Este jueves en el descanso pasó algo que me provocó una sonrisa en la cara. Un chaval de la nueva murga infantil del Kara, nieto del Guti, arrancaba a cantar frente al telón una de las estrofas de su repertorio. Sin pensar que se encontraba delante de un patio de butacas, canturreaba con mano en el pecho sintiendo la fiesta que ha mamado desde que nació. Al terminar, todos aplauden. Se queda cortado, los aplausos son para él.

Es la magia de nuestro carnaval. La sonrisa de ese niño al ver a la gente aplaudir. La sonrisa de Carlos Belmonte cantando con la peña Er Dito. La sonrisa de Pablo Molina Gallego al verse en escena y ver que al fin era jueves. La vuelta de Zumaquero, literal, como figurante. El niño de Antonio Carlos bailando sobre el escenario con su guitarra. Momo, no nos dejes nunca. 

Lástima que no pudieran rematar la noche de la felicidad las niñas de Alcalá, la Comparsa Latidos, que por positivos en sus filas, especialmente en su orquesta, tuvieron que anular su participación en preliminares.

Trollsparsistas

La cara del Kara, valga la redundancia, era el reflejo de la alegría de los niños. Tenía aún más cara de felicidad que cuando cantó con los chicos de la Comparsa de Málaga, y eso ya es decir. Aquel proyecto que emprendió el pasado verano, salía adelante con sobresaliente pese a lo difícil que era sacar un grupo infantil en un año como este. De hecho, uno de ellos se encargó de explicar al público que no habían tenido tiempo para sacar el popurrí. ¡Cómo si no tuviésemos suficiente con esas caritas de disfrute!

Muy bueno un pasodoble al Málaga CF, donde estos monísimos trolls explican la suerte que tuvieron al nacer malagueños y que le enseñaran a ser malaguistas desde chiquititos. El estribillo no se va de la cabeza cuando lo escuchas: "Salta salta salta, salta sin parar. Que salte todo el mundo que estamos en carnaval. Que salte todo el mundo que estamos en carnaval. Trollsparsistas ¡Argh!". Viva nuestra cantera.

El país de siempre quizás

Estos chavales ya estaban algo más creciditos que los anteriores, pero pese a su juventud, pían como muy poquitos. Qué buen gusto musical tiene nuestro querido Alvarito. Qué presentación más especial y diferente la de estos niños perdidos sin un pelo en la lengua. En algún momento recordaron al alma de Juan Carlos Aragón, en especial en los cuplés, con ese tono chulesco cantando que tanto ha enloquecido a todos. Lo mejor del repertorio, ese segundo pasodoble que reivindica que el carnaval es cultura y que esperamos que pronto esté enmarcado en la Casa del Carnaval en El Perchel. Lo merece.

"Resiste, si tú eres carnavalero, primo resiste, que si cantas con el alma eres invencible, da igual que te escuchen veinte, te escuchen diez, o te escuchen mil. Sentir un vuelco en el corazón al abrir cortinas es algo que se te graba pa toa la vida. Quien esto no lo entienda que se vaya un musical. Esto es cultura, valiente y pura, la del carnaval", cantaban estos niños, que pueden sentirse orgullosos por la gran interpretación que hicieron defendiendo su repertorio con la máxima potencia.

Hacían falta comparsas fresquitas como esta, donde no pararon en ningún momento y derrocharon alegría. Dinámico y funcional el popurrí, donde utilizaron hasta una guitarra eléctrica. Qué reñido está el concurso de comparsas...                            

De bar en peor

Uno de los momentos más esperados de la noche. Zumaquero y Manu Robles volvían tras cuatro años (tres carnavales) y el teatro lo sabía. En escena, unos señores recién divorciados apoyados en la barra de su bar de confianza charlando con su camarero favorito, Eugenio, que tiene el cielo ganado por su paciencia.

Con voces afinadísimas y música preciosa, especialmente en el pasodoble, como suele ser marca de la casa, estos señores de bar cantaron a la inspiración y a la familia con algunos golpes de humor (algo que no suele ser habitual en este grupo, que a veces en pasodobles parece una comparsa).

