Dos zarpazos al inicio de cada parte y varios errores defensivos le bastaron al Elche para endosarle al Málaga CF la primera derrota de la temporada en una noche en la que los de Pellicer estuvieron inseguros durante los noventa minutos, perdidos por momentos y sin saber cómo hincarle el diente a un rival que dejaba espacios atrás pero al que los blanquiazules no supieron cómo atacarle. Tenía que llegar en algún momento la derrota. Llego con dolor, por 0-3 y con un equipo impotente. Siete partidos ha tardado el Málaga en perder en su regreso a Segunda.
La última vez que el Málaga recibió tres o más goles en La Rosaleda fue en agosto de 2022 contra Las Palmas (0-4). En la noche del sábado, el Elche le enseñó la crueldad de la categoría, castigando con durezas los fallos de Einar en el 0-1 a los tres minutos de partido y el de Nelson Monte en la jugada que acabó en el penalti del 0-3. El segundo llegó a los cuatro minutos de la segunda mitad.
Pero la producción ofensiva del Málaga se redujo a Manu Molina, a pesar de acabar el partido con Lobete y Baturina, lo que habla de la noche que se vivió en La Rosaleda.
Pellicer apostó por los mismos que le ganaron al Huesca y empataron en Los Cármenes. Hizo suyo eso de que lo que funciona no se toca, aunque sea poco habitual en el de Nules.
El Elche jugueteó con la salida del balón, en corto y en largo, y a los tres minutos un fallo de Einar en el despeje propició que el balón fuera a la derecha y Agustín Álvarez rematara sólo en el área pequeña para adelantar a los ilicitanos. Esto obligaba el Málaga era a atacar con más ímpetu desde el arranque.
Tuvo minutos de zozobra el Málaga hasta que Antoñito se metió hasta la cocina por la izquierda dejando atrás a Diaby y la dejó al borde del área donde llegaba Manu Molina. Era un caramelo, pero la mandó a las nubes. La reventó cuando la pelota pedía una caricia.
El Málaga encontró espacios en los siguientes ataques, pero cuando el Elche podía poner en práctica su plan, desesperaba. Además, no se lo pensaban los ilicitanos a la hora de rascar para parar el juego. A los 20 minutos Affengruber vio la amarilla por una falta al Yanis en el centro del campo.
Entretanto, Mourad estaba siendo un quebradero de cabeza para Einar y Nelson. Ganaba todos los duelos, y si no se lo ponía muy complicado a los centrales blanquiazules.
Entró en un bucle el Málaga de precipitaciones en el último pase, y el Elche buscó salir rápido, como en una internada de Diaby pasada la media hora por la derecha que desbarató Alfonso Herrero. Cuando los visitantes eran capaces de salir con la pelota el Málaga sufría. Porque además el Elche finalizaba las jugadas.
Como la que finalizó otra vez Agustín Álvarez. Herrero le salvó el segundo. Esta vez fue Puga el que estuvo torpe en defensa, sin ser capaz de alejar el peligro del área. Lo pudo pagar muy caro el Málaga, que cerró la primera parte sin una más que aquella de Manu Molina. Tenía que tocar teclas Pellicer en el descanso, para pisar terrenos peligrosos y para manejar la ansiedad que estaba viviendo el equipo.
Zarpazo de Nico e impotencia
Dejó a un atropellado Yanis en la caseta y metió en el césped a Julen Lobete, expupilo de Sarabia, que metió a Mario Gaspar por Diaby, tocado. Lo primero fue una anticipación de Einar que se convirtió en una contra que a punto estuvo de culminar el vitoriano. Pero lo siguiente fue un aguijonazo de Nico desde el borde del área con la zurda. Se la fue acomodando hasta sacar un disparo imparable para Herrero y la noche se ponía imposible para el Málaga. Sólo había pasado cuatro minutos.
El guion de la respuesta. Otra vez Manu Molina en posición clara de disparo. Prefirió cedérsela a Lobete que llegaba encimado por detrás. Le entraron las prisas a los de Pellicer, con Manu Molina otra vez filtrando un balón en el balcón del área para Dioni, que no llegó. No sabía el Málaga cómo meterle mano al Elche, que empezó dormir el partido con la pelota en los pies.
Dani Lorenzo y Castel al campo por Dioni y Luismi. No tuvieron efectos los movimientos. El Málaga continuó incómodo, sin poder hilar una jugada, sin ni siquiera empujar al Elche a su portería. Y cuando Pellicer iba a tirar del último recurso con Larrubia y Baturina, llegó otro error de la zaga, esta vez de Nelson, que dejó a Mourad encarar sólo a Herrero. Se hizo un lío y Einar estorbó lo suficiente. Pero en el rechace, Einar paró el balón con la mano y Lux Franco se fue al bar y señaló penalti. Mourad la mandó para dentro. Se fueron Ochoa y Cordero.
El equipo persiguió sombras hasta el final, con Herrero obrando otro milagro evitando el sonrojo. Larrubia pudo maquillarlo pero no era el día. Duro palo para el Málaga, que se queda con diez puntos y muy mal sabor de boca antes de dos salidas tremendas, a Riazor y al Nuevo Mirandilla.