Ángel Luis Bermúdez es el primer presidente electo de la Fundación Ciudadana del Carnaval de Málaga. El pasado 7 de julio, unos comicios históricos marcaron un antes y un después en la historia de la fiesta del invierno cálido. Él representa a la unica candidatura que se presentó a estas votaciones que surgieron gracias a la rebelión del papelillo, un movimiento impulsado por gran parte de los carnavaleros malagueños, que estaban cansados de la situación con los líderes de los años anteriores. 

Aunque los meses entre 2022 y 2024 fueron de transición (cabe recordar que el año pasado los festejos de febrero se organizaron con un patronato conformado con miembros antiguos y nuevos rostros), Luis Bermúdez ya se encuentra inmerso con su equipo de trabajo en la preparación de la próxima edición de su fiesta.

Organizador nato --siempre fue el delegado en el cole y siguió como presidente de la comunidad en su edificio-- asegura que quiere cumplir, al menos, el 95% del programa electoral que prometió, pues era muy "realista" y adaptado a las necesidades de los actores de la fiesta. Hablamos con él para conocer más sobre su figura y su visión sobre la cultura y Málaga.

¿Quién es Luis Bermúdez? Hay quien no te pondrá cara. 

Bueno, soy un entusiasta del carnaval. Me flipa. Vivo para el carnaval. Es una razón de vida. Para mí es mi razón de vivir desde chico. Las bandas sonoras de mi vida son carnavales desde que era un enano.

De hecho, vienes de familia carnavalera.

Desde que tengo cuatro años estoy ligado al Carnaval de Málaga. Mi padre empezó en Los Tumbaítos en los años ochenta; poco después arrancó con la peña de Puerta Blanca, pero desde que soy muy pequeño, tengo el carnaval metido en casa. El castigo estrella de mi madre era dejarme sin ir a los ensayos con mi padre. A mí me mataba…

En la historia reciente, los carnavaleros te recuerdan por estar detrás de las tablas, sobre todo haciendo puestas en escena. ¿Cantas como un grillo?

(Risas) Mi sentido de ridículo no me permite subirme a un escenario. Me causa mucho pavor, mucho respeto. Lo intenté a finales de los ochenta, empecé tocando el bombo, pero qué va. Lo tuve que dejar. Estuve dando clases en una escuela que había en calle Zamarrilla, la llevaba Antonio León. Allí daban clases de percusión. 

Estuve yendo allí con él y con el Chato, pero cuando llegó el momento de la verdad, salir era superior a mí, no podía y no había manera. Yo creo que va a ser una espinita clavada para el resto de mi vida. No pude. 

El tatuaje que lleva en honor a su padre. Alba Rosado

Se han cumplido tres meses de las elecciones. ¿Dan para hacer balance?

Yo los he visto muy intensos. Yo soy de esas personas que quiere hacer lo máximo en el mínimo tiempo. Mi gente, mi equipo de trabajo, me dice que me tranquilice cuando me desboco. Si puedo ahora, yo lo hago ahora. Carlos Pariente o José [Moreno] y el resto de mis amigos te lo pueden decir. ¿Para qué voy a esperar si puedo hacerlo ahora? Yo soy de los que guarda esa mentalidad.

¿Qué destacarías de estos tres meses? Has logrado que mejore la comunicación, has hecho que se cree La Escuela del Carnaval…

El programa electoral creo que se va a cumplir al 95% y si es al 98, mejor que mejor. Se va a hacer prácticamente completo este año, va a faltar muy poco por cumplir. Estamos trabajando para llevar todo a cabo porque fue un plan muy realista hecho con la mejor intención.

Llevábamos ya dos años trabajando y sabíamos lo que hacía falta y lo que había que mejorar. El balance después de febrero creo que será positivo. Veremos qué ha faltado, en qué podemos mejorar, qué ha fallado y qué podemos reforzar. Si algo no funciona, lo cambiaremos y seguiremos trabajando para el siguiente.

Luis Bermúdez, en la Casa del Carnaval. Alba Rosado

¿Cómo se plantea febrero?

Espero que salga bien, sobre todo el tema de calle, que es el otro pie de la fiesta junto al concurso y queremos reforzarlo mucho. Estamos hablando con los dioses y drags para conocer sus necesidades y hemos recibido propuestas interesantes que creo que son factibles de realizar. 

