En un hotel de Chiclana en los que les ponen la pulsera a los clientes, varias familias habían cargado las maletas con camisetas del Málaga, todos convencidos por un miembro de la expedición, abonado malaguista de los ‘jartibles’. A eso de las once y media de la noche, niños y mayores estaban tirados por el suelo. Antoñito Cordero había marcado el 2-1 de penalti en el 92’ para darle la primera victoria de la temporada al Málaga CF en una noche en la que sobrevivió a todas las desgracias, en un ejercicio de supervivencia encomiable.
A saber, por orden. Se repuso a un gol a los diez minutos con un tanto de Dioni. No notó la inferioridad numérica más de una parte cuando cuando Álex Pastor vio la roja directa en el 40’. Herrero paró un penalti. Cuando había tres cambios preparados, Víctor García se tiró al suelo lesionado y cambió el guion de Pellicer.
A todo eso se impuso el Málaga con el descaro de un chaval de 17 años que podría haber estado esa misma noche en el FC Barcelona, pero al que el Málaga quiere amarrar como uno de sus pilares de futuro. Le dio el ascenso. Ahora la primera victoria en Segunda.
Tocó, como en cada jornada, el once Pellicer. Nelson por Einar en el centro de la zaga, Sangalli al lado de Manu Molina, Cordero por Kevin y Dioni arriba en lugar de Baturina. Se mantuvo Puga en el lateral derecho.
El Albacete salió ejecutando su planta a la perfección desde el principio. Poco margen de maniobra a los de Pellicer y salir como flechas. Y a los diez minutos clavaron la primera. Un mal despeje de Alfonso Herrero propició una contra imparable del conjunto manchego. Fidel quebró a trompicones a Pastor y se la dio a Lazo que llegaba volando por la izquierda. Para dentro.
Pero el Málaga tiene a Dioni. Un viejo rockero, un obrero del gol. Un balón largo de Cordero que cayó llovido y se comió Ros. Dioni se la llevó de cabeza y metió el cuerpo para amoldársela en dos toques con la derecha antes de mandarla a guardar. Es Dioni. El ‘9’ del Málaga.
El empate frenó el ímpetu inicial del Albacete e igualó las fuerzas. Bajaron las revoluciones del encuentro y el juego se volvió algo trabado. A la media hora fue el Málaga el que contragolpeó y Larrubia tardó en acomodársela a la derecha y Lizoain repelió con los puños.
Por entonces, el Málaga había dejado de ir arriba a presionar y tenía las posaderas bien ancladas en su campo. Era un forma de frenar las transiciones del Albacete. Pero una vez conseguido eso, Álex Pastor tiró al traste todo el trabajo con una entrada durísima con los dos pies por delante cerca del córner. Cuando mejor estaba el Málaga. Después de que Antoñito Cordero se cruzase el campo con un disparo forzado con la zurda, Pellicer reaccionó retirando a Dani Lorenzo -con amarilla- para meter a Einar.
No notó el Málaga la inferioridad, se creció y se fue arriba. Cordero tuvo la falta que todo lanzador desea, al borde del área perfilada para un diestro. La mandó arriba. Tuvo otra contra más el jerezano. Esquivó la bala más complicada el conjunto blanquiazul antes de irse a la caseta. Pellicer tendría que rehacer el plan.
Toda la segunda parte remando
No lo rehizo y el Málaga salía bien puesto, hasta que Einar a los cinco minutos cometió un penalti de libro. Otro tiro en el pie. Demasiados a estas alturas de temporada con los mismos nombres. Pero el Málaga tiene a un gigante, Alfonso Herrero, que detuvo el lanzamiento a lo panenka de Quiles.
Atacó el Málaga sin complejos y Dioni tuvo el segundo, algo lento en el área esta vez.
Y cuando Pellicer tenía en la banda preparados a Luismi, Castel y Yanis, Víctor García se tiró al suelo con la manos en los isquion. Dani Sánchez dejó al franco-argelino sin debutar. Dioni y Sangalli fueron los otros dos que salieron.
El Albacete fue poco a poco aculando al Málaga y empezaron a aparecer los santos. El primero san Alfonso Herrero y después algunos más, con otro fallo clamoroso de Quiles. El del Alberto Gonzalez es un equipo con buen pie que supo ir encontrando los espacios con paciencia. Además el Málaga se fue cargando de tarjetas, algunas con el nivel de Palencia Caballero tirando por lo bajo.
Fue encontrando el Málaga algo de oxígeno con la pelota. Entre Puga y Larrubia la tenían por la derecha. Cordero ganaba metros por la izquierda. Pero el equipo cada vez era más largo. La última bala fue la de Gabilondo por Puga para ganar pulmones. Los que dio Castel arriba en un par de ocasiones reteniendo la pelota y esperando a los compañeros. La red la ponía Herrero en cada llegada del Albacete.
Palencia Caballero acudió a la pantalla por un posible penalti a Gabilondo, que recortó y Juan María en el arrastre se lo llevó por delante. Penalti. Fue en el 89’. Cuando fue a lanzarse el penalti era el 94’. Cordero asumió toda la responsabilidad. Tremendo momento en La Rosaleda. Lizoain acertó el sitio a su derecha, pero el pie derecho del jerezano es un diamante. Un diamante del Málaga, a todo esto.
Tres puntos tremendos de los de Pellicer, gigantes en la última noche de agosto en La Rosaleda. También en un hotel de Chiclana.