El Málaga CF fue una caricatura en Castalia, donde prácticamente no dio señales de vida contra un Castellón que lo sometió durante todo el partido, excepto los últimos cinco minuto de la primera mitad, para ganarle 2-0 y dejar las primeras señales preocupantes del curso. Mucho tienen que cambiar las cosas para que este equipo gane un partido. Aunque para poner las cosas en contexto, sólo hace ocho días de la exhibición sin pegada ante el Racing de Santander.
Hay que tener los pies en el suelo, pero también hay que mirar hacia abajo y, sobre todo, cambiar la dinámica de un equipo que acumula dos empates y dos derrotas en las últimas cuatro jornadas. Cuando lo hizo muy bien, no pasó del empate; cuando estuvo mal cayó. En Castalia no generó peligro más allá de una ocasión muy clara de Yanis al filo del descanso. Fue un partido muy cómodo para uno de los peores locales de la categoría.
Las rotaciones tras el duelo intersemanal contra el Levante eran esperadas pero las prestaciones fueron peores. Regresaron al once Puga, Víctor García, Luismi, Yanis, Lobete y Castel.
Hasta el minuto 40 se jugó a lo que quiso el Castellón, dueño y señor del partido en Castalia con su apuesta por el balón, con su defensa uno contra uno con los jugadores del Málaga, yéndose hacia arriba sin mirar atrás y con Castel arriba incapaz de quedarse con la pelota para desahogar a sus compañeros y permitirle al equipo ganar metros.
Ese dominio no se traducía en ocasiones claras hasta que Cipenga en el 23' se sacó un disparo lejano violentísimo obligado a volar a Alfonso Herrero, que mandó la pelota a córner. No cejó en su presión arriba el Castellón provocando un error en la salida del balón del Málaga en el 25' que acabó con un caramelito al borde del área para Van de Belt, que la mandó donde era imposible hasta para Herrero. En la cepa del poste derecho del toledano.
Para analizar la pérdida en la salida de la pelota en una banda y el despeje con la cabeza justo al borde del área de Álex Pastor.
No hubo reacción del Málaga, siguió yendo arriba el Castellón y eso no lo pudo aprovechar el conjunto de Pellicer hasta el 40', cuando de ahí hasta el descanso acumuló varias llegadas con peligro al área del exmalaguista Gonzalo, que le sacó un mano a mano a Rahmani en la que fue la ocasión más clara del partido para los malaguistas. Se llegó a reclamar un penalti inexistente a Nelson Monte y Puga se metió hasta la cocina en la última jugada pero su balón atrás no encontró rematador.
Gonzalo, inédito en la segunda mitad
Antoñito al campo por Rahmani tras el descanso para buscar más chispa arriba. Pero ni Cordero ni chispa ni nada. El Málaga dio un paso adelante y el Castellón lo mató en una contra pasado 70. Antes, se jugó más en el campo local, pero sin mordiente ninguna por parte del Málaga. Puga llevaba el peso ofensivo del equipo. Eso habla bien de él y mal del resto. Y en una de esas el Castellón armó una contra letal. Villahermosa batió líneas, abrió a la derecha para Raúl Sánchez que, con precisión de cirujano, la puso de primeras por el suelo al segundo palo donde llegó Bosilj para empujarla y sentenciar a un equipo incapaz por primera vez en la temporada.
No hubo capacidad de respuesta ni con la entrada de Kevin y los posteriores de Ramón y Baturina. Antes también había entrado Dioni. El Málaga fue la nada en ataque frente a un equipo que juega a tumba abierta, que ataca con nueve jugadores. Gonzalo no se estrenó en la segunda mitad y el Málaga se vuelve de la Comunidad Valenciana con unas sensaciones horribles, las de un equipo al que ahora mismo le faltan fuerzas y al que le ha pesado excesivamente la semana de tres partidos. Hace una semana manitó al líder, ocho días después prácticamente no ha comparecido en Castellón. Ahora viene un Almería al alza.