La tarde fue de transistores en los alrededores de Martiricos antes del Málaga y Oviedo y también en el durante. Y lo que se escuchó no fue positivo para el malaguismo. Dos de sus tres rivales jugaban en el turno inmediatamente anterior. El Sporting de Gijón visitaba al Huesca mientras que la Real Sociedad B se medía al Fuenlabrada en el Fernando Torres.
El Sporting empató a uno en El Alcoraz contra un Huesca que no se jugaba nada. Pero con este empate ya tenía un punto más que el Málaga antes de que arrancase el partido en La Rosaleda.
La peor noticia llegó desde Fuenlabrada. En el descuento y con uno más, la Real Sociedad B metió el definitivo 1-2 que dejaba a los de Pablo Guede solo un punto por encima de los puestos de descenso a la hora en que Ávalos Barrera diese el pitido inicial. Era un golpe psicológico al cuadro blanquiazul antes de salir de la caseta. Ese resultado además descendía al Fuenlabrada matemáticamente.
Todo lo que podía salir mal estaba saliendo mal.
El resultado que se dio en La Rosaleda, con empate a cero entre Málaga y Oviedo, teniendo en cuenta lo que pasó en los otros fue otro jarro de agua fría, porque el conjunto blanquiazul se queda solo dos puntos por encima del descenso antes de la visita a otro de los conjuntos de la zona alta, el Tenerife.
A la misma hora que el Málaga el Amorebieta visitaba a uno de los ‘cocos’ de la categoría: el Almería. Pero con el precedente de la jornada anterior, cuando la Real Sociedad B le ganó al Valladolid en Zorrilla, nadie se fiaba de nada. Pero el Almería no dio lugar a la sorpresa y venció 3-0 a los vascos, que ven cómo menguan sus opciones de permanencia. Con esta derrota se quedan con 37 puntos, a cinco de Málaga y Sporting.
Con estos resultados, la pelea por el descenso se que con tres equipos eludiendo una plaza. Sporting y Málaga con 42 y Real Sociedad B con 40.
El Málaga se la jugará la siguiente jornada en Tenerife, el Sporting recibirá al Girona y la Real Sociedad B abrirá la jornada contra el Almería el viernes en el Reale Arena, con los andaluces acariciando el ascenso directo.