Tuvo el partido perdido una vez. Luego otra estuvo al borde del precipicio. Pero no hay quien doble el puño a este equipo, que baila al son que marca la bota derecha de Antoñito Cordero, en Los Cármenes también la izquierda, y cuando va a caer lo sostienen las manos de Alfonso Herrero, en Los Cármenes también los pies.
El Málaga CF empató a dos contra el Granada con un tanto de Nelson Monte en el minuto 93 -antes Cordero marcó el 1-1- y con San Alfonso Herrero parando un penalti en el 97'. Porque así es este Málaga, que no pierde desde abril, y en Granada aunque estuvo a punto, sin merecerlo, tampoco cayó. Algún día llegará, pero quien quiera derribarlo tendrá que hacerlo con ejército.
El Málaga sigue sin perder en su regreso a Segunda. En Granada respondió al tanto que adelantó a los locales por medio de la sociedad Dioni-Cordero primero, después empató con el jerezano sacando a relucir todo su potencial a balón parado poniendo un córner al segundo palo indefendible, y por el útlimo tiró de su héroe sin capa. Todo esto hay que ponerlo en orden.
Pellicer repitió el once que jugó el mejor partido del equipo en mucho tiempo contra el Huesca. Ninguna novedad. Ochoa se mantuvo en la media punta y Dani Sánchez en el lateral derecho.
Lo primero fue una mano que reclamó el Málaga pero que desde el VAR no se estimó, ni siquiera hubo imágenes, y lo segundo un recado a Ochoa a los cuatro minutos de Hongla.
Ambos equipo apretándose en todo el campo y les costaba tener la pelota, aunque la movía mejor el Granada sin ganar metros. Pero pasados los primeros minutos el Málaga se fue sintiendo más cómodo, atosigaba menos el cuadro local. Pero las áreas quedaban lejos, no había atrevimiento, sólo un disparo lejano de Rahmani muy alto, con varios compañeros llegando.
A los veinte minutos ya no saltaban los medios del Granada a Luismi y Manu Molina, que recibían cómodos y ordenaban el juego del Málaga. Pero los nazaríes se plantaban con cinco atrás a la hora de defender y era complicado encontrar alguna grieta.
Hasta que a la media hora Antoñito se lanzó contra todos y sacó una falta a Hongla al borde del área algo esquinada pero en la fronta. Le pegó con veneno Cordero y Marc Martínez decidió emplear los puños para mandarla a córner. Lo mismo que hizo tres minutos después. Ochoa aprovechó un mal balón atrás del Granada. Lo bajó, lo templó -17 años, recuerden- y esperó que llegase Cordero para mandársela al hueco. El jerezano la cruzó y Yanis no pudo rematar el rechace de Marc Martínez.
Era el momento del Málaga, y Ochoa se hizo un lío encarando al borde del área a Hongla en otra jugada que acabó en córner. Estaban haciendo daño los de Pellicer. Aunque respondió el Granada con Reinier zafándose de Puga a pesar de los agarrones para dársela Tsitaishvili, que disparó cruzado.
El georgiano tuvo justo después la más clara del partido disparando a quemarropa a Herrero, que repelió el disparo con los pies. Con esas dos arremetidas se llegó al descanso.
Todo se desata tras el descanso
La primera fue del Málaga después de salir de la caseta. Puga se coló en el área dejando atrás a dos rivales y la puso atrás para un remate forzado de Rahmani. Hongla se interpuso en el camino. Pero el Granada tenía más chispa. Y en el 55' Hongla llegó a la línea de fondo por la derecha y la puso en el segundo palo. El capitán Carlos Neva llegó como Pedro por su casa para fusilarla sin dejarla caer. Yanis se olvidó de él. Un error imperdonable que le daba alas a un equipo herido, con el run run en la grada.
Pero el franco-argelino lo arregló rápido. Le robó la cartera a Loic Williams en el centro del campo para poner en pista a la sociedad de moda del Málaga. Condujo Dioni para dársela a Cordero, que disparó con la zurda y Marc Martínez se había dejado abierta la puerta junto a su palo.
Otro fallo imperdonable, doble en este caso, propiciaba el empate. Cordero tuvo otra en la siguiente metiéndose para dentro y disparando al palo largo. Se le fue por poco. Después entró Castel por Dioni, un cambio ya preparado antes del empate.
El duelo se había abierto. Gonzalo Villar mandó alta una pelota desde el borde del área. Más intensidad, más espacios, más correcalles. En esas, Ochoa castigó un mal control del Miguel Rubio al borde del área. La falta fue justo en la esquina y desde ahí volvió a tirarla Cordero con muy malas intenciones.
Yanis y Ochoa dejaron sitio a Juanpe y Lobete, que lo primero que hicieron fue cómo Uzuni, una bestia negra del Málaga, adelantaba a los suyos. Gonzalo Villar maniobraba desde la izquierda y la ponía la segundo palo. Allí llegó Corbeanu como un tren para rematar. Nelson la sacó debajo del larguero pero llegó Uzuni para meterla para dentro. Mucho premio para los locales.
El Granada ya dormía el partido y en el 82' Pellicer agitaba el árbol sacando a Einar y Luismi por Dani Lorenzo y Chupete. Pero el Granada había echado ya la persiana. Fue paciente el Málaga, movió la pelota. Cordero volvió a exigir lo máximo a Marc Martínez con una falta desde la esquina que el mísmo había provocado. En el córner jerazano la puso de dulce al segundo palo donde Nelson Monte no tuvo ni que saltar. Era el 93'.
Pero quedaba una página más en la historia de Los Cármenes. Nelson derribó claramente a Miguel Rubio dentro del área en la salida de un córner. Penalti. Pero en Málaga los héroes llevan guantes. Y esta vez vestián de verde. Weissman lo lanzó al centro, raso, y Herrero no se terminó de vencer. Con el pie izquierdo marcó otro 'gol'. El Málaga es irreductible. No hay quien pueda con él, nadie le dobla el puño. Que pase el siguiente.