También queremos reunirnos pronto con los grupos de animación para saber qué potenciar, pues son áreas de las que desconocemos. Nadie mejor que ellos pueden decirnos lo que necesitan. Por ejemplo, en el mundo drag nos han pedido una corona para la reina. Un aspecto que para ellos es importante y que nosotros no habíamos valorado y que gracias a hablar con ellos ya sabemos y la van a tener.

Esto lucha contralo que se dice siempre de que se le da mucho a los grupos de canto y no tanto al resto de actores de la fiesta. El Carnaval de Málaga lo conforman muchas más aristas.

Efectivamente. Una cosa es el concurso, que es un concurso de canto, y otra cosa es la calle. Hay muchos factores que influyen ahí y entonces queremos diferenciar claramente el concurso de la calle. El motivo es que mucha gente se lía con las fechas por eso. El concurso no es carnaval. Podría hacerse antes o después del carnaval. El carnaval empieza el 22 de febrero y finaliza el 2 de marzo el año que viene. 

Nuestro objetivo es que la gente sepa cuándo es el Carnaval de Málaga y qué le ofrecemos, porque siempre tienen un follón tremendo. Que quede claro, el Carnaval de Málaga empieza el día del pregón, que es sábado. Lo otro es un concurso que vamos a intentar diferenciarlo todo lo que podamos para que la gente no se líe. Van a disfrutar del carnaval nueve días. Esta idea la potenciaremos en redes y con más iniciativas.

En julio de 2021, EL ESPAÑOL de Málaga te abrió las puertas para que explicaras qué era eso de la Asociación de Carnavaleros Malagueños, algo que de inicio parecía una locura. ¿Ese Luis se creería que esta revolución del papelillo llegaría tan lejos?

Sí, porque si no, no lo hace. Yo soy una persona muy decidida. Hasta que lo consigo, no paro. Sabía que el carnaval tenía que cambiar. La asociación surgió hablando con Guti, porque precisamente me decía que los autores se iban a rebelar. Sin embargo, había una serie de cosas que él me contaba con las que to no estaba de acuerdo. 

Ahí dije que lo que teníamos que hacer, como los autores, es reunirnos todos los carnavaleros de forma que todos estuviéramos representados. Un sitio donde todos tuviéramos voz. Así surgió. Y empecé a hablar, como bien dices, con prensa, con grupos, actores de la fiesta, políticos e incluso con Rafael Acejo, expresidente, al que le conté lo que íbamos a hacer. 

En carnaval explotó la llamada rebelión del papelillo. La asociación se quedó al margen, nació para dar voz, pero luego ya estalló la rebelión apoyada por la asociación de autores, de carnavaleros, aficionados y, en gran medida, de todos los carnavaleros... Ese no era el objetivo de la asociación, el suyo era hacer talleres, conferencias, reuniones, mejorar el concurso... En definitiva, lo que estamos haciendo ahora, pero con otro nombre. 

¿Hay algún momento en el que tú te das cuenta de que esto iba en serio?

Creo que desde el principio. Si todo saltó por los aires, en cierta forma, fue por el hartazgo que había con lo que estábamos viviendo. Eso fue lo que provocó que esto se fuera fraguando hasta originarse.

Luis Bermúdez, en la Casa del Carnaval. Alba Rosado

¿Y es fácil borrar el pasado? Han sido décadas, según los carnavaleros, de "ocultismo".

Yo creo que la gente va a saber pasar página. El pasado, pasado es. Igualmente, se han hecho muchísimas cosas buenas y otras peores. Esas últimas, nosotros vamos a intentar no repetirlas. Tenemos que aprender de los fallos de los que había antes escuchando a la gente para entender aspectos que no conocemos desde fuera normalmente y que son importantes para los diferentes actores. Esto hay que potenciarlo.

Algo que se criticaba en especial era el tema de la falta de transparencia.

Es algo que estamos teniendo muy en cuenta. Cuando tengamos que presentar cuentas, las vamos a presentar. Se presentarán al protectorado y la persona que quiera verlas pues podrá pedir lo que necesite. Eso va por trimestres, que lo está preparando la gestoría, y luego va a las actas, las actas irán al protectorado y allí se podrán consultar. 

Hay unas ciertas cantidades que no se pueden comunicar, pero sí que se puede decir el total de todo. Se ha ingresado tanto y se ha gastado tanto en la calle, tanto en lo otro... Y va a estar registrado claramente. Estarán las cuentas registradas anualmente de la Fundación sin problema ninguno.

"Me pueden criticar porque he hecho algo mal, pero si es porque me gusta un equipo de fútbol, es otra historia"

¿Tres meses es tiempo suficiente para tener ya algún hater?

