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Recorren el patio de butacas como Pedro por su casa. A fin de cuentas, el Teatro del Soho fue durante meses su hogar. Lydia Fairén y Carlos Seguí fueron dos de los actores de Company y Laia Prats estuvo en la coproducción de Caribe y el Soho, Godspell. Ahora sus caminos se han unido en Gypsyel cuarto proyecto propio del teatro malagueño, dirigido por Antonio Banderas, y que promete convertirse, sin duda, en el más ambicioso hasta la fecha.

Lydia Fairén y Laia Prats son respectivamente Louise y June, dos hermanas que comparten a una madre obsesionada con el mundo del espectáculo y el éxito. Louise es, de inicio, 'el patito feo', tímida y de talento limitado; mientras que June es la extrovertida y ambiciosa y la que tiene el ángel dentro. Por ello, la segunda es la favorita de su madre, Rose (Marta Ribera), una mujer con las ideas muy claras y de armas tomar.

Por su parte, Carlos Seguí interpreta a Herbie, que empieza siendo vendedor de caramelos, pero que acaba convirtiéndose en el manager de Rose. Un personaje muy bonito lleno de bondad y muy leal que se enamora del torbellino de Rose hasta la médula. 

"Gypsy es un referente en el teatro musical mundial y creo que supuso un antes y un después en el panorama musical americano. Es una historia que habla de la familia, un tipo de familia diferente. Afortunadamente no todas son así... Y diría que habla de la lucha por vivir el sueño americano y la frustración que supone no conseguirlo", cuenta Fairén.

Los tres son 'repetidores' en el Soho y, por tanto, aclimatarse a Banderas no les ha sido demasiado difícil. "Cuando Antonio me dijo que estaba en Gypsy, yo lo dije literalmente: vuelvo a casa. Viví algo similar a cuando vas a ver a tu familia y vives fuera", relata Laia Prats.

Para Seguí, "no hay ninguna productora que te azote, pero sí que se siente que estando en el Soho te reencuentras con 'tu gente'. "Con Antonio [Banderas], con Borja [Rueda] o con Arturo [Díez-Boscovich] y muchos más... Los técnicos, Chico Banderas, Aurora Rosales...", dice.

Toda la compañía de Gypsy. EFE

A Lydia Fairén su papel le llegó cuando estaban en Madrid con Company. "De eso hace un año y medio o dos. He tenido tiempo para digerirlo. Intento disfrutarlo y no soy muy consciente de lo que me está ocurriendo en el escenario. Es lo más heavy que he hecho nunca, sin duda. Cuando ya esté todo asentado, voy a tener mi momento de llorar a moco tendido por la oportunidad que es mi personaje de Louise", sostiene la actriz.

Laia audicionó para Godspell delante de Banderas y para el malagueño aquella demostración fue suficiente para saber que era más que capaz de encarnar a June. El papel que tenía en el anterior musical era muy similar y tenía claro que este debía ser para ella. "Me dijo que haríamos un workshop... Pero no fue así. Cuando llegué, me encontré ya a los actores que están hoy aquí", recuerda con una sonrisa.

Carlos, de inicio, no era la primera opción para ser Herbie, pero igualmente estaba feliz con lo que le tocaba. Sin embargo, hizo también el workshop de Herbie. "A los meses recibí una llamada donde me decían que Antonio quería que fuera Herbie. Me tuve que parar en mitad de la calle. Cuando me dijo que estaba en Company me pasó igual. Estaba en mi casa dando vueltas como un animal enjaulado. Mi personaje es una sorpresa maravillosa, un personaje muy bonito y con muchas aristas", declara el actor.

Los tres creen que Gypsy será un musical que llame la atención a grandes y jóvenes. El público de más edad encontrará en esta obra "un clásico a nivel de orquesta y estructura". Mientras que el público joven lo va a disfrutar, desde sus puntos de vista, por la cantidad de cambios que hay y la frescura del musical. "Sentirán algo similar a cuando ven a Lady Gaga. Es diferente, fresco", dice Laia Prats. 

Además, los actores recomiendan a todos aquellos que están encaminando sus carreras artísticas que se acerquen al Soho a ver la obra. Para aprender y observar un musical muy moderno en cuanto a concepto, pero con un mensaje muy importante. 

"Siempre nos quedamos con las luces, la brillantina y todo lo bonito del mundo del espectáculo, pero las sombras no se suelen ver. Este musical refleja lo brillante y lo oscuro", dice Carlos Seguí. 

Sin niños

Cuando se anunció el musical, Antonio Banderas dijo que estaba siendo muy complejo comenzar a trabajar en esta obra por la cantidad de niños que tenían que formar parte de ella, pero finalmente no hay ninguno. Los motivos, cuenta Lydia, se basan en que gestionar a tantos críos es casi una misión imposible.

"Creo que solo pueden hacer un máximo de dos o tres funciones a la semana, con lo cual teníamos que tener a unos 75 niños. Es un follón, porque los niños tienen que seguir yendo a clase y, por tanto, necesitan unos tutores que repasen con ellos los deberes del colegio. Además era una complicación añadida a un show muy complicado por sí solo; por no hablar de si hubiera gira", prosigue Fairén.

Ellas dos hacen, además, de niñas. Y cuelan por niñas. Para las dos actrices, este aspecto es muy interesante cuando ves la obra, porque "en el show también se habla de eso. Hay una parte donde se fuerza a las niñas a seguir siendo niñas cuando claramente ya no lo son".

Único

Cuando se les pregunta sobre cómo convencerían a los malagueños para ver Gypsy, Seguí lo tiene claro. "Pocos musicales te ofrecerán una orquesta de 26 músicos en directo de la calidad de esta. La gente interesada en el baile alucinará con las coreografías de Borja Rueda, malagueño también. Y hay una parte súper importante que Antonio ha cuidado hasta la extenuación que es la parte interpretativa, esa que muchas veces se obvia en un musical", dice el actor.

Para Lydia y Laia, este musical es, hasta ahora, el musical más ambicioso que se ha hecho en el Teatro del Soho CaixaBank. "No sabemos qué vendrá más tarde, pero ahora mismo, de las cuatro producciones propias o contando con Godspell, sin duda, es el más ambicioso. Les va a faltar teatro, no sé cómo van a seguir subiendo tras esto, porque es muy impresionante, muy heavy. Va a gustar mucho", zanjan.

Entradas

Las entradas ya están disponibles en la página web del teatro, en taquilla y en todos los puntos de venta de El Corte Inglés las entradas de Gypsy a partir del 18 de octubre, con un precio que oscila entre los 28 y los 105 euros. El horario de las funciones es de martes a viernes a las 19.00 horas, los sábados a las 14.00 y 19.00 y los domingos a las 14.00 horas.