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La Universidad de Málaga atraviesa uno de sus momentos más complejos a nivel financiero. Tras hacer frente a un importante recorte de su presupuesto anual, ya traza nuevas medidas de ahorro para frenar la deuda. Cuenta además con la ayuda de la Junta de Andalucía, que le concederá un préstamo de 48,5 millones de euros. 

El préstamo tendrá que ser abonado en un plazo máximo de 21 años, con un periodo de carencia de tres años y un interés del 1%. Esta financiación permitirá a la universidad pagar a proveedores y garantizar la estabilidad financiera necesaria para desarrollar sus actividades habituales.

Este aporte económico a la UMA ha sido el tema central de un Consejo de Gobierno extraordinario de la Universidad de Málaga. En él, se han debatido las principales líneas de un plan para la estabilidad financiera de la institución, condición para el préstamo.

Durante el Consejo, el rector, Teo López, ha explicado que esta inyección económica será de carácter finalista, destinada a cubrir los pagos pendientes de las obras de construcción de dos facultades.

Así, de esta cantidad, 27 millones de euros se destinarán a la finalización de las obras de la Facultad de Turismo, 17 millones a la de Filosofía y Letras, y el resto se utilizará para concluir las obras del boulevard universitario.

Esta actuación vendrá acompañada de un importante conjunto de medidas orientadas a la sostenibilidad financiera, "a través de la mejora de los ingresos, la racionalización del gasto y la optimización de los recursos de la universidad".

Ingresos 

Así, el rector ha informado sobre las principales estrategias para aumentar el capítulo de ingresos, destacando un "importante plan de ahorro energético" y la construcción de una nueva residencia de estudiantes que se espera genere un ingreso significativo a través del canon.

Asimismo, la institución renovará la licitación de la Residencia de Estudiantes Jiménez Fraud en 2026, lo que permitirá incrementar sus ingresos. Además, se ha solicitado la autorización para la explotación de la ‘Finca La Máquina Grande’, con el objetivo de destinarla a la explotación de un aparcamiento cercano al aeropuerto, lo que abriría una nueva fuente de ingresos para la universidad.

También se ha avanzado en la licitación del nuevo Paraninfo, cuyo uso se conveniará con una empresa interesada en su explotación para la celebración de espectáculos culturales, generando unos ingresos adicionales.

Otras medidas, como la puesta en marcha de un Centro de Alto Rendimiento y la revisión de convenios de uso de distintos edificios que forman parte del patrimonio de la universidad, entre ellos el edificio de El Palo y el de Martiricos, también sumarán ingresos adicionales.

Reducción del gasto

En cuanto a la racionalización del gasto, la universidad deberá reducir la tasa de reposición de Personal Docente e Investigador y del Personal Técnico y de Gestión y Administración y Servicios, si bien, aprovechando el programa Mari Goyri, la UMA estudiará la incorporación de profesores ayudantes doctores. En lo que respecta al Plan de Ordenación Docente (POD) vigente, el rector ha aclarado que solo se prevén ajustes si las circunstancias lo requieren.

Por otro lado, se llevará a cabo una reducción de los gastos corrientes, que abarcará, fundamentalmente, las áreas de suministros, dietas y otros gastos corrientes, así como una racionalización del gasto en diferentes áreas de gestión, con el fin de garantizar una distribución más eficiente de los recursos disponibles.