A partir del mes de octubre la casa de hermandad de la Cofradía del Descendimiento sonará diferente. La cofradía del Viernes Santo y la banda de música de la Cruz del Humilladero han acordado poner en marcha la escuela de música La Malagueta. El Descendimiento mantiene, así, sus instalaciones abiertas a la cultura y los vecinos del barrio, una de las condiciones que han de cumplir todas las hermandades con espacios cedidos por el Ayuntamiento.
Uno de los encargados de la nueva escuela de música, Sergio Martín, en conversación con EL ESPAÑOL de Málaga, explica el proyecto que nacerá en unas semanas: "La idea surge porque la dirección de la junta directiva de la banda pensó que era bueno extender la marca del distrito, del barrio y de la banda. El año pasado empezamos a ver las posibilidades de poner el proyecto en marcha".
Barajaron la colaboración con varios distritos: "Y contactamos con el Descendimiento. Pensamos que sería bueno abrirnos a la zona este y porque en esa zona sólo hay una escuela privada y con pocas especialidades". La banda y la hermandad tienen una muy buena relación, "apostaron por nosotros en las buenas y en las malas", indica Marín. Además, desde la formación musical creen que este es un proyecto positivo para las dos partes: "La hermandad acercará a mucha juventud a sus instalaciones" y la banda tendrá una cantera con la que nutrir la banda.
"La escuela va a estar gestionada por la propia hermandad. Esto implica que quienes quieran ser alumnos de la escuela tendrán que ser hermanos", afirma Martín. Así, la hermandad tendrá unos ingresos por las cuotas anuales de hermanos y la banda ingresará el dinero de las cuotas mensuales de los alumnos.
Desde el inicio la escuela nacerá con dos líneas de aprendizaje, el de la música en movimiento y el teórico-musical. La primera línea es la que se dirigirá a los niños de 4 a 8 años: "En la enseñanza infantil se está apostando por ello porque es bueno para la creatividad". En esas clases no se aprenderá música de forma práctica con un instrumento; se aprenderá, a través de juegos, conceptos musicales como el ritmo.
La segunda línea incluirá a niños de 8 a 12 años y sí tendrá una parte teórica. En este caso se priorizará la instrumentación de flauta. Cuando pasan de los 12 años "los alumnos ya se vendrían a la banda y a partir de esa edad sí se utilizarán instrumentos".
Según Marín, la demanda está siendo grande: "Nos están llegando correos a la banda sin haber hecho ninguna publicidad. La hermandad se está moviendo muy bien por el barrio y la parroquia".
Además, la banda ha presentado el diseño de las galas de las cornetas, un trabajo de Naranjo Beltrán. En ellas se presenta el logotipo de la banda, que contiene la plaza que da nombre a la formación musical e incluye la clave de sol como elemento principal.