El Málaga CF salvó una tarde complicada en Sanlúcar de Barrameda empatando a cero contra el Atlético Sanluqueño, un equipo que con este partido acumula ocho partidos sin perder, que puso en aprietos a los blanquiazules y también vieron cómo Dioni tuvo un par de ocaciones muy claras para adelantar a los malagueños, que protestaron un penalti muy claro a Avilés en la segunda mitad.
Con el empate, el Málaga ahora es cuarto en solitario tras la victoria del Córdoba y después de un partido en el que le faltó algo de ambición en la segunda mitad y en el que el Sanluqueño lo puso en muchos apuros durante un tramo del partido, estrellando un balón en la madera. Los de Abel Segovia tuvieron el control del partido durante muchos minutos y corroboraron el buen momento de forma en el que se encuentran.
Sergio Pellicer apostó por un once muy ofensivo para afrontar la cita de Sanlúcar. Apostó por retrasar a Dani Lorenzo al pivote y meter en el once a Larrubia como aguador de Dioni y los extremos. Alfonso Herrero como siempre estuvo bajo palos, Gabilondo, Nelson, Einar y Víctor García formaron la línea de cuatro atrás con Genaro y Dani Lorenzo por delante. Larrubia en la media punta con Kevin y Ferreiro en los extremos y Dioni en punta de ataque.
La afición malaguista copó las calles de la ciudad gaditana desde el sábado, pero el desembarco de la mayor parte de los más de mil malaguistas llegó el domingo a los alrededores de El Palmar para llenar un fondo y medio lateral del estadio sanluqueño.
El partido empezó según el guion previsto. Con el Sanluqueño moviendo la pelota y el Málaga buscando robar lo más arriba posible. Pero la primera fue para los locales, con un cabezazo de Nacho Ramón que se le fue alto.
El partido empezó según el guion previsto. Con el Sanluqueño moviendo la pelota y el Málaga buscando robar lo más arriba posible. Pero la primera fue para los locales, con un cabezazo de Nacho Román que se le fue alto.
El partido fue trabado en su primer tramo, con dos equipos intentando tener la pelota pero sin llegar a tener fluidez ninguno de los dos. A punto estuvo el Málaga de buscarle las vueltas al Sanluqueño con varios robos de balón peligrosos, desaprovechados por Dioni y Ferreiro. Los locales pisaron el área malaguista con peligro en varias ocasiones, obligando a sacar agua incluso hasta Kevin, que desbarató un ocasión clarísima en el 25 cuando Joaquín esperaba por delante del punto de penalti para reventar la pelota.
El clímax de la primera mitad llegó a la media hora, cuando a Dioni, casi desde la línea de fondo, se le paseó la pelota por toda la línea de gol y la respuesta fue un mano a mano de Zelu, cantarano malaguista, con Alfonso Herrero que mandó alto después de ganarle la partida a Gabilondo.
Pero no. No iba a ser el clímax porque lo siguiente fue una contra lanzada de un forma inteligentísima por Dioni, ganando la posición y la pelota sólo cuerpeando, para dársela a Ferreiro. El gallego la puso atrás donde llegó como le gustaría a cualquiera Genaro, que con el interior dirigió la pelota a la escuadra. Pero Samu Pérez voló para mandarla a córner. El Málaga cada vez estaba más cómodo en el campo. No Víctor García con una entrada durísima y a destiempo en territorio local que le costó la amarilla.
En el 40’ fue Carbonell llegando desde atrás el que la mandó a la izquierda de Alfonso Herrero. Siempre que podía, el Sanluqueño salía con mucho peligro. Y con un par de sustos más del Sanluqueño, y Larrubia durmiéndose al borde del área, se llegó al descanso en una tarde de fútbol muy entretenida en su primera mitad.
Dominio del Sanluqueño y penalti claro a Avilés
Pellicer movió ficha en el descanso retirando a un errático Larrubia, al que le faltó acierto en el último pase, y metió en el campo a Javi Avilés. Se colocó de 9 y Dioni cogía el puesto de ’10’. A la hora de defender era un 1-4-4-2. Ambos empezaron a entenderse rápido porque en el 50 Dioni estrelló en lateral de la red una buena conminación entre ambos. Sólo había un equipo en el césped en los primeros compases, era el Málaga, mandón, generando en ataque.
Pero el peligro de verdad llegó en el 55' a la portería de Herrero, cuando Einar sacó con la coronilla un balón envenenado que Ramón esperaba en el segundo palo. Se había venido arriba el conjunto local, que obligó a Nelson Monte a sacar otro balón muy peligroso. El Sanluqueño siempre llegaba con muchos hombres al área malaguista.
En el 66’ la volvió a tener Dioni con un doble remate dentro del área que acabó en córner. Fue la más clara de la segunda mitad para el Málaga. A continuación, Pellicer movió ficha sacando del campo a Dioni y Ferreiro por Juan Hernández y Juanpe. El jerezano se situaba en el pivote y Dani Lorenzo adelantaba la posición. Ganaba verticalidad el Málaga con estos cambios, que había que demostrar en el césped.
Se había desconectado el Málaga. Había incluso varias desconexiones en defensa que costaron una ocasión clarísimo que obligaron al milagro rutinario de Alfonso Herrero, que se tiró con todo para tapar el disparo de Ramón.
Tras un parón en el que se fue Vacas, el Sanluqueño estrelló la pelota en el poste. Bastida disparó desde la izquierda y el palo repelió el balón. En la contra. El Málaga respondió con una contra en la que protestó penalti a Avilés, al que trastabillaron en el remate sólo delante de Samu. La infracción, en las repiticiones, pareció muy clara.
Pero era el Sanluqueño el que marcaba el ritmo en los últimos minutos, y daba por bueno el empate con Samu perdiendo tiempo cada vez que tenía que sacar. Tampoco se daba muchas prisas el Málaga. Hombres como Juan Hernández o Juanpe habían pasado sin pena ni gloria por el césped de El Palmar. No aportaron ninguna solución. No mejoraron al equipo. Aunque Hernández fue el que tuvo la última de un Málaga al que le faltó ambición por momentos, que supo sufrir ante un equipo con colmillo en ataque y que desaprovecha la oportunidad de recortarle dos puntos al Ibiza y colocarse a dos, lo que sí hizo el Córdoba, que ahora es tercero en solitario. No fue el mejor día del Málaga.