Antonio Trujillo EFE

El Unicaja de Málaga da un paso más hacia un nuevo objetivo, que no es otro que estar en la Final Four de la BCL, y para ello ha ganado en Atenas al AEK (65-75) para finalizar primero del Grupo K en el Round 16 y asegurarse el factor cancha en los cuartos de final de la competición de que dan acceso a la Final Four. 

Aunque el conjunto de Ibon Navarro era favorito, se trataba de un duelo a cara de perro para conseguir la primera plaza, algo primordial para el cuadro heleno que hasta que ha llegado el Unicaja solo había caído una vez en su cancha. 

El Unicaja siempre fue por delante en el marcador y no dio opciones a los griegos de disputarle la primera plaza del grupo. 

Con esta victoria, el Unicaja evita en cuartos de final al actual campeón, el Lenovo Tenerife, y al Telekom Baskets Bonn alemán, que ha pasado el rodillo en este Round 16.

La Final Four está prevista en el Martín Carpena si Unicaja es uno de los integrantes. Serían cuatro victorias delante de su público para levantar otro título. Tan cerca, tan lejos.

La puesta en escena no pudo ser mejor para la formación malagueña, que habían echado de menos a en los últimos partidos a Darío Brizuela, duda hasta última hora por sus molestias físicas y que, para despejar cualquier preocupación, partió en el quinteto titular, anotó un triple y dio otras dos asistencias en las tres primeras posesiones de partido (que acabaría con 13 puntos) para un parcial de 0-7 muy esperanzador.



Los griegos, a través de su físico por dentro con el exbarcelonista Pierre Oiola y el portentoso pívot Akil Mitchell, respondieron igualando a canastas sin necesidad de tirar de tres, pero en la recta final del primer cuarto el Unicaja recuperó la solidez y marcó el ritmo a su antojo. Acabar los primeros diez minutos con cero pérdidas era un síntoma de la concentración que debían tener para no dejar escapar un triunfo.



El encuentro entró en efervescencia, fruto de lo mucho que había en juego, y ambos equipos fueron al límite a cada rebote, a cada defensa. Los dos ya estaban en bonus antes de llegar al ecuador del segundo cuarto, cuando todavía reinaba en la calma tensa el Unicaja (26-30).



Aquello fue justo antes del tramo de caída (33-33), el de resurgimiento (33-39) y el de la redención de AEK justo antes de marchar al descanso con un 38-39 que era un claro mensaje en griego.



Le estaba costando mucho marcharse en el marcador al Unicaja, y eso que a la vuelta del descanso completó un parcial inmaculado, pero tenía enfrente a un rival difícil de tumbar, muy físico y que está preparado para ir a la guerra cuando es necesario.



Para alivio de los visitantes apareció Darío Brizuela, que cuando tiene su momento de inspiración, es capaz de meter tres de cuatro triples punteados tras bote de una dificultad tremenda.



La defensa ateniense era dura por dentro y los malagueños, entre buenos y malos parciales, se vieron con el 53-53 a falta de dos minutos para concluir el tercer cuarto, con Akil Mitchell y Brizuela con 13 puntos y un duelo más de cuartos de final que de fase de grupos del Top 16.



Ante ese poderío en la pintura estaba siendo fundamental el acierto reboteador y en el aro de Yankuba Sima, que para eso fue fichado, para no echar demasiado en falta a Augusto Lima en este tipo de partidos donde no todo se centre en la muñeca y el oficio de Will Thomas o el gran tiro de media distancia de David Kravish.



El pabellón del Ano Liossia Olympic Hall rugía sin parar y en ese ambiente hostil tenían que aparecer los cañoneros del Unicaja y uno de ellos es Tyson Carter, que cuando anotó su primer triple del encuentro completó sus definitivos 15 puntos en un instante de pura necesidad, con menos de siete minutos por jugarse y con el AEK al acecho (62-64).



Con los malagueños ganando de seis, el Unicaja pudo clavarle la puntilla al AEK en dos ataques mal finalizados que dieron opciones al rival en la recta final, pero los de Ilias Kantzouris no supieron recoger el guante y el Unicaja demostró su mejor versión defensiva, al generaba pérdidas y puntos tras ellas, uno de los aspectos más decisivos de este partido.



Ficha técnica:



65 - AEK (15+23+17+10): Flionis (4), Petropuolos (0), Jankovic (9), Oriola 6), Mitchell (14) -cinco inicial-, Lemar (12), Miles (7), Papadakis (5), Gontikas (2), Koniaris (0) y Xanthopuolos (5).



75 - Unicaja (21+18+20+16): Perry (1), Brizuela (13), Barreiro (3), Sima (10), Kravish (9) -cinco inicial-, Díaz (3), Kalinoski (5), Ejim (0), Carter (15), Thomas (9) y Osetkowski (7).



Árbitros: Ademir Zurapovic (Bosnia), Wojciech Liszka (Polonia) y Martins Kozlovskis (Letonia).



Incidencias: Partido de la sexta y última jornada de la segunda fase de la Liga de Campeones FIBA disputado en el Ano Liossia Olympic Hall de Atenas.

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