Rubén Gallego no está "acostumbrado" a que los años de carnaval sean tan largos. Acaba de volver del Concurso Oficial de Agrupaciones de Canto de Cádiz, donde ha cerrado su etapa con la comparsa Matria. Antes pasaron por el concurso de Almería y en febrero, por el de Málaga. El pasado 18 de mayo fue su último ensayo de la temporada. "Este año se nos han añadido unos mesecitos más, sí, pero ha sido precioso", confiesa, con algo de cansancio, en una conversación con EL ESPAÑOL de Málaga.
Su voz es una de las más reconocidas de la fiesta. Tiene una garganta que muchos envidian y un apellido que levanta pasiones. Los Gallego en el Carnaval de Málaga ya son toda una institución. Algunos, por ley de vida, ya han desaparecido. Otros, en cambio, están iniciando su carrera sobre las tablas con los grupos infantiles.
Rubén echó los dientes casi al ritmo del tres por cuatro. Correteó entre los componentes de la murga de su padre en cada ensayo junto a sus primos Francis, Antonio Carlos, Sergio, Curri... "Nos recuerdo a todos jugando a la pelota y, como pasa ahora con los pequeños, pegando porrazos al bombo y a la caja", explica.
Se subió a las tablas por primera vez con la murga infantil Carnaval 83, en el año 1984. "Fue también algo muy bonito. Cantamos en el Teatro Alameda antiguo. El que aún tenía la parte de arriba. Nos pusimos a lanzarle pelotas de goma al público. Éramos unos niños y nos lo pasamos en grande", recuerda con emoción.
Sin embargo, no dejaba de ser un niño cuando se estrenó en el concurso de adultos. Tenía solo once años. Fue en el año 1988 y tocaba la caja. Para él, que le dieran ese puesto como componente, teniendo la edad que tenía, "era una responsabilidad muy grande". Sin embargo, con el apoyo incondicional de su padre y sus tíos todo salió muy bien".
Pero, ¿ de dónde viene ese amor por el Carnaval de Málaga? Uno de los principales culpables es su tío Paco, el primer miembro de la familia que "metió la cabeza en el mundillo". "Como somos una familia tan unida, mi tío Paco tiró de sus hermanos, después de sus sobrinos y así sucesivamente. Como se suele decir, desde el 82 estamos dando por culo en el carnaval, y aquí seguimos", explica riendo.
Montador de cocinas
Compagina su actividad carnavalesca con su puesto como montador de muebles, especialista en mobiliario de cocinas. Reconoce que cuando llega febrero utiliza también sus horas laborales para repasar en su cabeza las letras, esas que cada vez le cuesta aprenderse más. "Yo era de los que me las aprendía fácil, pero conforme vas haciéndote mayor cada vez te cuesta más. Ahora entiendo a mi padre... Aunque también Miguel [Gutiérrez] y las palabras que solo entiende él tampoco lo facilita mucho", dice Rubén entre risas.
También canta mucho mientras trabaja. En el taller o en la furgoneta. Alguna vez casi se pone a cantar también en casa de un cliente. "Mi jefe me dice que al menos canto bien, que si no... sería inaguantable", reconoce.
Cierran a las siete de la tarde, por lo que puede acudir siempre a los ensayos sin ningún tipo de problema. No todos tienen esa suerte. Sí que reconoce que la época más dura del carnaval es la de cuando tienes niños pequeños. "Ahora están más criados y trato de usar el fin de semana para disfrutar con ellos, en familia", declara.
Acaban de ser descalificados en Cádiz por llevar al COAC el mismo repertorio que llevaron a las tablas del Cervantes. Pese a ello, Rubén reconoce que ha vivido un año muy bonito y especial junto a sus compañeros con una comparsa que les ha dado muchas alegrías.
Muchos gaditanos les acusaron de "faltar al respeto" a Cádiz por no respetar las normas del concurso. "'Esto son mis principios y si no les gusta tengo otros' no va con la comparsa de Málaga. Gracias a todos los aficionados por vuestras palabras de cariño hacia nosotros", expresó tras la actuación el carnavalero. Su autor, Miguel Gutiérrez, alegó en una entrevista en Onda Cádiz que "amamos la obra tal y como es y decidimos llevar la obra al Falla por los andaluces, por Andalucía. Sabíamos el reglamento, pero nuestra visión está por encima del concurso, por encima de las normas, por encima de todas esas cuestiones que sabemos que importan a los carnavaleros".
