El Málaga CF tiene un hueso duro de roer este próximo domingo en el Cerro del Espino contra el Atlético de Madrid B, al que derrotó en la última jugada del partido de la primera vuelta con un cabezazo de Einar Galilea que desató la locura.
Era la primera victoria de la temporada. Sirvió para empezar el mejor momento de los blanquiazules este curso, el de las cinco victorias consecutivas tras la derrota en el debut en Castellón. Ahora, el filial colchonero puede certificar la peor racha de los malaguistas, justo en el peor momento.
El conjunto malagueño acumula tres jornadas consecutivas sin ganar, tres empates contras Algeciras, Linares y Ceuta, los dos últimos en La Rosaleda. Tres puntos de nueve justo cuando Sergio Pellicer situó el momento clave de la temporada, las tres últimas jornadas.
Se trata de una secuencia que el Málaga ya ha repetido en dos ocasiones en este curso. Primero, entre las jornadas 11 y 13, cuando empató de manera consecutiva contra Córdoba e Ibiza, y cayó contra pronóstico en La Rosaleda contra el Alcoyano por 1-2, en el que fue el primer jarro de agua fría de la temporada 2023-2024. Fueron dos puntos de nueve.
La siguiente secuencia de tres partidos sin ganar le costó al Málaga decir adiós al ascenso directo. Entre las jornadas 18 y 20 el Málaga empató contra el Intercity en Alicante, perdió en Ceuta 3-2 en el Alfonso Murube para cerrar la primera vuelta y volvió a caer frente al Castellón en La Rosaleda, perdiendo definitivamente la estela de los de La Plana.
Ahora, el Málaga ya no tiene más margen de error si no quiere que los nervios empiecen a apoderarse del malaguismo, que ahora mismo ve a los suyos impotentes, incapaces de ganar un partido.
Los filiales son un melón sin abrir, se crecen contra rivales de renombre como es este Málaga en Primera RFEF. El Atlético de Madrid B es noveno a ocho puntos del playoff y espera al Málaga después de dos victorias consecutivas contra Intercity y Sanluqueño, una racha que hasta ahora no ha mejorado esta temporada. Por tanto, los de Pellicer están en el alambre en el momento más inoportuno, aunque no parece que peligre su plaza final en el playoff.