Pablo Adrián Guede ya ha dibujado lo que, en principio, quiere que sea su Málaga CF en esta temporada 2022-2023. Línea de tres, ataque y asumir riesgos en defensa. Y un mediapunta, si es posible y la dirección deportiva le concede el capricho. Son algunas de las pinceladas que dejó el técnico blanquiazul en el encuentro con los medios de comunicación el pasado lunes en el estadio de La Rosaleda.
Esa es, a priori, la idea que tiene el entrenador argentino en su cabeza para poner en práctica a partir del 13 de agosto en Burgos, cuando arranque la temporada del Málaga CF. Aunque puede tardar 45 minutos en cambiarlo, tal y como ha demostrado en la breve etapa que ha estado al frente del equipo.
Construyendo el proyecto desde los cimientos, la idea es mantener un portero fijo, que sea el titular. “A mí no me gusta rotar. Hombre, si le meten cuatro… Pero no”. Y del portero, a la línea defensiva. “Me gusta jugar con una línea de tres. Siempre me ha ido bien”, explicó el entrenador, que incluso comentó las variantes que maneja. Entre ellas están las de utilizar a Escassi y a Genaro de centrales, e incluso, en momentos determinados de un partido, en el que haya que atacar sí o sí, situar a Luis Muñoz.
Para armar esa línea de tres, el Málaga se está empleando a fondo en el mercado. Juande, Andrés Caro y Escassi son las piezas con las que cuenta Guede para ese puesto. En la plantilla está el francés Peybernes, pero ya sabe que no se cuenta con él. El club tiene cerrada la llegada Unai Bustinza y se trabaja en la incorporación de otro elemento para el centro de la zaga.
Atacar de manera constante y presionar arriba es otro de los mandamientos que tiene escrito Guede en su libreta. Para ello, el argentino prefiere lo que ahora se llaman laterales altos, es decir, que jueguen más cerca de las posiciones de ataque que de las de defensa.
Las cuatro plazas para los laterales de la plantilla parecen cerradas con el recién llegado Juanfran e Iván Calero en la derecha, y Javi Jiménez y Víctor Olmo en la izquierda. Olmo, canterano, es uno de los ojos derechos del entrenador, que le dio los minutos más importantes que dirigió al frente del Málaga.
Con la premisa del ataque constante, Guede reconoce que tiene que asumir riesgos en defensa. En ese capítulo es donde encajó la posibilidad de que Luis Muñoz pueda jugar de central en determinados momentos. Cuando haya que ir arriba y el capitán comande el ataque desde la última línea.
Y por último, el capricho, “el único capricho” que tiene el preparador argentino y que Manolo Gaspar se resiste a concederle, entre otras cosas, por la escasez de ellos que hay en el mercado: un mediapunta. Ese jugador que, a su juicio, ha ido desapareciendo del mundo del fútbol. Quiere Guede un fino estilista que dé el último pase. Puso nombres con los que compartió vestuario: Sandro, Jurado o el Loco Valdivia. “Los equipos que han ascendido, todos tienen mediapunta”. No le convencen a Guede las variantes que le ofrece la dirección deportiva dentro de la plantilla. Ni Jozabed, ni Dani Lorenzo ni Luis Muñoz cumplen esa función.
Ese es el Málaga que piensa Guede, una idea que intentó en varias ocasiones en los ocho partidos que ha estado al frente del Málaga, como en su debut contra el Valladolid o en Las Palmas. Pero en ambos tuvo que intervenir en el descanso. A ver lo que le dura.