Ha encontrado Sergio Pellicer su once tipo para sacar al Málaga CF del agujero y va camino de conseguirlo, siendo consciente de la dificultad de la empresa. Pero en Lugo ha sufrido un serio revés, porque el hombre marca el ritmo blanquiazul, el que por fin ha encontrado su sitio y la continuidad después de mucho tiempo, Ramón, cayó lesionado en la primera mitad del partido del Anxo Carro contra el Lugo y tiene al malaguismo en vilo.
En el minuto 40', poco después de eclosión de júbilo por los dos goles consecutivos que dejaban encarrilada la tercera consecutiva del equipo, Ramón se echó al césped y su cara no era de alegría precisamente. Se tocaba el cuádriceps derecho y decía que no con la cabeza cuando se le acercaba un compañero.
Entraron las asistencias, lo levantaron para irse andando pero se tuvo que parar y tirarse de nuevo al césped. Se echaba las manos a la cabeza y el fisio del Málaga le levantaba las piernas para agitársela. De dolor, confirmó después Pellicer en rueda de prensa, se estaba mareando. Salió del rectángulo de juego y se fue en camilla camino de los vestuarios.
A falta de hacerle pruebas cuando esté de nuevo en Málaga, las sensaciones no son buenas y puede que Ramón se pierda al menos el partido contra el Huesca en La Rosaleda.
El de Órgiva se ha hecho con el puesto de pivote gracias a la confianza que le da Sergio Pellicer. Escoltado por Febas y Villalba en la creación, contra el Cartagena jugó los 90 minutos después de que el técnico de Nules, lo fuese dosificando desde que le diera la titularidad en Las Palmas, hace siete jornadas.
El sitio de Ramón lo ocupó Jozabed, una declaración de intenciones de Pellicer, que siguió apostando por jugadores con buen pie en lugar de más músculo, a pesar de que el Málaga ya ganaba 0-2.
Cuando Ramón se echó al suelo, se le torció el gesto al malaguismo.