Este Jueves Santo, tras casi quince años, Cristina Guardeño, una joven hermana de la Cofradía de la Santa Cruz de Málaga, salía de su casa sin la túnica negra y el capirote a cuestas. Siempre ha formado parte de la procesión como campanillera, pero este año no ha podido formar parte de las filas nazarenas porque su pequeño, Gonzalo, llegará el próximo mes de junio.
Guardeño es teniente hermana mayor de Santa Cruz, por lo que guarda una estrecha relación con algunos hermanos de la cofradía. Sin ir más lejos, el capataz del trono de Ntra. Señora de los Dolores en su Amparo y Misericordia será el padrino de Gonzalo.
Fue él precisamente quien le dio una gran sorpresa en un momento de la procesión, concretamente en el momento en el que el trono se encontraba frente la Iglesia de Santiago, en calle Granada.
Mientras el trono estaba parado, el capataz llamó la atención de sus hombres de trono y les comunicó que Cristina iba a dar los siguientes toques de campana porque daría a luz en junio a un "nuevo hombre de trono de Santa Cruz y de la ciudad de Málaga". Ella y su pareja, según el capataz, son "pieza fundamental de la cofradía".
"Yo no sabía nada y me pilló totalmente de sorpresa", cuenta a EL ESPAÑOL de Málaga Guardeño con una sonrisa. El padrino de Gonzalo, además, le regaló el martillo con el que dio los toques de campana y que llevan grabados el nombre del bebé y el año en el que nacerá, 2024.
Es, sin duda, uno de los momentos más emotivos que se han vivido en una triste Semana Santa de Málaga donde la lluvia ha sido la gran protagonista prácticamente todos los días.