Mari Carmen Sánchez, abuela de Luis Muñoz, actual jugador del Málaga C.F, es también la abuela de todos los aficionados del equipo, que cada día, en Twitter, interactúan con ella e incluso le hacen preguntas sobre su nieto. "Yo intento contestar a todos siempre hasta donde me permiten contar", dice entre risas Sánchez.
A sus 75 años, Sánchez se considera una apasionada del fútbol. Cuando era pequeña, acompañaba a su hermano, con el que se lleva tres años, a jugar al fútbol como se hacía antes, "en la calle y con el barro hasta las rodillas".
Así, conforme fue creciendo, su hermano siguió desempeñando su carrera futbolística, pero sin llegar a ninguna categoría superior. Sin embargo, el destino quiso adentrarla de nuevo en el mundo futbolero, se casó con un abonado del Málaga C.F. "Desde entonces no me he separado del Málaga C.F, porque malagueña he sido desde que nací", cuenta.
Para colmo, con los años, el arbol genealógico siguió generando malaguistas. Su hijo jugó al fútbol, llegando a tercera división y dos de sus nietos son futbolistas. Uno de ellos es Luis Muñoz, capitán del Málaga C.F. El equipo se fijó en él cuando jugaba en el 26 de febrero cuando solo era un niño, en infantil."Ver a mi nieto Luis debutar en el Camp Nou fue un auténtico sueño. Siempre pensé que empezaría, con suerte, en la Rosaleda. Yo me quería morir viéndolo jugar con esos pedazos de jugadores", cuenta la abuela orgullosa. Además, Mari Carmen resalta que Luis es su nieto popular, pero que el resto han hecho sus carreras y se dedican a otras cosas y son igual de trabajadores que él. "¡No puedo tener más suerte con mis nietos!", espeta con una sonrisa.
El año pasado, cuando la posición en el club de su nieto no estaba del todo clara, Mari Carmen confirmó en redes sociales, incluso antes que el propio Muñoz, que su nieto, por quedarse en el equipo, rechazó interesantísimas propuestas. "Mi nieto podría haberse ido y quizás ganaría mucho más dinero, pero hizo lo que su corazón le dijo. Él es muy agradecido y cuando el Málaga estaba en su peor momento no decidió bajarse del barco. Hubo un tiempo en el que jugó sin cobrar nada. Además, a él le gusta la gente que va de frente y Manolo Gaspar siempre ha sido muy sincero con él", explica.
La abuela twittera
Su andadura en Twitter comienza en 2017, cuando accede a la plataforma. "Me puse de usuaria Abuela de Luis porque es lo que soy, ¿no? Muchos quieren que me ponga abuela malaguista porque me quieren mucho, pero yo lo veo demasiado, sería muy prepotente y yo no soy nadie para ponerme ese nombre", reconoce entre risas.
Esta abuela se maneja muy bien con las nuevas tecnologías porque en 2002, cuando pasaba una grave depresión, se apuntó a un curso de informática que desató en ella una nueva pasión. De hecho, se atreve ya hasta con la edición de vídeo. "Siempre digo que el saber no ocupa lugar. Me encanta aprender", dice.
Así, cuando llegó el boom de los móviles, se abrió su primera red social, Facebook, que controla estupendamente. Sin embargo, su favorita es Twitter, donde cada día aumenta su comunidad. "Si no sé cómo hacer algo en la aplicación, se lo pregunto a mis seguidores y ellos mismos me solucionan el problema", cuenta Mari Carmen, demostrando que es toda una influencer.
"No me gusta que la gente se fije mucho en mí, pero no hay día en el que no me ponga su camiseta", dice Mari Carmen cuando se le pregunta por cómo lleva la fama. Ella siempre ha querido estar en un segundo plano y, la única aparición pública que tuvo fue en un vídeo que le rogó el Málaga para anunciar que Muñoz se quedaba.
Cuando jugaron en Coín un amistoso con el Córdoba, Mari Carmen estaba esperando a que saliese su nieto, cuando un pequeño se le acercó preguntándole si era la abuela de Luis Muñoz. Cuando le dijo que sí, el niño no dudó en pedirle una foto. "Me dio mucha penita, pero le dije que conmigo no. Le prometí que en cuanto saliera mi nieto, si se esperaba, se la haría con él. Y así fue. No pudo irse el chiquillo más contento", relata.
La humildad ante todo
Ella siempre le ha dejado claro a su nieto que siendo él mismo y agradecido, llegaría muy lejos. Y reflejo de ello es que comparte vestuario con Antoñín y Kevin, dos chicos que también salieron del 26 de febrero. "Él les tiene mucho cariño, pese a que son más pequeños que él, son muy amigos y Luis siempre les ayuda en todo lo que pueden. Es bonito verles juntos", dice su abuela.
Además, recuerda como los desaparecidos Casanova y Arnau lo quisieron mucho y lo intentaron llevar a lo más alto. "Yo no tengo duda, Casanova hizo la mejor cantera de España", confiesa.
Así, fuera del campo, Mari Carmen asegura que "su niño" es muy cariñoso, pero sin llegar a ser besucón. Aunque sí que reconoce que alguna vez la ha llamado diciéndole que la recogía para llevarla a comer con la familia. "Es muy familiar, mantiene aún amistades de cuando era pequeño y no se olvida de donde viene. Con su padre está loco. En su casa solo se ve fútbol y documentales", dice.
Respecto a su sueño, Mari Carmen tiene claro que cuando vea ascender a primera el Málaga, con su nieto en el equipo, podrá morirse tranquila. "Quiero ver a todo el equipo subiendo, no solo a mi nieto, porque al final el fútbol es cuestión de once jugadores, no de uno".
Sin embargo, no es partidaria de darle consejos. Cuando Luis tenía que decidir si quedarse en el Málaga o no, le preguntó a su abuela sobre qué hacer. "Haz lo que tu corazón te diga. Y punto", le dijo.
Además, recuerda entre risas una anécdota de cuando Luis era pequeño, ya que siempre ha sido un "loco del balón". "Un día íbamos dando un paseo por Puerto Marina con la familia, porque yo soy de Benalmádena, cuando Luis vio de repente un bolardo negro encima de la acera. Se fue flechado para él y le dio una patada con todas sus fuerzas. Yo pensé que nos íbamos directos al hospital con el pie partido, pero no. Pasamos peor rato nosotros que él", cuenta a carcajadas.