Tenía que ganar el Málaga CF sí o sí en la matinal del domingo y lo hizo casi sin despeinarse, siguiendo su plan de dominar el partido desde la pelota y sin rival enfrente, porque el Atlético Baleares no mostró oposición alguna en toda la mañana. 3-0 con dos goles de Roberto y uno de Ofoli en propia puerta sellan una victoria que mantiene al Málaga tercero y permite a La Rosaleda terminar haciendo la ola festejando un triunfo de los suyos. 

El Málaga dominó de cabo a rabo el partido, marcó tres pero pudieron ser algunos más, el propio Roberto, Dioni o Aarón Ochoa tuvieron las suyas para ampliar la renta. Se quedó en tres y bien hará le conjunto blanquiazul en guardarse goles para todas las batallas que le quedan por delante, donde habrá enemigos con más malas intenciones que el conjunto mallorquín.

Para encarar el partido Sergio Pellicer apostó por volver al sistema más habitual esta temporada con una línea de cuatro atrás, doble pivote y tres mediapuntas. Herrero estuvo escoltado por Gabilondo, Nelson, Einar y Dani Sánchez. Genaro y Manu Molina hicieron y deshicieron en la medular con Ferreiro -primera titularidad-, Dioni y Kevin en la mediapunta por detrás de Roberto. 

El ambiente no era el de otras jornadas en La Rosaleda. Al ya clásico 'Sarà perché ti amo' previo a los inicios de los partidos le costó arrancar y casi no se termina. Tampoco estalló el 'Málaga la bombonera...". El ambiente lo tenía que dar el equipo. Aun así, 20.988 malaguistas pasaron por los tornos del estadio para dejar otro aspecto en las gradas de partido de categoría superior. 

Entró el Málaga mandando, como se esperaba, como acostumbra en La Rosaleda, y el Atlético Baleares perdiendo tiempo desde el inicio. A los 8' tuvo Kevin la primera después de que Roberto y Dioni no se entendieran en el punto de penalti. Estaban en una posición inmejorable para rematar la pelota que llegaba desde la derecha. 

En ataque el Málaga se dibujaba de otra manera. Dani Sánchez se iba metía entre Dioni y Kevin y bien Genaro, bien Manu Molina se colocaban como tercer centrar para inciar la creación de juego. Llegaba siempre arriba el Málaga con muchos hombres de esta manera. En la derecha era Ferreiro el que se metía por dentro y dejaba la cal a Gabilondo. Pero el ritmo de partida era lento. El Málaga no circulaba rápido. Hasta que Gabilondo rebañó un balón al espacio que había interceptado la defensa y se la daba a Manu Molina, que de primeras se la daba a Ferreiro que sorprendía entrando desde atrás. La puso como mandan los cánones y Roberto la mandó para dentro. Suma y sigue el de Puente Genil. Era el décimo de la temporada. Pero le parecieron pocos.

Manu Molina, como ha hecho en más de una ocasión esta temporada, en Murcia en concreto. Sacó un córner por el libro, al primer palo. Allí Roberto para poner el segundo con un testarazo de lo de foto. Era el minuto 20. En cuatro minutos, el Málaga encarrilaba el partido. Ahora sí, La Rosaleda era una fiesta. Entre Roberto y la grada animación la pusieron a botar. 

Se soltó algo más el Baleares saliendo de la cueva pero era el Málaga el que seguía dominando. Dioni en el 28' se encontró un balón que no esperaba y lo controló con la zurda. El remate con la derecha demostró cuál es su arma letal. Una ocasión muy clara.

En el 31' el voraz Roberto volvió a estar otra vez en su sitio para rematar al larguero debajo de la portería. Fue una contra muy bien llevada entre Kevin y Dioni por la izquierda. 

El monólogo del Málaga continuó hasta el descanso, con menos profundidad, moviendo la pelota con calma, intentando buscar los huecos. Pero el Baleares tampoco dio ningún paso adelante. Consideraba que el 2-0 todavía lo mantenía en el partido si podía pescar algo. Una indecisión entre Manu Molina y Genaro la arregló Nelson Monte cuando podía haber sido una ocasión peligrosa. Pero el Málaga era muy superior frente a un rival sin colmillo.

La segunda parte arrancó con un arrebato de Kevin que sacó un zapatazo desde la esquina del área obligando a Ramón Vila a la estirada. Y continuó con el Málaga bajando el ritmo del partido, con el Atlético Baleares que había decidido que todavía no era su momento. En esas, Kevin y Dani Sánchez se entendieron por la izquierda y apareció otra vez Roberto en el primer palo para rematar desviado. Fue lo penúltimo que hizo en el partido. Lo último, poner en pie a La Rosaleda cuando fue sustituido. Junto a él se fue Ferreiro tras jugar los 60' de rigor y entraron Larrubia y Dani Lorenzo. Dos jugones para buscar un dominio todavía mayor. 

En el 65' la fortuna se alió con el Málaga. Larrubia la puso desde donde acostumbra con la zurda. El centro iba con rosca hacia adentro, y Ofoli se lo metió de cabeza en su portería. 

El partido se volvió algo más impreciso, con el Málaga siempre mandando pero sin alardes en ataque. Los cambios no dieron nada nuevo. Debutó Avilés y volvió a tener minutos Aarón Ochoa. El Baleares casi encuentra el gol en un córner en el 87'. Antes, La Rosaleda ya había hecho la ola. Y mientras sonaba el himno en las gradas Gabilondo, que se quedó a vivir en la zona de ataque, le puso un caramelo a Ochoa que desde el punto de penalti remató mal. Tenía tiempo hasta de pararla. 

Y así se fue otro partido en el que el Málaga cumplió con su obligación de ganar, dejando por segunda vez la portería a cero, catapultando a Roberto a lo que, si sigue de esta manera, está llamado a ser uno de los goleadores de la categoría al final del curso, y recortándole dos puntos al Castellón, que sigue estando lejísimos. 

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