La población continúa sumándose a la ola de solidaridad por ayudar a los damnificados por la DANA en Valencia. Los últimos en sumarse a la larga lista de voluntarios y organizaciones ha sido la Escuela Superior de Artes Escénicas de Málaga (Esaem) que a través de su proyecto artístico Enjoy the Process ha adoptado la Giros Dance Academy, una escuela de danza de Massanassa que se ha visto afectada por la gran riada.
El paso de la DANA se ha llevado por delante casas, aparcamientos, coches, comercios, escuelas y negocios locales que necesitan mucho tiempo para volver a ser lo que eran. Entre ellos se encuentra Giros Dance Academy, cuya infraestructura se ha visto gravemente afectada por la riada. Como consecuencia se ha puesto en riesgo la continuidad de sus actividades y el futuro de los jóvenes que entrenan en sus instalaciones.
Por ello, con el objetivo de ayudar a esta escuela de danza y que su rehabilitación pueda llevarse a cabo, Esaem ha organizado un WorkShop de Danzas Urbanas el próximo domingo 17 de noviembre (de 10.00h a 14.30h) en el Teatro de Jóvenes Artistas Antonio Banderas de ESAEM, en Málaga.
En este evento participarán diferentes profesionales de la danza que se formaron en la escuela valenciana. Entre ellos están Vanesa Martín profesora de Hip Hop en Esaem, Karla Mezquita y Desiré Copete. Todas impartirán sesiones de entrenamiento y coreografías diseñadas específicamente para todos los que decidan apuntarse a la masterclass.
De esta manera, la participación en este workshop tiene un coste de 50 euros y todo el dinero que se recaude irá destinado a Giros Dance Academy y a su restauración.
Asimismo, Esaem también ha habilitado una Fila 0 para que todo el que esté interesado en colaborar con el arreglo de este centro artístico y no vaya a asistir al evento tenga la oportunidad de participar directamente.
En este sentido, la directora de Esaem, Marisa Zafra, ha asegurado que “cualquier donativo es útil para ayudar a los negocios que se han visto afectados por la DANA”. Además, ha añadido que “colaborar con una escuela de danza que tiene un impacto tan positivo en los niños y jóvenes, es esencial”.
Por ello, a su juicio, es un “deber apoyarles para que puedan volver pronto a sus clases y ensayos, sin que el paso de este desastre se lleve consigo sus sueños”.