Nada queda de aquel Málaga CF de inicio de temporada. Absolutamente nada. Era un equipo fresco, que ilusionó a la afición y que durante muchas jornadas fue un conjunto imbatido jugando como local. No obstante, también protagonizó la cara menos agraciada del fútbol siendo arrollado en cada visita a un campo rival. Una alternancia fija cada semana. Ahora nada queda del lado más positivo, mientras que el negativo se ha hecho con el control de un club que ya está a ocho puntos de los puestos que dan acceso a luchar por ascender de categoría. Queda lejos y cada jornada que pasa es una oportunidad menos de luchar por cosas grandes.
Natxo González, que firmó por el conjunto malagueño en las últimas horas del jueves, solo pudo dirigir dos entrenamientos y reformar a un equipo que trata de salir de una espiral negativa es imposible en tan poco tiempo. Tocó lo que pudo sin mucho acierto. Colocó a Brandon en la punta con Jairo y Kevin como acompañantes, y apostó por un centro del campo con más toque que capacidad de robar el balón: Ramón, Febas y Jozabed. Sin embargo, el problema más grave lo tiene atrás. El nuevo técnico probó a Escassi-Juande como una nueva pareja de centrales, pero se vieron sobrepasados en numerosas ocasiones.
La oportunidad de poder incorporar a un defensa de garantías acaba este lunes con el cierre del mercado de invierno. Por lo que el futuro se acoge a la capacidad de acierto de Manolo Gaspar. Es cierto que el equipo podría necesitar un refuerzo en cada línea del campo, pero donde lo necesita con mayor urgencia es en la zaga. Los números asustan: el Málaga CF ha recibido en los últimos ocho partidos, desde el Burgos, un total de 19 goles y solo se ha marchado del campo sin recibir ninguno ante el Alcorcón. La primera y única victoria como visitante en lo que va de temporada.
La situación es grave y no viene de ahora. Este tipo de problemas se ponen de manifiesto cuando el ataque no funciona. Si el ataque no funciona, aún más se nota que la defensa hace aguas. La falta de gol es un lastre que lleva pesando muchas jornadas y conseguir algún punto sin acierto en ninguna de las dos áreas es una tarea para atrevidos.
Este domingo fue el turno de Escassi y de Juande en la zaga. Ambos se vieron superados en todos los goles del Mirandés y resulta sorprendente que precisamnete sean ellos dos los que han estado faltos de contundencia. Es más, dos de los tres goles del Mirandés fueron en el área pequeña. Los laterales tampoco se libran. Ninguno de ellos son ni la sombra de lo que han sido en su mejor momento de la temporada. La primera alteración en esta zona fue Peybernes para atrasar la al capitán unos metros. No obstante, el canterano ha abandonado el terreno de juego con lo que parece que han sido molestias musculares. Por lo que todo se agrava aún más.
Y ya no es una cuestión de que la posición de la tabla en la que se encuentren los equipos rivales. Burgos, Amorebieta, Leganés o Mirandés han sido conjuntos que le han ganado al Málaga CF ocupando plazas inferiores a los malagueños en LaLiga SmartBank. Todos ellos iban con una necesidad urgente de buscar puntos y se aprovecharon de las debilidades de su oponente para conseguirlo. El próximo rival es el Zaragoza, solo cuatro puntos por encima del descenso. Y si ganara este lunes (no ha conseguido el triunfo en los últimos cinco encuentros) contra el Ibiza podría superar en la clasificación a los blanquiazules.
Este lunes termina el mercado para conseguir a jugadores que puedan solucionar algunas de las carencias. Por desgracia, son muchas las que tiene el equipo y que se han evidenciado en cuanto el oponente ha mordido de más. Se esperan cambios para el sábado una vez Natxo González haya podido dejar su esencia con más entrenamientos. Sin embargo, esta plantilla, ahora mismo y con la situación actual, no parece suficiente para terminar en una cómoda zona media con la que poder respirar a falta de varias jornadas. El central solo sería una zona por la que empezar, pero no es una mala elección sobre la que construir.