El olor a incienso ya impregna el ambiente, pese a estar en pleno mes de diciembre. A cinco meses de que las archicofradías de la Esperanza de Málaga y El Cachorro de Sevilla visiten Roma para la Gran Procesión, ya se conocen más detalles sobre cómo va a ser este evento único en el que las dos imágenes dejarán sus casas para visitar Italia.
Las hermandades malagueña y sevillana marcarán un hito en la historia de la Iglesia Católica en su viaje a Roma los próximos 16, 17 y 18 de mayo del 2025 para la procesión en la que participarán ambas cofradías. Tras año y medio de trabajo, con más de 15 propuestas sobre la mesa, el comité organizador ha determinado, junto con el consejo del Vaticano, la estancia de tres días de las figuras religiosas en la ciudad.
El 16 de mayo se dará la bienvenida a las cofradías en la Plaza del pueblo en Roma. Al día siguiente, 17, se celebrará la procesión en la que recorrerán las calles de la capital italiana a partir de las 17.00 horas. Aunque puede adelantarse, según asegura Paloma Saborido, miembro de la Comisión sobre Cofradías de El Vaticano para el Jubileo 2025. El último día, domingo 18, está reservado a la Santa misa oficiada por el papa Francisco en la Plaza de San Pedro.
Estos actos conmemorativos se realizarán por las tardes, con el fin de que los peregrinos lleven a cabo una de las actividades más importantes, atravesar la Puerta Santa por la mañana. Aquellos que se animen a viajar a Roma podrán también visitar la tumba de San Pedro y prestar culto a las imágenes de El Cachorro y la Esperanza en la basílica del santo.
El Jubileo ha sido todo un reto a nivel logístico, y lo sigue siendo. Todavía se están ultimando los detalles sobre el paso de la procesión y las estructuras necesarias con el Ayuntamiento de Roma.
Para la elaboración del recorrido se ha tenido en cuenta la complejidad estructural de la ciudad, su número de visitantes y las dimensiones de los tronos. Además, se han iniciado obras con motivo de la festividad religiosa que, aseguran, no habrán finalizado a tiempo para el evento. Pese a todo, esperan que en breve puedan presentar el recorrido oficial.
Saborido ha recalcado que “las decisiones relevantes las toman los dos hermanos mayores”, aunque sí es cierto que cuentan con el aval y análisis del Dicasterio para la Evangelización.
En este sentido, han explicado que este es un proyecto en el que todo el mundo ha participado: desde el comité organizador conformado por los hermanos mayores, los presidentes de las agrupaciones de Málaga y Sevilla, y los delegados diocesanos; hasta las cofradías; voluntarios y empresas especializadas.
Saborido ha querido destacar la labor de los patrocinadores (Junta de Andalucía, los ayuntamientos de Málaga y Sevilla, la Diputación malagueña, y las fundaciones Cajasol y Unicaja) para el desarrollo de este momento histórico trascendental para ambas ciudades andaluzas.
Tras esta primera toma de contacto, queda aún trabajo por hacer en cuestiones sobre transporte de obras de arte, alojamiento y vuelos, construcción de la estructura, comunicación y, lo más importante, el desarrollo de las propias procesiones de El Cachorro y La Esperanza.
Después de haber recibido muchos ataques por su manera de vivir la fé, según Saborido, por fin les han otorgado el reconocimiento que, a su juicio, no se les ha dado a lo largo de la historia.