El general manager de TeamLabs, Ibai Martínez, y la directora del grado de Liderazgo, Emprendimiento e Innovación (LEINN), Andrea Martínez, tienen muchas cosas que contar. En cuestión de pocas preguntas, desarrollan con entusiasmo en qué consiste su compañía "de aprendizaje radical", su grado LEINN que recién aterriza en la ciudad y sus planes de colaboración con el ecosistema, de la mano también de la Universidad de Mondragón (sus "raíces) y Sngular (sus "alas").
"Queremos que TeamLabs Málaga sea realmente de Málaga", afirmó el general manager de la compañía en un momento del evento, organizado por Impact Hub e IH y celebrado en la Fábrica del Videojuego. Por la asistencia que recibió esa jornada de presentación, la sensación fue que el ecosistema empresarial y tecnológico local sí tiene ese interés en conectar. Podrán volver a hacerlo el próximo 28 de mayo a partir de las 10:30 en la jornada de puertas abiertas en el Polo Digital (Tabacalera).
El primero de esos socios en la Costa de Sol para TeamLabs es el Ayuntamiento; con el que, además del aterrizaje del grado LEINN que el ente municipal fomentó, ya ha lanzado cuatro formatos dentro del programa ProActiva Málaga: Despierta, talleres en colegios de la provincia; Atrévete, hackatones temáticos; Hackea, desarrollo de bootcamps de seis semanas en ciencia de datos para responder desafíos territoriales de la provincia, y Acelera, un proyecto de aceleración en el que corporaciones plantean desafíos a los que responden emprendedores.
Para aquella persona que no ha escuchado en su vida hablar de TeamLabs, ¿cómo le explicaríais lo que es?
Ibai Martínez: Es siempre la pregunta más difícil. El reto que tenemos en TeamLabs es que estamos desarrollando una nueva categoría. A veces, por simplificar decimos: "Si tuviésemos que reinventar la Universidad y pensar en qué características tendría que tener la experiencia de aprendizaje para que fuese relevante y memorable para toda la vida, ¿cómo debería ser?". A la vez, incubamos proyectos, nuestros espacios se parecen más a espacios de coworking que al espacio tradicional del aula... Para explicar TeamLabs, voy a hacer dos saltos en el tiempo.
En 1993 en Finlandia había un señor, Johannes Partanen, que daba clase. La dinámica habitual: un profesor que emite, unos alumnos que reciben, que validan sus progresos normalmente mediante exámenes. Se frustra, se da cuenta de que no está motivando lo suficiente ni comprometiendo a sus alumnos lo suficiente con el aprendizaje. Se le ocurre poner un cartel en el aula que decía: "Si queréis viajar por el mundo y aprender algo de márketing de paso, apuntaos a mi clase". Empieza a desarrollar un modelo de aprendizaje al que llama Team Academy, academia de equipos. Básicamente consiste en que, mientras estés en la Universidad, te vas a centrar en desarrollar proyectos emprendedores: el emprendimiento entendido como un instrumento, como una dinámica de aprendizaje.
Empieza a explorar un modelo donde todos los chavales que van a la Universidad montan empresas reales, desarrollan proyectos reales; que tienen que detectar modelos de negocio, tienen que construir marcas, tienen que hacer planes de márketing y ventas, tienen que gestionar operaciones, definir roles y cubrir equipos, hacer facturas, pagar impuestos... Toda esa trayectoria te lleva a desarrollar una serie de habilidades que son todas muy interesantes y muy demandadas por el mercado. Desde ese tiempo, ese modelo ha sido varias veces catalogado en Finlandia como de excelencia y se expande también a otras siete universidades públicas del país.
Otro salto en el tiempo: 1950, cuando nace el embrión del Grupo Mondragón. En el norte de España, en el pequeño valle de Mondragón, nace en un contexto de gran desempleo, mucha pobreza y autarquía. Un sacerdote de allá, José Mª Arizmendiarrieta, tiene la misión de generar empresas que sean el instrumento para generar riqueza y empleo de calidad. Empieza en los 50 desarrollando una escuela de aprendices. En estos casi 80 años, han surgido más de 100 empresas cooperativas que conforman el grupo cooperativo más grande del mundo, el sexto grupo empresarial más grande de España. Seguro que nos suenan empresas del grupo: Orbea, bicis; Olona, ascensores; Lagun Aro, seguros; Caja Laboral, el banco... En total, más de 80.000 socios que son a su vez trabajadores de la compañía.
En 2006, a la Universidad de Mondragón, que es una empresa más del grupo, le dicen otras empresas del grupo que hay un perfil que no está saliendo de las facultades y quizás deberíamos desarrollar. "Quizás formamos a la gente desde una lógica industrial, para hacer mejor lo que llevamos tiempo haciendo, formamos optimizadores para hacer más bicicletas en menos tiempo; pero es lo que necesitamos es hacer cosas distintas y cada vez a mayor velocidad. Necesitamos gente con un perfil de líderes, muy proactivos, con capacidades emprendedoras y de innovación". La Universidad empieza a buscar por el mundo qué modelo de aprendizaje se puede ajustar a ese perfil competencial, que difícilmente lo vamos a formar poniéndoles exámenes y etcétera.
Ahí es cuando hacen match los dos saltos en el tiempo. En 2006, la Universidad de Mondragón llega a un acuerdo con Teams Academy en Finlandia, pasa por el Ministerio de Educación y Ciencia en España, y pone en marcha el grado universitario de Liderazgo, Emprendimiento e Innovación, que es el grado que a partir de septiembre va a comenzar también en la ciudad de Málaga.
