La Semana Santa de Málaga cuenta con un bosque muy peculiar que conforman solo cuatro tronos: los del Señor del Rescate, Prendimiento, Pollinica y Huerto. Cada uno es diferente, con un origen concreto, pueden llegar a pesar hasta 300 kilos y todos guardan alguna anécdota especial.
En el caso del Señor de la Pollinica, es el único trono que procesiona con una palmera, un árbol que, a diferencia del resto, que son olivos, no aparece en la Biblia. La Pollinica lleva en su trono una palmera por influencia de las pollinicas o borriquitas de Andalucía, según relata José Luis Pérez Cerón, hermano de la cofradía. En los años 20, cuando empezaron a procesionar como hermandad, vieron cómo en otras provincias andaluzas salían a la calle con una palmera, que en el cristianismo es el símbolo del triunfo.
La Pollinica de Málaga comenzó a procesionar con esta palmera en los años 20 actuando esta como un simple elemento de acompañamiento al no formar parte de la escena bíblica. El tronco es artificial, debido a que sería imposible para los hombres de trono soportar el peso excesivo de una palmera real.
Las palmas que se añaden al tronco, habitualmente son cedidas por el Área de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Málaga, algo que agradecen encarecidamente desde la cofradía. Así, algún que otro año, estas palmas y dátiles provienen del colegio Los Olivos ya que la hermandad y los agustinos tienen muy buena relación.
Huerto
Por su parte, en la Archicofradía del Huerto, el origen de su olivo se remonta a finales de los 80. Cada Viernes de Dolores, un grupo de chavales de la Archicofradía, encabezado por Pedro Ángel León, mayordomo honorario del trono del Señor, fallecido el año pasado, y gracias al hermano mayor de entonces, Francisco Toledo, realizaban una expedición a la Finca El Tinto en busca del olivo que daría cobijo al Señor del Huerto el Domingo de Ramos.
Una vez allí, encontrado el olivo elegido e ideal para la procesión, este se talaba y se subía en una camioneta contratada junto al mercado de Atarazanas. A la vuelta, al entrar la camioneta a la Plaza de los Mártires, se agolpaban los curiosos para ver expectantes la subida del olivo al trono, ya avanzada la tarde.
Teniendo en cuenta los tiempos que corrían, sin grúa, con la colaboración de los hermanos, a brazo, el olivo era colocado en su lugar, quedando a la espera de que llegara el momento de la salida procesional.
Hoy día, el olivo se suele colocar los días previos al Viernes de Dolores. En esta ocasión, se colocó el martes 5 de abril. Este año el árbol viene de Pizarra, de una finca que es propiedad de unos amigos de la hermandad. La forma de proceder no ha cambiado excesivamente desde sus orígenes.
Un grupo formado por gente del equipo del trono y de la Junta de Gobierno acudió a la finca a seleccionar los posibles candidatos y el árbol queda marcado hasta el día de la tala. Posteriormente se monta en la grúa cedida por un hermano de la Archicofradía hasta llegar a la casa hermandad, donde se siguen agolpando los curiosos, que van expresamente a ver cómo se coloca el olivo. Una vez elevado, antes de encajarlo, se busca la estética para que acoja y cobije a Jesús Orando en el Huerto haciendo un ejercicio de imaginación.
Prendimiento
Otro de los olivos más frondosos del Domingo de Ramos es el del Señor del Prendimiento que, desde hace 45 años se encarga de buscar Joaquín Durán, actual albacea general adjunto que, cuando entró a la Junta de Gobierno de la hermandad, se ofreció a ello.
Durán, por su trabajo, siempre ha podido tener acceso a olivos que no podían ser trasplantados y tenían que talarse, por lo que uno de ellos, normalmente, iba destinado al trono del Señor de su cofradía. Sin embargo, casi siempre, ese árbol es fruto de una donación de un hermano, en señal de agradecimiento a sus titulares.
La elección de este árbol no es sencilla debido a que el grupo escultórico de la hermandad es muy grande, por lo que habitualmente buscan un olivo alto y recto de copa muy alta, para que no reste protagonismo al grupo escultórico y los propios arbotantes del trono.
Una vez que es elegido, como en el resto de hermandades, lo montan con una grúa en el trono ante el importante peso del árbol. Colocado, se trabaja en hacerlo más vistoso y añadirle algunas ramas.
Rescate
Aunque todos los árboles parecen que salen el Domingo hay uno que hace su acto de presencia el Martes Santo, el del Señor del Rescate. Un olivo que colocan el Jueves de Pasión.
Habitualmente, el árbol proviene de Archidona, donde desde hace años un grupo de hermanos se traslada allí para talarlo y posteriormente transportarlo hasta calle Agua, donde se coloca con cuidado para poner la guinda a la escena que representa el grupo escultórico.
Aunque tuvo alguna presencia anterior, desde 1954 hasta la actualidad, el olivo forma parte del grupo escultórico del trono del Señor del Rescate. Al principio estuvo presente en forma de rama, pero ahora se sitúa en el trono un gran olivo.
De hecho, como curiosidad, en los años 80, cuando algunas figuras del grupo estaban en restauración, se encarga la talla de un tronco de olivo que salió en procesión durante seis años, de 1980 a 1986. En este último año un vecino opina que el olivo no estaba a la altura de la imagen de Jesús del Rescate y prometió donar uno de su campo. Así fue. En 1987 se montó un olivo mucho más grande, pero esto suponía un gasto impensable para la hermandad año tras año.
Es curioso, pero entre 1988 y 1993 el Rescate reutilizaba el árbol que usaba la Archicofradía del Huerto, que no terminaba de encajar en el trono por su fino tronco. Así, desde 1994 la hermandad acude a Archidona, primero a unas tierras propiedad de José Machuca y luego a los de la empresa Yesos Las Lagunas.
Desde 1994 este olivo procede de tierras de olivares de la localidad malagueña de Archidona, primero de la propiedad de José Machuca y dos años después y hasta 2018 se acudía a unas tierras propiedad de la empresa Yesos Las Lagunas. Desde entonces, el olivo procede de diferentes lugares. El de este año procede de las tierras de un hermano.