Lo mejor sin duda del repertorio, el popurrí, 'muarisco' de principio a fin. Cargado de pegotes divertidísimos con música elegida a la perfección en cada cuarteta. Da la impresión que don Manuel Robles y el señor Zumaquero, presente en escena como camarero, guardan grandes letras para semifinales. Son historia de nuestro carnaval y esperemos que no se vuelvan a ir nunca más. Su ausencia se ha notado, y mucho. 

No.Ni.Na

Si es bonito ver a caritas jóvenes en El país de siempre quizás, igual de maravilloso es ver a clásicos de nuestro carnaval. No quiso perderse Cloto nuestra fiesta aún fastidiado de la pierna. Según comentó él mismo en el Twitch de Toni Vertedor, ayer por la mañana decidió que iba a salir. Fue algo de ultimísima hora. Se agradece tanto amor por la fiesta y tanta pasión en el escenario pasen los años que pasen.

El tipo en sí era un negacionista de manual. Armados con imágenes de Bosé y mascarillas pintadas porque no creen en las reales, estos veteranos tuvieron pegotes memorables como este: "Existe el virus al que llaman bicho, no, que el Bicho es el marido de Paqui Prieto". Un uno. Siempre a favor del metacarnaval.

Así, emocionante fue ese pasodoble a "los tres luceros": Pepe Acejo, Manolo Doña y Miguel Ángel Ballesteros, a los que echan mucho de menos. "De cabalgatas con un disfraz y de risas en la madrugá cantándole a la gente, canallas y valientes, en noches de carnaval, de nudillos en la barra de un bar y una copita de vino, de pioneros que al compás pudieron rescatar, esta hermosa tradición", cantaron.

Los Patronos

Explosión de color, de alegría, de arte, de música, de carnaval en mayúsculas. Qué afortunados somos de tener a un grupo como el de la peña Er Dito. Qué suerte tenemos de tener a magos de la escena como Luis Bermúdez y su equipo. Qué brutalidad ha hecho trasladando la calle al teatro. Cómo lucía la puesta en escena y aún no lo hemos visto en el Cervantes.

Si tuviera que explicarle a alguien con una comparsa qué es el Carnaval de Málaga, lo haría con esta. He visto representadas a las callejeras, a las murgas, a las comparsas, a las charangas, al gentío, a la historia de nuestra fiesta, en un mismo repertorio.

Cañero ese pasodoble sobre el Vía Crucis, tema más elegido por las comparsas para esta fase, pero con un remate crítico hacia el presidente de la Fundación Ciudadana Carnaval de Málaga, Rafael Acejo. "Si quieres ver a un patrono en un trono ilegal, el sábado pon la tele y en 101 tendrás la cara de tu presidente".

Espectacular, de quitarse el sombrero, esa preciosidad de popurrí. Si la comparsa ya suena bien habitualmente, los fichajes de este año hacen que suene redonda. Especialmente destacable la inconfundible voz de Carlos Belmonte. A ello, se suma una letra a los carnavaleros de principio a fin y un vestuario llamativo y divertido. No despegas el ojo del escenario en los veintisiete minutos de actuación.

Se pone la cosa fea en comparsas y no quisiera ser yo parte del jurado este año. Cuando parecía que el primero ya tenía nombre, cuidado, que puede haber sorpasso. El pase de semifinales lo dirá todo.

Los Encogíos

La Murga de Ciudad Jardín es otro de los grupos 'hormiguita'. Unos trabajadores natos que cada año mejoran más, más y más. Gran salto de nivel respecto al último carnaval el que han dado con estos gnomos tan divertidos. 

Del repertorio, genial esa presentación donde nos hablan de los diferentes gnomos de la aldea, desde el irlandés al cofrade o el bipolar. Una puesta en escena muy colorida donde los gnomos se topan con botes de gel hidroalcohólico, cigarrillos o corchos de vino.

Bonito el pasodoble donde hablan sobre el niño que espera el director de la agrupación. Algo flojitos los cuplés donde utilizan la orientación sexual de una persona para hacer humor y el segundo dedicado a la infanta Leonor. Lo mejor, sin duda, el estribillo que, sin estridencias, funcionó genial con el público presente en el teatro: "Este año el estribillo va a ir al tipo: bajito y cortito".