Este viernes se estrenó en la gran pantalla 'Napoleón', de Ridley Scott. Y a Málaga llegó el Napoleón del tenis, Nova Djokovic, a conquistar la Copa Davis, la segunda para Serbia. Pero el Martín Carpena, y Málaga, ha sido el Waterloo del de Belgrado, que desperdició tres bolas de partido para meter a su país en la final en su partido individual contra Jannik Sinner, el cuatro del mundo, y claudicó contra el fino el italiano y Lorenzo Sonego también en el dobles. Italia, la vieja Italia, se medirá este domingo a Australia en la gran final.
Se esperaba con impaciencia este día en Málaga. Estaba todo vendido, la tribuna de prensa estaba a reventar. El himno de Italia tronó, menos pegadizo el de Serbia, que volvió a hacer sonar la canción en la que habla de Kosovo como un territorio propio y que ha levantado ampollas.
El plato fuerte llegó sobre las tres de la tarde, cuando Kecmanovic había sumado el primer punto para Serbia y dejaba en bandeja al genio de Belgrado, posiblemente la que termine siendo la mejor raqueta de la historia del tenis, el pase a la final. Y en bandeja lo tuvo cuando después de empatar el primer set se colocó 4-5 y 0-40 en el tercero. Por ahí se le fue a Djokovic la eliminatoria y un trocito más de su ya infinita leyenda.
Sinner le rompió el servicio en el tercer juego para servir con 2-1 a su favor. Estaba fallón el serbio, pero sobre todo con el brazo caliente Sinner. Djokovic mandaba y mandaba bolas a la red. Y Sinner mandaba candela desde el fondo de la pista, movía al serbio a los costados, que se pasaba de frenado devolviendo la pelota. Tenía que resistir Djokovic como pudiera en este inicio de partido. Pero lo que se encontró fue un 4-1 y servicio para Sinner.
Cuando no era la red, a Djokovic se les iban las bolas por el fondo de la pista. Sinner en cambio estaba impecable. No le daba una bola fácil al de Belgrado, que mandaba a la red el 5-1. El se lo llevó Sinner por un claro 6-2. Djokovic siempre estuvo a su merced en esta primera manga. Tenía faena por delante el serbio.
Y la fue resolviendo creciendo en el partido. Empezó a no fallar, a no dejar a Sinner dominar el partido. Rompió el servicio del italiano para ponerse con un 1-4 a su favor. Sin ser brillante, era sólido el serbio, y el que empezaba más errático era Sinner. Se había cambiado la dirección del guion. 2-6 fue el resultado definitivo que acabó con una nueva rotura de 'Nole'. 'Idemo, Nole' (Vamos, Nole), empujab la grada serbia.
El segundo juego del tercer set fue una batalla que se terminó llevando Sinner para mantener su servicio. Un intercambio de golpes fabuloso que amenzaba al italiano con que se le fuera el partido. Pero se agarró con un tenis de muchísima altura para cerrarlo con un ace.
El tercer set fue una batalla entre dos jugadores enormes, enormes. Se exigieron el máximo uno del otro. Dudaba algo más Sinner con su servicio, o lo hacía dudar Djokovic, pero respondía siempre el italiano. El serbio se anotaba su servicio con más claridad, pero Sinner lo obligaba a no fallar, a no relajarse.
Con 3-4 Djokovic tuvo una bola de break a la que reaccionó Sinner como lo que es, uno de los mejores del mundo, con una mentalidad de hierro en estos momentos. Se anotó el juego y el partido siguió adelante con toda la emoción e igualdad posible.
El clímax llegó cuando Djokovic se puso 4-5 y 0-40. Tres bolas de partido para el serbio. Lo levantó Sinner para quedarse con el juego y levantó también a todo el público de sus asientos. Tenía mucho que decir todavía. Y lo dijo en los siguientes juegos. Le rompió el servicio a Djokovic y mantuvo el suyo para llevarse el set, el partido y el punto. Una locura.
La faena previa se la había hecho a Djokovic una de las sensaciones de esta Copa Davis, Miomir Kecmanovic, que lleva dos actuaciones prácticamente inmaculadas durante esta semana en Málaga. Le ganó su punto a Draper en los cuartos de final y en la semifinal hizo lo propio contra Lorenzo Musetti, 27 del mundo, para abrir la eliminatoria con ventaja. El de Carrara es un jugador de muchísima clase, pero la ofrece con cuentagotas, y en esa inconsistencia se le fue el partido y el punto.
Al serbio se le escapó el primer set cuando servía para ganarlo. Musetti le dio la vuelta tirando de todo el talento que tiene en su raqueta, con el revés a una mano llevando la bola a todos los ángulos. El italiano se llevó el tie break de la primera manga por un 9-7 levantando al público de sus asientos en más de una ocasión.
Pudo haber sido un golpe para un jugador más volátil, pero no para Kecmanovic, que ha venido a Málaga con las ideas muy claras. 3-6 en el segundo set y 1-6 en el segundo set con el italiano mermado físicamente. Se plantó en un 0-5. El partido, que se le complicó al principio, terminó siendo un paseo para el 55 del mundo. Está siendo un gregario de mucho nivel para el equipo serbio.
En el dobles definitivo, Sinner-Sonego mostraron una gran conexión entre ambos contra Holanda y no dieron opciones al Kecmanovic-Djokovic. Un contundente 6-3, 6-4 de la genial pareja italiana puso fin al paso de Novak Djokovic por Málaga. Ganado a pulso por los italianos, que se vieron con las maletas hechas pero que el domingo se les puede quedar pequeña con una ensaladera. La Australia de De Miñaur y Popyrin los espera. Dos naciones viejas y laureadas en el deporte de la raqueta que saldrá, una de ellas, campeona de Málaga. Será el último baile.