De no ser por el desenlace final del Málaga CF vs. Real Oviedo, Santi Cazorla hubiera sido el único protagonista de la tarde. Pero aun así, el mediapunta asturiano que tan buen recuerdo dejó en Martiricos, recibió un merecido homenaje del malaguismo, que le tributó aplausos durante toda la tarde hasta que se retiró del campo en el minuto 62 y fue despedido en pie.
La primera ovación llegó cuando en la megafonía del estadio sonó el nombre de Cazorla en la alineación del Oviedo, con el 8 a la espalda. Después, cuando acudió a una esquina a botar un córner recibió de nuevo los aplausos del sector de la esquina.
Así ocurrió cada vez que se acercó a una esquina para acomodar la pelota antes de lanzar los córners. De hecho, en un partido en el que público estuvo quejumbroso con el árbitro, hizo la vista gorda en dos faltas de Cazorla en las que para cualquier otro jugador se hubiera pedido tarjeta. Una a Puga y otra a Dani Lorenzo en la segunda mitad.
En el minuto 62, cuando Javi Calleja, que también tuvo homenaje y aplauso desde la grada, decidió cambiarlo, La Rosaleda se puso en pie para dedicar una ovación cerrada a quien sólo vistió la camiseta blanquiazul durante una temporada, en la que lideró al equipo que clasificó por primera y única vez en su historia para la Champions League.
Por la mala gestión del jeque Al Thani, el mismo que propició su llegada, tuvo que salir de prisa y corriendo en dirección al Arsenal por unos cuantos millones menos de lo que había costado no recibió ninguna despedida, además de quedarse sin lucir la camiseta del Málaga por los campos de la aristocracia del fútbol europeo.
Ha tenido que pasar más de una década para que reciba el homenaje del malaguismo.