La verdad es que creo que no, al menos no lo he notado, pero supongo que alguno habrá, digo yo.

¿Llevas bien las críticas?

Yo creo que sí. Mientras que sean constructivas...

Me pueden criticar porque he hecho algo mal, pero si es porque me gusta un equipo de fútbol, es otra historia. No lo veo normal. Si hay algo que no gusta de lo que hago, se dice, escuchamos y trabajaremos por acercarnos a lo que dice la mayoría.

Cuando estás dentro te das cuenta también de que hay cosas que no puedes hacer, porque estás pendiente de determinados papeles o a la espera de un permiso... Y las cosas van lentas. Pero si nos proponen algo, vamos a intentarlo, seguro. 

Que me critiquen si me equivoco, si he tomado una decisión mala... Pero que me critiquen por cómo visto, cómo pienso, cómo como... No lo entiendo, pero me la repampinfla, la verdad.

¿Te costó decir adiós a tu grupo? Era algo que tenías que hacer sí o sí para ser presidente.

No fue nada fácil. Todavía me cuesta. Me cuesta muchísimo porque ese era mi carnaval. Ese es mi carnaval. Los ensayos con mi gente, ir a mirar y comprar telas y materiales para la puesta en escena. Y ahora he dejado de hacer mi carnaval para hacer este carnaval que también considero muy importante, pues creo que puedo aportar mucho. Al menos, intensidad seguro.

Lo voy a pasar muy mal seguro. Estoy convencido.

Es que se puede decir que tu vida ha cambiado bastante, en el sentido de que tú tienes una profesión, muchas inquietudes y, además, a todo eso hay que sumarle esa presidencia. ¿Tú cuántas horas a la semana le puedes dedicar carnaval desde que eres presidente?

Todas. Estoy constantemente dándole vueltas a la cabeza. Todo lo que se me ocurre, intento que sea aplicable. El otro día vi en un libro una cosa y así ha surgido lo de las leyendas del carnaval. Llamé a Curri, llamé a otros pocos... y, al final, lo sacamos.

Antes me iba al Bricomart para pensar una puesta en escena y ahora pues lo aplico a lo mío.

Luis Bermúdez, en la Casa del Carnaval. Alba Rosado

Para los que no te conocen, cuenta a qué te dedicas. Porque gran parte de tu día llevas botas de trabajo.

Yo soy técnico en telecomunicaciones. Me dedico a la instalación de antenas, porteros, alarmas, sistemas de seguridad, cámaras... Llevo 30 años trabajando ahí y con eso me gano yo mi sueldo. Esa es la mano que me da de comer.

Y te quedan dos años de mandato en la fundación, ¿no?

Eso es. El primero dura dos años, que fue a lo que nos comprometimos. Intentaremos que las próximas elecciones sean más participativas tanto en votos como en participantes, ya hay una comisión de trabajo centrada en ello. 

A mí me gustaría que votaran los diferentes miembros de un grupo, y no con un voto colectivo, al igual que los dioses y drags. Voto único. Lo intentaremos.

El cartelazo de este año es de José Luis Puche. ¿Cómo surge esa colaboración tan potente?

Hablamos con él el año de la rebelión del papelillo para que hiciera aquel cartel, que sabíamos que sería representativo. Lo que pasa es que nos pidió que prefería hacer el cartel del carnaval cuando estuviera todo arreglado. Fue Pepe León el que nos llevó a él al principio, porque lo conocía. Cuando pensamos en el cartel caímos en él y a través de Pepelu Ramos nos pusimos en contacto con él de nuevo y encantadísimo, quería hacer el cartel del momento en el que todo se solucionara.

Y al pregonero lo conoces bien.

Sí. Igual que el año pasado fue Maxi [Gómez] y el otro Paqui [Prieto], creo que el Carnaval de Málaga tiene deudas pendientes con ciertas personas y Jesús es una de ellas. En la medida de lo posible, intentaré saldar esas deudas. Esta va a ser una, sin duda. Creemos que a Jesús ya le toca dar un pregón por todo lo que ha hecho por Málaga y todo lo que representa. Creo que es de esos que van a marcar, ha peleado por el carnaval y es su momento.

¿Le diste tú la noticia?

Sí.

¿Y cómo se la tomó?

Él dice que sigue en el váter (ríe). Cada vez que va al servicio, me manda una foto y me dice que él está así por mi culpa. Pero estoy seguro de que lo va a bordar. Lo va a vivir mucho porque es un tío muy intenso también, muy bien hecho. Estoy seguro de que va a dar un pregón de carnaval. De carnaval en mayúsculas. 