Esos son los orígenes de TeamLabs. Nacemos con la misión de romper esa barrera que en ocasiones existe entre el mundo académico y el mundo real. Hemos ido creciendo de forma orgánica y diversificando nuestra líneas de actuación. Nos hemos dado cuenta de que, para formar y desarrollar bien este programa, tenemos también que formar de forma diferentes a los profesores. Cada vez más empresas nos han ido pidiendo planes de formación; los hemos ido llevando a compañías como Google, Repsol o BBVA, y es una línea que va creciendo cada vez más. También acompañamos a otras universidades, como CEU San Pablo. Nos piden ayuda para actualizar sus planes pedagógicos. En CEU, ya hemos impactado en la transformación de 23 de sus 87 titulaciones oficiales que salen. Teamlabs nos consideramos más un ecosistema, una suma de piezas que se van aportando valor, donde recientemente también respuestas a las invitaciones que nos dan administraciones públicas.
De hecho, si hoy estamos aquí, es porque tenemos que estar súper agradecidos al Ayuntamiento de Málaga, que hace como un año nos decía que Málaga se debía situar como una ciudad referente a nivel educativo. Además de todas las cosas que están sucediendo, que es alucinante. Nos indicaban que nosotros teníamos que estar aquí y que qué podíamos hacer para que estuviéramos. Aquello que solicitamos nos lo han dado de forma muy ágil y ha permitido que a partir de septiembre también tengamos parte del equipo y la actividad aquí en Málaga.
Concretamente, ¿en qué consiste el grado en Liderazgo, Emprendimiento e Innovación?
Andrea Martínez: LEINN es un grado universitario radicalmente diferente; porque el rol del alumno, el rol del profesor y cómo entendemos el aprendizaje lo adquirimos de forma radicalmente diferente. El estudiante desde el día 1 se convierte en un emprendedor, y así lo tratamos: con mucha seriedad y profesionalidad. Monta una empresa con sus compañeros de clase, que pasan a ser sus socios empresariales reales. Incido mucho en lo de real. Es de verdad, tienen clientes de verdad, para poder pasar de curso y aprobar tienen que ir consiguiendo una serie de competencias e indicadores. Los profesores son team coach y pasa a ser un facilitador del aprendizaje, un entrenador de equipos, a los que acompaña a que alcance sus objetivos.
La empresa que montas tiene entre 15 y 20 socios y, a lo largo de los 4 años de grado, se van desarrollando diferentes proyectos. El emprendedor desarrolla 2 o 3 proyectos y va cambiando tanto de proyecto como de rol y competencias que desarrolla. En un proyecto, tengo un rol de ventas y en otro, a lo mejor de diseño web.
Hay otra parte muy importante de la experiencia es la capa internacional. Todos los cursos, los emprendedores con sus empresas tienen que realizar diferentes viajes: el primero, dos meses y medio a Finlandia o a Alemania; el segundo, un mes a San Francisco o Nueva York (por Covid hemos ampliado a otros destinos, como Costa Rica); el tercero, dos meses a China y dos meses a India (por la pandemia, a Corea). No son viajes a conocer empresas y hacer visitas: tienen que desarrollar proyectos, conseguir clientes, rentabilizar esa inversión del viaje.
Una de las cosas que más llama la atención es que no hay profes. Para pasar curso, tienes que pasar indicadores, por ejemplo, de ventas o clientes. Hay muchos indicadores asociados a liderazgo, márketing, ventas, equipos... Competencias que se van demandando cada vez más en el mercado.
El perfil de entrada es empresarial, pero también entra mucha gente de ciencias. El grado LEINN tiene una entrada y salidas, las que tú quieras. Cuando entras en el grado, ya estás en el mercado: adquieres experiencia, clientes, te mueves, adquieres tus red de contactos. El día que acabas, decides si quieres montar lo que consideres y emprender o quieres intraemprender en una empresa. El porcentaje es que el 35% suelen emprender y el 65%, intraemprender.
También tenéis una faceta de ayuda a empresas, otras entidades educativo y administraciones públicas. ¿En qué consisten estas colaboraciones?
I. M.: Recientemente hemos llegado a una alianza societaria con Sngular, una compañía multinacional tecnológica con la que llevamos dos años trabajando. Hace un año en Sngular éramos 700, ahora más de 1.200 y posiblemente cuando acabe el año, más de 1.700. Es una compañía en crecimiento que se dedica a la consultoría tecnológica y trabaja para grandes corporaciones.
Hay una escasez tecnológica brutal, una demanda superior a la oferta de perfiles tecnológicos. Igual que la parte de formación universitaria hay que reinventarla, también hay que actualizar la parte de formación interna: formatos, metodología, incentivos, contenidos... Como nos gusta decir, nos aplicamos nuestra propia medicina: labramos relaciones de complicidad para descubrir la naturaleza y las necesidades de la compañía, y ahí solemos desarrollar proyectos vinculados a formación, a innovación abierta, todo lo que tiene que ver con cómo acompañamos a las líneas de negocio de las compañías a detectar jugadores en el mercado que eventualmente puedan resolver retos que puedan hacerles optimizar procesos, abrir nuevas líneas de negocio...
Por la parte de instituciones educativas, un poco lo mismo. No somos competencia de ninguna universidad, somos cómplices. Si hay alguna universidad que quiere desarrollar su TeamLabs, puede hacerlo. No es un acompañamiento que acaba en un PowerPoint entregable, la típica consultoría clásica, sino que tratamos de generar espacios de colaboración, de taller, donde los profesores van emergiendo qué cosas deben añadir, aumentar, disminuir... Nos gusta decir que para todo esto funcione el CEU no tiene que ser como TeamLabs, sino como quiera ser el CEU. Nuestro proyecto es acompañar en ese camino. Cada proyecto se ajusta a cada caso.