizar este nuevo proyecto alrededor de este número y, como las casualidades no van solas, también coincide con su concierto 2.200 de su carrera musical.

Hay algo esotérico que parece demostrar que esta fecha es muy importante en su trayectoria y por eso, nuestro artista, ha decidido jalonarla con este abigarrado recopilatorio que consta, cómo no, de 22 temas”, aseguran desde la promotora del disco. 

Puede que la idea comenzara con el número 22, pero su tema principal es el amor en todos su estados y formas, donde también hay cabida para el desamor. Eso sí, “el proverbial carácter hedonista de Ojeda le ha hecho interesarse siempre más por el lado humano de las cosas que por aspectos más prosaicos que a veces solo sirven para emponzoñar nuestras vidas”. 

Por lo que, al unir todas sus ideas y plasmarlas en un papel surgió Poliamor que “dista mucho de ser un grandes éxitos a la usanza para convertirse en un catálogo felizmente caleidoscópico cubriendo un amplio espectro que incluye desde su más reciente trayectoria”. 

Entre el repertorio se encuentran No sé decirte adiós y Pájaros libres. Además, también hay canciones centradas en el desamor cómo Mientras el cuerpo aguante y No quiero bailar, pasando por rescates de sus melodías más personales de su carrera con Danza Invisible o su lado más croonerístico en Amante a la antigua o Son amores. 

Cierto es que también incluye una interpretación del standard de jazz The gipsy, aquí titulada La maga, además de una contundente toma en directo de Por ahí se va... y un edit instrumental de Apasionado a modo de colofón.

En este punto, explican que pese que actualmente “un recopilatorio de estas características pudiera antojarse innecesario, Ojeda nunca se ha dejado llevar por la lógica del mercado y como artista irrespetuoso que es no le importa dejarse arrebatar por su instinto”. 

Tras decir adiós a Danza Invisible este año, busca demostrar que su trabajo en solitario “tiene la entidad suficiente para no hacerle rendirse ante el virus de la nostalgia”. Por ello, pese a que “cualquier responsable de promoción vería el 22 de agosto como una pésima elección para la publicación de un álbum”, Ojeda se va a tirar a la piscina y su interpretación de amor en todas sus versiones verá la luz ese mismo día.

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