Test carnavalero
Año que más has disfrutado
En primer lugar, el año de Caja de música. Fue un año en el que pasaron muchas cosas. Era la primera vez que los niños de los Gallego nos poníamos en serio, los mayores nos soltaron de la mano. No teníamos más aspiraciones que pasarlo bien y que la comparsa quedara bonita. Ha sido sin duda uno de los años más disfrutados.
Este con Matria también ha sido genial. Otro muy bueno fue el de El último amanecer. Son años que vienen bien y redondos y uno disfruta. Luego hay otros que todo lo contrario, ¿eh? La gente no se lo cree, pero el año de Don Nadie fue un año muy bueno en cuanto a premios, pero yo no lo disfruté. Solo disfruté el día de la final y no por el premio, sino por la noche. La pasamos en un sitio solos, con la familia. Esa espera hasta el fallo del jurado con la familia fue espectacular, pero fue un año muy difícil.
La decisión de parar venía de antes, pero eso fue lo que a mí me confirmó que tenía que parar. Me senté y pensé si verdaderamente me compensaba. Me di cuenta de que no y que tenía que parar. Menos mal que lo hice, porque quizás hubiera sido todo peor.
Siempre pensé que iba a ser mi despedida rotunda del carnaval. Dije que no saldría más sin el grupo de los Gallego, pero el veneno fue picando, Momo hizo su trabajo. La propuesta que me presentó Miguel Gutiérrez, Antonio Carlos Rojas y Rubén Tejada me sedujo. Había mucha gente de Don Nadie... y aquí seguimos pese a que creía que Don Nadie no iba a ser un parón y sí una despedida.
Año en el que no te convenció tu grupo
A esto se responde rápido. El año de El gato con botas o el de La Fundación... Son años que tú mismo te das cuenta en los ensayos de que no va a funcionar. A las pruebas me remito con la experiencia que tengo. Hay años que te sorprendes y al final gusta, pero esos dos años lo teníamos muy complicado.
Un año que fue al revés fue La Cumparsita. Una comparsa que a mí siempre me gustó mucho, pero que nos dejó fuera de la final... Nunca se sabe, en realidad, aunque el 90% de las veces lo aciertas. Todo depende del gusto de cuatro personas. A base de palos te das cuenta de eso, el premio no depende de ti y de tu obra. Si no le gusta a esas cuatro o cinco personas no puedes hacer más. Lo mismo le encanta al público, que también ha habido años...
Estribillo del que nunca te olvidarás (que hayas cantado y que hayan cantado)
De los míos, el de Los Bromistas es sin duda el más bonito que he cantado y el que más me ha marcado. Otros buenos son los de El último amanecer o el de La calle del teatro.
De otro, yo confieso que soy un gran admirador de la Comparsa del Arroyo. Cantando ha sido la mejor comparsa con diferencia. Tienen un estilo muy marcado que me encanta. Así que cualquiera de los suyos. También son inolvidables El Barrio, de Jesús Gutiérrez; Los Reyes, de David Santiago... Aunque seamos rivales, nunca hay que dejar de reconocer que algo es muy bueno. ¡Incluso los tipos! Hay veces que dices "Joder, esto es precioso".
Mejor momento vivido en la fiesta
El pregón de mi primo Antonio Carlos. Se lo dieron a Antonio Carlos, pero creemos que fue un reconocimiento para toda la familia, sin duda. Aquello fue muy emotivo. Faltaba gente que ya no está en la familia, pero todos los presentes estuvimos allí acompañándole. Para todo carnavalero sin duda lo más bonito es pregonar tu fiesta. Yo no era el pregonero, pero lo dicho, lo sentimos todos como un reconocimiento a nuestra gente, algo muy bonito.
Mejor tipo que has llevado
El disfraz más bonito que he llevado en 40 años de carnaval, y lo dije desde el primer día que lo vi, fue el de Ciudad del Paraíso. Ha habido tipos muy bonitos, pero como ese, ninguno.