"¿Tú te lo has pensado bien? A mí no me conoce ni Dios", pregunta inocentemente entre risas Pedro Ramírez al comienzo de la charla. Ramírez es montador de la Agencia de Museos de Málaga (Pompidou, Ruso y Casa Natal de Picasso), una profesión tan desconocida y que pasa desapercibida, en sus propias palabras, "como su presencia en el Carnaval de Málaga".
Su labor principal como montador es que las salas de estos museos queden impolutas para que el público pueda disfrutar de las obras de arte. Cuando comienza el montaje tiene que tener en cuenta "mil detalles", especialmente a la hora de tratar la obra puesto que cada una tiene un tipo de cuelgue y va centrada de diferentes formas. Así, se ordenan en la sala con sentido y la iluminación es clave.
"La gente no se imagina lo que es mi profesión porque cuando llegan al museo se creen que los cuadros llegan por arte de magia y que se cuelgan como el que cuelga la foto de su prima Antonia, pero no. Algunas piezas valen millones de euros", cuenta con humor este joven malagueño.
Silencioso y desapercibido. Así es el trabajo que hace día tras día. Algo muy parecido a su paso por el Carnaval de Málaga. Pedro prefiere dar pasos cortos para ir subiendo cuando se lo merece, que dar pasos largos subido a alguien que vaya más rápido que él. Es partidario del trabajo duro sin ayuda de nadie y, por ello, en la última edición del concurso consiguió un puesto en la que sería la primera final de su grupo de la mano de 'Los Malagüitas'. La Noche de los Cuchillos Largos fue para ellos toda una fiesta.
Hacía el Boquerón
Curioso es que si se revuelve en la adolescencia de Pedro Ramírez, se puede descubrir otro trabajo que realizó durante cinco o seis años también muy desconocido. Durante algunos febreros, a comienzos de siglo, Pedro se introducía dentro del Boquerón el día del entierro cuando aún no existían los sistemas automatizados de expulsión de agua que hoy en día ya lleva.
A través de un agujero, Pedro controlaba, "a su manera", las lágrimas del Boquerón que iban mojando al público presente en la cabalgata. "En realidad no mojaba a cualquiera. En 2004 les di el día a 'Los mercamona' con el chorrito de agua, ya que justamente estaban detrás del Boquerón. Se fueron empapaditos para su casa, pero no te imaginas lo bien que me lo pasé".
Asimismo, junto a Pedro Wilson, que era la cabeza pensante encargada de diseñar el boquerón año tras año, Ramírez lo realizaba. "Madera, gomaespuma, pintura... Juntos hicimos varios años el Boquerón y también hemos hecho algún 'júa' de los que se queman en San Juan", relata. Alguno de sus trabajos, el Boquerón de 2006, dedicado a Picasso, o el de 2008, dedicado a la llegada del AVE.
Comenzó en el concurso en 2010 y no quiere ni recordar el nivel de los tres primeros años. "Me lo pasaba muy bien, pero no sé si quedábamos últimos o penúltimos", confiesa riendo. "Después me lo empecé a tomar más en serio", añade. Además, su primer recuerdo carnavalero se remonta a cuando no era más que un chaval y veía en las calles malagueñas a Pepe León con su murga 'Vamos de culo' el día de la Gran Cabalgata.
"A partir de ahí me enganché y ahora soy el típico friki 'jartible' que en el mes de agosto va en el coche con todos los repertorios. Un día me paró un muchacho en una moto diciendo: "Qué maquinas los del 'Er Chele vara'". Así que hay más locos como yo por ahí", cuenta.
¿Y para ti qué es el carnaval?
El carnaval para mí es esta conversación. He llegado de trabajar, reventado, y ha sido ponerme a charlar contigo sobre carnaval y ya tengo una sonrisa en la cara y energía para rato. A mí el carnaval me da la vida.
Test carnavalero
Año que más has disfrutado
2019. 'Constantino El Tiroriro', tanto en la calle como en el concurso.
Año en el que no acabaste muy contento con el resultado de la murga
Año 2011, murga 'Un tipo raro'. No te la pongas. (Risas)
Estribillo, de cualquiera, del que nunca te olvidarás
Por ser bueno, siempre me gustó el de 'Las traigo fritas', era un estribillo muy malaguita y muy vacileta. El más malo, sin duda, el de 'Los peloflautas'. No había por dónde cogerlo...
Mejor momento en el carnaval
La que liamos en la calle cada año, porque como todos vieron, Los Malagüitas nos tiramos todo el carnaval de 2020 de esquina a esquina. Hasta salimos con la Policía Local en la foto del día del Viacrucis. ¡Al final vino hasta el agente a vernos otro día. Le caímos bien! (Risas)
Mejor tipo
Si me dejas quedarme con tres, me quedo con el año de 'Aliquindoi', en 2014, que éramos todos florecitas, el año de 'Constantino El Tiroriro', porque nos costó un montón hacer los coches y la puesta en escena acompañaba un montón, y creo que por originalidad y creatividad, la última, 'Los Malagüitas'.