El Málaga CF puede ponerle el broche a la temporada en el primer fin de semana de marzo. El domingo 5 visitará La Rosaleda el Racing de Santander con ocho puntos de ventaja sobre el equipo de Pellicer después del rejonazo recibido en el partido de Los Cármenes. Quizás, la derrota más dolorosa de este curso. En el minuto 90, pero con el mismo argumento de siempre: un regalo que costó el partido. Esta vez llevó el nombre de Genaro.
No hay un guion que no se le tuerza al Málaga, que fue de menos a más contra el mejor equipo local de la categoría. Pero que acabó como casi todos los que han pasado por Los Cármenes. Que fuera el primer gol en lo que va de curso de Sergio Ruiz añade crueldad a la trama. Pero esa es la historia del equipo de Martiricos durante toda la temporada.
De nuevo intervino Pellicer en el once. En defensa sacrificó a Juande por Esteban Burgos, que formó pareja con Ramalho en el centro de la zaga, con Delmás y Cristian en los laterales. Por delante, una línea de cuatro con Febas y Villalba en las bandas y Genaro y Escassi en el centro, a la misma altura. Los galones del paleño, al verde. Arriba, novedad en la dupla atacante: Rubén Castro y Lago Junior, los goleadores contra el Zaragoza, eran los hombres más adelantos. Fran Sol y N'Diaye junto al mencionado Juande eran los sacrificados.
El encuentro empezó como se podía esperar. Con el Granada al ataque y el Málaga desajustado, concediendo dos ocasiones claras. La segunda dio lugar a un milagro de Rubén Yáñez, que sacó con los pies lo que era el 1-0 cantadísimo. Pero esta vez no entró. A raíz de ahí, el Málaga fue cerrando vías, ajustando las líneas y dejó de sufrir.
Era inevitable que el Granada, con el potencial ofensivo que tiene su plantilla, generara más peligro, pero Yáñez no volvió a ser puesto a prueba en la primera mitad. Los de Paco López movían la pelota de un lado a otro, o intentaban ataques más directos, pero se fue asentando el Málaga en el terreno de juego.
Otra historia fue lo que generó en ataque el equipo de Pellicer. Nada. Era incapaz el Málaga de encontrar a hombres como Villalba o Febas para generar juego. ¿El motivo? Escassi hacía de tercer centrar para sacar la pelota, pero el Granada presionaba muy arriba. Genaro se quedaba solo en la medular y era difícil encontrar a Villalba en la derecha, donde intentaba el Málaga sacar la pelota. Cristian, una bendición su presencia en el once como lateral izquierdo, lo intentaba por su lado dando profundidad y anchura al equipo, pero se llenó de balón en un par de ocasiones que tuvo para poner la pelota en el área.
La mejor noticia, el Málaga llegó en pie al descanso y había desactivado al Granada.
Tras el descanso, Paco López tuvo poca paciencia y solo esperó cinco minutos para hacer un triple cambio, entre ellos del malagueño Bryan Zaragoza, que cogió el sitio de un Quini al que Febas trajo de cabeza. Pero lo que vino la mejor ocasión del Málaga, con Lago Junior colándose hasta la cocina y pegando un zapatazo que Raúl Fernández repelió. Abusó de la pelota Junior, que tenía opciones en el área. Después de esa ocasión, al Málaga le seguía costando un mundo pisar el área granadina.
En el 67' las malas noticias se sucedieron para el Málaga. Primero, Febas llegó tarde a una acción y vio la quinta amarilla. Acto seguido, con Fran Sol y Luis Muñoz esperando en la banda para entrar, Cristian se echó al suelo lesionado. Pellicer metió al delantero por Rubén Castro, pero se guardó el cambio del capitán. Javi Jiménez entró por Cristian. Con los cambios, Lago Junior se fue a la derecha y Fran Villalba a la izquierda. Febas formó pareja de ataque con Fran Sol.
El susto llegó en el minuto 78, cuando una mala salida de Rubén Yáñez, que no se quedó con la pelota, permitió el remate al palo de Weismann. Pero el portero tardó poco en ponerse la capa. Un centro cargado de veneno de Bryan Zaragoza, un diablo por la derecha, la remató el pichichi de Segunda, Uzuni, como mandan los cánones. Yáñez respondió abajo con un paradón.
Lejos de eso, el Málaga sostenía al Granada, le cerraba los carriles centrales y Callejón se había retirado del campo sin que sus compañeros consiguiesen encontrarle con claridad.
Pero la historia del Málaga parece estar escrita. Esta vez le tocó a Genaro. Se durmió en los laureles en el centro del campo y le robaron la cartera. La contra la llevó el Granada por la banda izquierda y la pelota acabó en los pies de Uzuni, que la puso atrás para que Sergio Ruiz la empujara y le metiera un rejonazo al equipo de Pellicer. Era el minuto 90. Por primera vez se escuchó en Los Cármenes más a la afición local que a la sufrida hinchada malaguista, que se viene de vacío del derbi andaluz.
Con esta derrota, el partido contra el Racing de Santander el próximo domingo en La Rosaleda puede ser definitivo.
Ficha técnica:
1. Granada: Raúl Fernández; Quini (Torrente, m.53), Cabaco (Antonio Puertas, m.79), Ignasi Miquel, Carlos Neva; Bodiger (Sergio Ruiz, m.53), Pol Lozano, Melendo (Bryan, m.53), Callejón (Famara, m.79); Uzuni y Weissman.
0. Málaga: Yáñez; Delmás, Ramalho, Burgos, Cristian (Javi Jiménez, m.69); Escassi (Álex Gallar, m.79), Genaro, Fran Villalba (Luis Muñoz, m.79), Febas (Loren, m.90); Lago Junior y Rubén Castro (Fran Sol, m.69).
Gol: 1-0, m.90: Sergio Ruiz.
Árbitro: Hernández Maeso (C. Extremeño). Mostró cartulina amarilla a los locales Quini (m.29), Carlos Neva (m.46+), Ignasi Miquel (m. 80) y Famara (m.89), y al visitante Febas (m.68)
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 29 disputado en el Estadio Nuevo Los Cármenes ante 19.500 espectadores (lleno), casi mil de ellos seguidores del Málaga.