"Puedes ser importantísimo jugando todos los partidos y también puedes ser muy importante para el grupo cuando no estás participando". Es una frase que se ha escuchado en la Sala de prensa Juan Cortés de La Rosaleda en la presentación de Álex Gallar, Jonás Ramalho, Rubén Yáñez y Esteban Burgos como nuevos jugadores del Málaga CF.
El club dispuso este martes otra presentación múltiple con las cuatro incorporaciones anunciadas el pasado viernes y que cierran la plantilla a falta de alguna maceta en el balcón que termine de adornarlo.
El Málaga ha llenado el vestuario de capitanes, de jugadores veteranos acostumbrados a liderar plantillas y equipos donde han estado. Siete de las diez caras nuevas, incluido Febas, tienen algún ascenso en su palmarés.
Se suman otros líderes que ya había dentro del vestuario como Luis Muñoz, Escassi, Jozabed o Juande. Pero cada domingo solo juegan once. Por lo que alguno de los que están o de los recién llegados puede ser menos protagonista de lo que ha sido hasta ahora con otras camisetas.
Cuestionados sobre si eso puede ser un arma de doble filo, el hecho de que haya tanto gallo en el mismo corral, y puede ser perjudicial para el vestuario, los cuatro han negado la mayor.
Gallar, autor de las primeras palabras, ha explicado que "los cuatro hemos sido suplentes en unos equipos y más titulares en otros", pero que el hecho de sentirse importante, cada uno puede hacerlo desde un rol "diferente". "La cuestión es sumar, porque los que están adentro seguramente puedan ganar un partido, pero entre un equipo, los suplentes son los que al final ganan esos títulos".
"Cuando se han conseguido cosas grandes, es porque ha habido muy buen grupo y esa es la clave para poder competir muy bien", explicaba Rubén Yáñez que dejaba claro que su competencia con Manolo Reina iba a ser sana y que aprenderá de la experiencia del de Villanueva del Trabuco.
Por su parte, Jonás Ramalho, después de contar de que se siente más cómodo de central que de lateral derecho, ya que desde siempre ha jugado en el centro de la zaga, aseguraba que "es bueno que haya competencia", porque es "mucho mejor cuantos mejores jugadores haya en la plantilla", ya que "al que le toque jugar de titular lo va a tener que hacer bien y va a tener que apretar y el que esté en el banquillo seguro que también esté apretando cada día en cada entrenamiento".
Además, el ex de Osasuna puntualizaba que todos llegan "con mucha ilusión y podemos aportar nuestra veteranía y nuestras vivencias y, sobre todo, tirar de los jóvenes para enseñarles lo que es el fútbol, lo complicado que es una carrera".
El argentino Esteban Burgos, que viene de un Eibar construido para ascender y al que se le escapó el ascenso por cuatro minutos contra un equipo ya descendido, como recordó, cree que cada uno tiene que aportar "donde le toque y poner la mejor cara". "El que está fuera tiene que empujar y cuando te toca tenés que dar lo mejor. Yo creo que de eso se trata un equipo".
La disposición y las intenciones son buenas, como se pudo comprobar en una presentación en la que ya sí se habló abiertamente del ascenso a Primera División como el objetivo del Málaga CF. Ahora será Guede el que tendrá que lidiar con el vestuario de autor que él ha configurado.