¿Qué hay de la Escuela del Carnaval? Es, sin duda, otra de las cosas que más os pedían.

La verdad es que mejor de lo que esperaba. Creía que tendríamos menos participación. No solamente de niños, que yo pensaba que iba a haber solo niños y, al final, hay muchos adultos. Es bueno que haya variedad. Tengo niños desde ocho años hasta los 73.

Ha venido un abuelo que viene con su niño, un carnavalero de los antiguos, y viene con su nieto a dar la clase de guitarra. Está encantado a su edad aprendiendo carnaval. No solo damos guitarra, hay que recordar que no es un taller solo de eso, sino que pueden aprender solfeo, percusión o incluso historia del carnaval. Además, estamos planteando talleres de maquillaje, para los tipos...

Pero lo que más os piden es el tema de la guitarra.

Sí. Guitarra y bombo. Y hay algunos que ya apuntan maneras. Además, estamos haciendo masterclasses, primero para los alumnos, para valorar a todos aquellos que se han apuntado a la escuela con ese privilegio, pero la idea es abrirlas al público general pronto. 

La de Dede fue digna de escuchar. Por todo lo que dice y cómo lo dice. Al final, las personas que den masterclasses serán siempre personas con experiencia que darán nociones sobre cómo escriben o abordan un tipo. 

Y el tema de los colegios también es otra línea de trabajo.

Que está también muy avanzada. Está comandada por Laura Gómez que, con veinte profesores de Primaria, Secundaria e Infantil están desarrollando una serie de documentos, metodología... con el fin de poder presentarlos en colegios. Esta semana tienen reunión. La idea es que el carnaval llegue a las aulas siendo este proceso lo más sencillo para los profesores, que utilicen todo lo que nosotros preparemos y tengan todo mascadito.

Todo ello para afianzar el futuro de la fiesta.

Totalmente. El carnaval tiene que estar presente en Málaga 24 horas al día, porque teníamos miedo a que nos quedáramos sin él sin un relevo generacional. Si al final esta fiesta queda resumida a los hijos de los actuales, al final no llega a ninguna parte.

Tenemos que atraer a gente nueva, tenemos que llegar a la Universidad de Málaga, que será el siguiente paso. Hacer charlas allí, llevar a autores e incluso a grupos. Que los vea la gente y se animen a formar parte de todo esto.

En los eventos que hemos organizado con Victoria, me doy cuenta de que hay aficionados al carnaval que no son los de siempre. No conozco al 80% del público. Estamos poniendo a un grupo de Cádiz y uno de Málaga y en estos actos se dan cuenta de que no sabían que los grupos de Málaga sonaban así y dicen "Hostia, qué guay". 

Ese es el objetivo de las galas y de llegar a los colegios, lograr alcanzar unos públicos concretos. También seguiremos bombardeando por redes sociales, difundiendo carnaval para que este se escuche hasta en la sopa. 

¿Por qué el Carnaval de Málaga sigue siendo el último tras la Feria de Málaga y la Semana Santa?

Es el patito feo de las fiestas y queremos que sea el cisne. Voy a quitarle las plumas feas y hacerlo lo más bonito posible.

¿Y eso cómo se consigue?

Trabajando en todo lo que hemos hablado, con muchas ideas y mucha iniciativa. Haciendo todo lo que se nos vaya ocurriendo y pegando a todas las puertas que haya. Vamos a atraer a la gente que escuche carnaval, entre otras cosas, gracias a que vamos a tener una señal única de televisión con buen sonido y producida por nosotros. Pronto avanzaremos más detalles al respecto.

¿Y no crees que el malagueño debe trabajar también en no ver al Carnaval como un patito feo?

Es que la idiosincrasia del malagueño es tener poco amor propio por sus cosas. No podemos hacer mucho más que ser unos pesados y estar con un martillo pilón para tratar de acabar con ello. Somos así de derrotistas con nosotros mismos. O sea, que hay que llamar a las puertas. Hay que llegar a puerto porque el malagueño es así.

Luis Bermúdez, en la Casa del Carnaval. Alba Rosado

¿Cuida Málaga de la cultura?

Los malagueños quieren tener todo al máximo nivel, pero a la hora de la verdad, no le presta atención. Por eso digo que quiero machacarlos más con el carnaval, una fiesta que la gente ve como algo "chusma". Es fácil decir eso de que no entienden una letra, que no se ríen con un cuplé... Cuando se paren a escuchar a un grupo, entran, pero no salen. Lo garantizo.

