Para hacer buena tanto la victoria contra el Leganés, el ambiente de optimismo que rodea ahora mismo al Málaga CF, y la teoría de los bloques que ha elaborado Sergio Pellicer para alcanzar la permanencia, el conjunto blanquiazul tiene delante en las próximas dos jornadas a su peor enemigo: jugar como visitante.
Los blanquiazules afrontan ahora dos jornadas consecutivas fuera de La Rosaleda. El Domingo de Ramos a partir de las 18:30 horas en Andorra; y el Viernes Santo a las 21:00 horas en La Cerámica contra el Villarreal B.
El Málaga es el peor visitante de la categoría esta temporada, así lo dicen los números. Los blanquiazules solo han ganado un partido lejos de La Rosaleda y han empatado otros cinco, lo que suponen ocho puntos en su casillero. Lugo e Ibiza tienen nueve.
Los malaguistas solo han ganado fuera de casa en la tercera jornada del campeonato, cuando se impusieron con solvencia al Mirandés por 1-3. Fue la única alegría que se llevó Pablo Guede esta temporada antes de dejar el banquillo blanquiazul. Eso fue en el mes de agosto. De no ser por la sequía, mucho habría llovido.
En la etapa de Pepe Mel, el conjunto malacitano sumó tres empates como visitante. En Santander, en Zaragoza y en Ibiza. Uno de ellos, el de La Romareda, en inferioridad numérica por la expulsión de Javi Jiménez y adelantándose en el marcador.
Pellicer no ha sido capaz todavía tampoco de conseguir la victoria como visitante. El tercer inquilino del banquillo malaguista solo lleva dos puntos como visitante, los conquistados en Gijón en su debut y el meritorio de Las Palmas cuando los canarios defendía el liderato. Queda la duda de lo que hubiese ocurrido en Albacete, donde el Málaga remontó el 1-0 para ponerse 1-2 y Luis Muñoz vio la roja dejando al equipo más de medio partido con diez, costándole la derrota.
Sea como fuere, el Málaga es el peor equipo lejos de su estadio y ese es uno de los motivos de que el cuadro ahora adiestrado por Pellicer esté donde está.
Los números en cuanto a goles mejoran notablemente, pero eso no se traduce en puntos para el zurrón malaguista.
En cuanto a goles marcados, el Málaga lleva doce a favor, más que siete equipos de la categoría y los mismos que otros cinco. Y le han metido menos goles que a seis equipos de Segunda.
Esas cifras goleadoras le tienen que servir al Málaga para convertirlas en puntos mantengan al equipo vivo en la categoría y se cumpla la teoría de los bloques de tres partidos en los que Pellicer dividió el tramo final del curso y en los que tenía que sumar siete puntos en cada uno.
El segundo bloque empieza el domingo, a priori con todo en contra, pero el fútbol también es un estado de ánimo, y el del Málaga ahora mismo es óptimo.