Este sábado arranca una nueva etapa, inesperada, en La Rosaleda. Nadie contaba con esto con tan solo siete jornadas de Liga, pero el mal inicio de temporada del Málaga CF ha triturado al primer entrenador del curso, Pablo Guede, y en la tarde de este sábado se estrena en Martiricos Pepe Mel, que el miércoles asumió las riendas del equipo y, tras tres entrenamientos, se enfrenta a su primer envite con la obligación de sumar los tres puntos, que es lo que necesitan los blanquiazules. Con Mel en el campo, fue la última victoria del Málaga ante los suyos. Hace un mundo, por eso no se puede esperar más.
El Málaga recibe a partir de las 18:30 al Villarreal B en un estadio de La Rosaleda que espera con ansiedad la victoria de los suyos. Y eso, porque la última vez que celebró los tres puntos fue en el mes de noviembre de 2021, contra la UD Las Palmas, adiestrada precisamente por el entrenador madrileño. Las prisas también la provocan el mal inicio de campeonato, con cinco derrotas en seis partidos y muy malas sensaciones en todos los partidos.
Parecía claro que la recete pasaba por un cambio en el banquillo, con un Guede que anunció que esta tarde estará en la grada como un hincha más, con los cinco abonos que tiene su familia, incapaz de dar con la tecla. Ahora llega el turno de Pepe Mel, que estaba esperando en la banda desde hacía varias jornadas ante el más que posible desenlace.
Mel llega con tres consignas claras para su estreno: Limpiar la cabeza de los jugadores, optimismo para afrontar el partido, y ser un equipo compacto que minimice los errores que lo han condenado. Esos han sido los mensajes que ha trasladado en las dos ruedas de prensa que ha ofrecido en tres días. Una de presentación y la otra la que obliga LaLiga previa a los partidos.
En cuanto al aspecto deportivo, el Málaga llega con la defensa en cuadro. Ni Esteban Burgos ni Ramalho se recuperan, ni Juande las tiene todas consigo, y Bustinza está sancionado por la expulsión con doble amarilla en Tenerife. Tampoco está sano Andrés Caro. Esto obligará a Mel a formar un centro de la defensa sin defensas puros en la primera plantilla. "A mí no se me caen prendas en poner a un chaval de 17 años".
Estas declaraciones abren la puerta de la titularidad a Moussa e incluso a Murillo, que ha entrenado a las órdenes de Mel estos tres días.
Con esas bajas, un posible once podría ser el compuesto por Manolo Reina o Yáñez, hay que ver por quién se decanta el nuevo entrenador; Juanfran y Javi Jiménez en los laterales, Escassi y Moussa Diarra en el centro, aunque también podría jugar Genaro, N'Diaye, Febas, Jozabed y Gallar, y arriba Rubén Castro y Fran Sol.
Aunque todo es una incógnita, ya que es el primer once de la era Mel, al que le gusta jugar con un 1-4-2-3-1, pero que también se decanta por un 1-4-4-2.
El rival
Enfrente estará un Villarreal B que juega y llega a Málaga sin complejos y con una amenaza: Javier Ontiveros. El marbellí, después de darse la vuelta con el coche cuando se dirigía a Málaga para firmar por la entidad de Martiricos y cogió la dirección de Pamplona, se enfrentará por primera vez a sus ex y, sobre todo, a una afición que todavía espera este momento. Ontiveros está saliendo desde banquillo en estos primeros partidos.
El filial amarillo, adiestrado por Miguel Álvarez, es un equipo muy peligroso a la contra pero con los errores habituales provocados por la bisoñez de sus jugadores. Llega a este partido tras haber ganado 3-1 al Lugo y sin la presión que recae sobre el resto de equipos por los resultados.
Los amarillos son el equipo más goleador del campeonato con once goles a su favor, pero también se dejan espacios que le han costado diez dianas en contra. El Málaga tiene 12.
Ambos equipos nunca se han enfrentado en partido oficial, por lo que el que dirija García Verduras, del colegio catalán y que también estará en el punto de mira tras lo sucedido en Tenerife, será la primera vez entre ambos.
Una primera vez que para el Málaga CF es clave para enderezar el rumbo.