La próxima estación del milagro en el que está inmerso el Málaga CF es Lugo. El equipo blanquiazul está obligado a conseguir su tercera victoria consecutiva, tres temporadas después, para seguir apretando la pelea por la permanencia y meterle toda la presión a sus rivales.

El partido de Lugo llega en el mejor momento de la temporada de este Málaga que ha dejado los deberes para demasiado tarde, porque ya no solo lo salvará la aplicación del mal estudiante, sino la fe y la pizca de suerte que necesita para obrar el milagro que supondría quedarse en Segunda División. Lo tiene que ganar todo.

Es el mejor momento de juego del equipo de Sergio Pellicer, que ha encontrado un esquema donde se notan poco las variantes que tiene que introducir por lesiones o sanciones, y firma una sola derrota en seis partidos, con empates contra aspirantes a todo, como Las Palmas o Levante.

El Málaga tiene la posibilidad de colocarse a dos puntos del Racing de Santander, que recibe al Granada en El Sardinero conociendo el resultado blanquiazul, y de dejar atrás a la Ponferradina, que cayó este sábado en El Toralín contra el Andorra. También falló el Sporting de Gijón, que podría quedarse a seis puntos. Todo suma.

El once

Sergio Pellicer podría repetir el once que se impuso al Cartagena en La Rosaleda y que hizo lo propio en La Cerámica contra el Villarreal B, ya que Lago Junior tampoco ha llegado al partido del Anxo Carro. Tampoco ha viajado a Lugo Luis Muñoz, con molestias musculares.

Una novedad en la convocatoria es la presencia de Carlos López, portero del Atlético Malagueño, que ocupa el lugar del sancionado Manolo Reina.

La principal duda está en la zaga, donde el buen rendimiento de Ramalho podría devolverlo al once en detrimento de alguno de sus compañeros que forman la línea de tres atrás: Juande, Escassi y Esteban Burgos.

Los bajitos continuarán en la sala de máquinas. Ramón, Febas y Villalba son los que le dan cuerda al reloj de este equipo, donde el vuelo por los carriles es cosa de Delmás y Cristian.

Chavarría y Rubén Castro se han convertido en inamovibles arriba.

El rival

El Málaga puede ser el equipo que le dé la puntilla al Lugo, su rival de este domingo, al que solo le vale ganar. Todo lo que no sea sumar los tres puntos lo convertirá matemáticamente en equipo de Primera RFEF.

Los gallegos llevan cuatro entrenadores en una temporada y han sido incapaces de levantar cabeza en todo el curso, por lo que virtualmente ya hace varias jornadas que son un equipo descendido, solo a expensas de las matemáticas. Son colistas, con 27 puntos.

Unas matemáticas que se han puesto de cara al Málaga para intentar pelear hasta el final continuar en el fútbol profesional la temporada que viene. Eso es lo que quieren y sueñan los cientos de malaguistas que se han cruzado España entera para estar en las gradas del Anxo Carro y ser testigos de una victoria de los suyos. No se puede fallar.