Que le den una oportunidad a la Batalla de las Flores, ¿no?

Por ejemplo. Que vayan a una preliminar, que vale muy baratita la entrada. O a una semi en el Cervantes, que es un espectáculo brutal en un patio de butacas por quince o veinte euros. Verás a más de seis o siete grupos. 

Después de eso, el espectáculo de drag está superbién mirado. El espectáculo de dioses...la batalla de flores, los desfiles de carnaval. Hay para todos los gustos y para todo. Pero es que el malagueño es muy poco participativo. No se disfraza.

Luego Halloween llega...

Sí, pero yo creo que lo ven más fácil. Lo ven como una noche de susto y saben que con la careta de Scream les vale. En carnaval van a contemplar. También queremos intentar que el próximo año la calle sea vista como un tardeo. Que no sea nocturna. 

Que hay muchos carnavales nocturnos, pero es un buen paso para intentar llegar a otro tipo de carnavaleros que a lo mejor están después de comer por el Centro, a las 17:00 de la tarde. Pillamos otro tipo de público más familiar. Tardear con el carnaval.

Buen lema. Me gusta. Al final, esto va a ser cuestión de prueba y error.

Son iniciativas. Algunas cuajarán y otras no, pero estaremos intentándolo.

¿Pero desde las instituciones se apoya al Carnaval?

Sí, yo no tengo queja con ella, la verdad. Todas las puertas que las instituciones nos han abierto se agradecen siempre. A todas las que pego, se abren. Y hasta ahora no tengo problema. Falta que me llegue la fibra al edificio de la Casa del Carnaval, que no hay manera por su ubicación y no lo consigo por más que lo hemos intentado (ríe), pero vamos, que yo estoy contento.

Hay quien te ha criticado por formar parte del Partido Popular, por tu postura política. 

En todos los años que llevo haciendo Carnaval, a mí jamás me han preguntado a qué partido político voto o a cuál estoy afiliado. Carnaval he hecho siempre hasta con la gente más roja que hay en el panorama carnavalero: Jesús Gutiérrez, David Santiago y Félix Godoy; a cual más rojo de los tres. Mi pensamiento no me ha impedido nunca trabajar mano a mano con ellos y eso no iba a impedir que yo trabaje ahora de manera distinta. Una cosa no tiene que ver con la otra.

Luis Bermúdez, tras la máscara. Alba Rosado

¿Qué eres dentro del partido?

Yo soy un coordinador del PP, en concreto, en el distrito de Teatinos.

¿Y si fueras alcalde por un día, por dónde empezarías?

Por el carnaval (ríe). Un tubo para el carnaval, para la escuela... Lo pondría todo en lo más alto. La verdad es que sería difícil, esta es una ciudad donde tenemos de todo. 

Está el tema de la vivienda, pero creo que no es problema de Málaga, es un problema globalizado; está el turismo, pero es que Málaga ha vivido toda la vida del turismo...

¿Si tienes que quedarte con algo de Málaga en general, con que te quedas? ¿Qué es lo que más te gusta de esta ciudad?

Todo, Todo. No me puedo quedar con nada en concreto. Y menos yo, que salgo de Málaga y cuando llevo dos días estoy ya frito por volver. No sé si le pasa a todo el mundo, pero es que vivimos en el paraíso. Como Málaga, nada. Vivimos en el lugar donde la gente viene a disfrutar, a veranear y todo, entonces aquí lo tenemos todo. Donde vayas hay de todo. Ya no me hace falta salir de Málaga para nada.

"Carnaval he hecho siempre hasta con la gente más roja que hay en el panorama carnavalero: Jesús Gutiérrez, David Santiago y Félix Godoy"

 ¿Y aunque te parezca el paraíso, no hay nada que te guste un poco menos de Málaga?

No sé, la verdad. Es que me encanta mi ciudad.

¿Estás a favor o en contra de las torres?

¿Cuál de ellas?

La del puerto, por ejemplo.

Esa la echaría un poquito más para allá si acaso. A la Farola que no me la toquen y creo que esa sí puede fastidiar a la Farola y a nuestro paisaje. Pero las otras, sinceramente, no me molestan. Si vas por Héroes de Sostoa, hay pisos antiguos de 13 o 14 plantas y nadie pone el grito en el cielo. Estamos rodeados de ellos. Y cada uno de un estilo diferente.