El Málaga CF ha dado a conocer este martes su segunda equipación, con la que jugará algunos partidos de visitante, y esta no ha dejado indiferente a nadie. Desde luego, un éxito del marketing en torno a la pieza, que apuesta por el color ‘vinotinto’ y las rosas en homenaje al estadio La Rosaleda.
Cuando la afición esperaba el retorno del verde y morado a la segunda camiseta, unos colores siempre reclamados por la grada como símbolo de identidad con la ciudad, ya que son los colores de la bandera de Málaga, la segunda zamarra ha roto todos los pronósticos, tanto por el color como por el diseño, ya que también se podía esperar que hummel, la nueva marca que viste al Málaga, tirara de catálogo.
Hay opiniones para todos los gustos, así como memes en las redes sociales. Muy posiblemente el Málaga estrene esta camiseta en la pretemporada, por ejemplo el 30 de julio en el partido que jugará contra el Xerez Deportivo FC en Chapín, ya que los jerezanos visten de azul. Pero por las exigencias de LaLiga, el primer partido oficial del Málaga esta temporada también puede ser con la ‘vinotinto’, ya que el Burgos, local en la primera jornada del campeonato, viste camiseta blanca, algo que ahora es un impedimento para que el Málaga se ponga la blanquiazul.
Como en otros casos, la pelota dirá cómo se recuerda esta camiseta. En la memoria del malaguismo hay algunas inolvidables, más allá de su belleza estética. Son camisetas que han pasado al olimpo de los recuerdos por lo que sucedió en el campo.
Una de ellas es sin duda la segunda equipación con la que el Málaga CF subió a Segunda División en la temporada 1997-98. Aquella de rayas amarillas y celestes de la marca Kelme que caló hondo en la afición malaguista. Por lo diferente y por el momento que representó en la historia del club. La liguilla de ascenso que acabó con el Málaga en Segunda se inició con esa camiseta en Beasain, donde los de Ismael Díaz ganaron 1-2 con Guede como uno de los goleadores.
Otra de las camisetas de visitante que han quedado en el imaginario colectivo de la afición del Málaga es la de la temporada 2006-2007, mitad morada y mitad verde, con las mangas negras, que cumplía con el deseo de volver a esos colores en la segunda zamarra.
De una ejecución cuestionable, en la primera temporada que se utilizó casi acaba con el Málaga en Segunda B. Pero el diseño se mantuvo en la temporada siguiente, la 2007-08, y el equipo volvió a Primera División de la mano de Juan Ramón López Muñiz.
El verde y morado se mantuvo un año más, aunque fue más bien morado con algunos ribetes verdes, pero ya no volvió hasta hace dos temporadas, la 2019-20.
En medio, ha habido multitud de diseños para la segunda camiseta del Málaga, incluso para la tercera, lo que incluso puede llegar a confundir los recuerdos en una época en la que se ha olvidado el purismo en el diseño de uno de los objetos más preciados de los clubes.
El primer objetivo, que dé que hablar, se ha cumplido. El segundo, que quede en la memoria, está en las botas de los jugadores del Málaga.