Quedan justamente veinte días para que el Domingo de Ramos la Pollinica salga por las calles de Málaga anunciando el comienzo de su semana grande y, aunque aún hay celebrities dando vueltas por el centro con motivo de la 27 edición del Festival de Málaga, en la Alameda Principal ya se le empieza a ver forma a la estructura del recorrido oficial.
Aún no huele a incienso, tampoco se saborean limones cascarúos ni se escuchan cornetas, pero esta misma mañana ya se ha podido ver a decenas de operarios trabajando a destajo para comenzar el montaje de las tribunas desde las que cientos de malagueños verán las procesiones esta Semana Santa.
El precio de las sillas y tribunas para presenciar la Semana Santa de Málaga en el recorrido oficial no es precisamente para todos los bolsillos. El abono más barato para toda la semana es de 78 euros, de la cuarta a la octava fila en la Alameda Principal; en Molina Lario en los sectores 1-2-4 entre la cuarta y la séptima fila; entre la cuarta y la octava fila de Plaza de la Marina; entre la cuarta y la octava fila en la rotonda del Marqués de Larios; entre la cuarta y la octava fila del lateral Norte; entre la cuarta y la séptima fila de calle Atarazanas y entre la cuarta y la sexta fila de Puerta del Mar.
En el extremo contrario, la opción más cara es la de los palcos, donde caben seis personas. Uno en primera fila en Molina Larios cuesta 924 euros, es decir, 154 por persona. Mismo precio que un asiento en primera fila en la Plaza de la Constitución para toda la semana. En segunda fila baja a 146.
Cabe recordar que estos precios llevan incluidos el 21% de IVA después de que así lo determinara el Tribunal Económico Administrativo Central. El criterio establecido por el TEAC no residía en cuestiones territoriales, sino en las propias características de cada uno de los itinerarios comunes. De esta forma, aquellos recorridos o carreras oficiales que sean abiertos (es decir, que permitan ver la Semana Santa a personas sin necesidad de pagar, todos los andaluces menos Sevilla) tenían que tener la aplicación del IVA.