El Unicaja de Málaga selló este sábado de forma matemática su presencia en la próxima edición de la Copa del Rey después de mostrarse muy superior, con otra actuación de autoridad, ante un gris Río Breogán (100-66), que llegaba con opciones de meterse entre los ocho primeros y se complica mucho su clasificación para el torneo copero.



Se enfrentaban dos de las mejores defensas del campeonato, segundo y quinto equipo que menos puntos conceden de la Liga (Unicaja y Breogán, respectivamente), un dato que se empezó a proyectar en la pista desde el inicio, aunque solo uno lo mantuvo hasta el final.



Ante tales planteamientos de partido, se abrió la fórmula de la jugada individual, el tiro generado por sí mismo, el talento en las muñecas de los cajistas Will Thomas y David Kravish por dentro, que permitieron a los malagueños coger una renta considerable en el primer cuarto ante un Breogán errático desde todas las posiciones (27-15).



Los de Veljko Mrsic lo intentaban vía penetración y, sin más remedio, sacando la bola al exterior para tiros forzados que no estaban entrando porque el Unicaja, cuando se pone a defender, es decisivo y, si Dylan Osetkowski enlaza dos triples consecutivos, todo se acentúa.



Con 36-17 en el marcador (a falta de 7:12 para el descanso), saltó al parqué el nuevo pívot del Unicaja, el internacional español Yankuba Sima, que se ganó rápido el aplauso de su afición con su influencia inmediata en el rebote, su contribución a cerrar el aro propio y hasta conectando una bandeja a aro pasado con asistencia de Alberto Díaz.



Todo ello ante la mirada del jugador al que sustituye, Augusto Lima, lesionado de rodilla de larga duración y presente cerca del banquillo. Mientras el Martín Carpena, repleto hasta la bandera de camisetas verdes (9.296 asistentes), vigilaba el debut de Sima, los de Ibon Navarro subieron las revoluciones.



Algún triple aislado de Scott Bamforth o Toni Nakic no eran suficientes para levantar los ánimos del Breogán, que se fue al descanso perdiendo de 26 puntos; necesitaba a Ethan Happ como lo que está siendo esta temporada, un faro al que siempre mirar en ataque.



Tras el descanso vino el festival del 'Infierno Verde' malagueño, una afición que llevaba varias temporadas de desconexión y hastío con el baloncesto hasta la presente campaña, donde su equipo juega con personalidad y confianza arrolladoras.



Es un equipo pasional en casa, donde solo ha perdido con el Real Madrid, y aprovecha ese aliento para ser osado: Osetkowski se volvió a tirar dos triples quizá demasiado liberados por el Breogán y volvió a meterlos (4/4). Las caras cabizbajas del banquillo gallego lo decían todo.



Ante la grandeza del resultado (80-52, minuto 32), el técnico del Unicaja, Ibon Navarro, se permitió dosificar a Darío Brizuela, recién salido de un esguince de tobillo.



Con esta derrota, el Río Breogán tendrá que ganar en su próximo choque contra el Real Madrid y esperar que resultados ajenos acompañen, mientras que el Unicaja sella su pase y mantiene opciones de ser cabeza de serie, acabando entre los cuatro primeros.



Ficha técnica:



100 - Unicaja (27+26+21+26): Alberto Díaz (8), Carter (10), Barreiro (7), Thomas (7), Kravish (10) -cinco inicial-, Brizuela (10), Perry (7), Ejim (7), Osetkowski (17), Djedovic (5) y Yankuba Sima (6).



66 - Río Breogán (15+12+21+18): Hollatz (8), Momirov (12), Bamforth (9), Brajkovic (4), Nakic (6) -cinco inicial-, Arteaga (0), S. Quintela (1), Lukovic (4), Nenadic (7) y E. Quintela (0).



Árbitros: Emilio Pérez Pizarro, Arnau Padrós y David Sánchez. Eliminaron por faltas a Perry, del Unicaja



Incidencias: Partido de la decimosexta jornada de la Liga Endesa disputado en el Palacio José María Martín Carpena ante 9.296 espectadores. Antes del partido se rindió homenaje a Rafael Jiménez, que ejerció de gerente del Unicaja durante 21 años y que recibió la insignia de oro del club andaluz de manos de su presidente, Antonio Jesús López Nieto.

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