A ver quién se atreve a cuestionar el empate del Málaga CF en La Romareda contra el Real Zaragoza. Los de Pellicer conquistan un punto de oro después de jugar una hora con diez por una expulsión de Kevin, que llegó tarde a un balón dividido y no lo libró ni el VAR. El 0-0 habrá que caliblarlo en su momento, pero en caliente, recién conquistado, vale mucho.
El ejercicio defensivo del Málaga fue encomiable durante casi una hora, y ya está en los 21 puntos. Fue un equipo sólido tanto con once como con diez, cuando fue capaz de defendeser como gato panza arriba e incluso armar alguna contra peligrosa.
Pellicer apostó por Roko Baturina en punto como novedad más reseñable en un once en el que Gabilondo también formó de incio en el lateral derecho y Lobete se desempeñó en la mediapunta.
El Málaga CF protagonizó una buena puesta en escena en el partido, mirando a la cara al Zaragoza, uno de los gallos de la categoría hasta el momento. Jugó de tú a tú en La Romareda, aunque cierto es que le faltó algo de mordiente arriba, como en toda la temporada.
A los 21' Larrubia tuvo la ocasión más clara en lo que iba de partido. Recogió una pelota en la derecha, dejó atrás a Tasende, se metió en el área se hizo hueco para el disparo y Possin la sacó de la esquina del palo corto.
La réplica llegó de las botas de Calero. Un centro desde la izquierda se lo dejó Kevin en bandeja al exmalaguista cuando el del Llano de la Trinidad intentó hacerse con el control del balón. Herrero sacó el disparo.
En el 29', Manu Molina se plantó muy fácil en la frontal del área y mandó un chut arriba que Poussin mandó a córner.
Pero el jarro de agua fría llegó con una conducción excesiva de Kevin sacando la pelota. Se le fue larga y se tiró al suelo llegando tarde sobre Marc Aguado. Roja directa. Muy rigurosa la decisión de Lax Franco, que mantuvo la expulsión tras consultar la jugada en la pantalla. Pero no se pueden llevar a cabo esas accciones.
Tiró de energía el Málaga para mover el esférico con uno menos y fue capaz de jugar en el campo del Zaragoza hasta el descanso. A los puntos, fue mejor el conjunto de Pellicer, que tenía que replantear la escena para afrontar la segunda mitad con uno menos.
El Zaragoza volcó el campo en el arranque de la segunda mitad. Pellicer introdujo dos cambios. Metió a Castel y Dani Sánchez por Baturina y Víctor García.
Y esa fue la tónica prácticamente de toda la segunda mitad, en la que el Málaga cuando tenía la pelota salía especialmente por la banda izquierda, aunque sin lograr concretar ocaciones.
Hubo, tiempo, como era preivisible, para un par de milagros rutinarios de Alfonso Herrero, pero el ejercicio del Málaga fue encomiable. Se cobró alguna víctima, como Einar, que tuvo que pedir el cambio. Pero ahí ya se había levantado un muro de contención y al Zaragoza le costó crear ocasiones claras.
Einar se tuvo que retirar lesionado a falta de pocos minutos para la conclusión, pagando el esfuerzo después de un sobresaliente partido.
Son 21 puntos ya del Málaga, el último, de mucho peso por el escenario, el rival y las circuntancias. A ver quién puede con el Málaga.