El Unicaja de Málaga estaba en la lona del Wizink Center 21 puntos por debajo del Real Madrid cuando decidió que había que creer, que la machada de remontarle a esa desventaja a un equipo que esta temporada no conocía la derrota era posible. Y fue posible. Del 62-41 al 93-99 final es la historia de un partido que no se olvidará fácilmente, a pesar de que solo supone el ascenso de algún puesto en clave clasificatoria.
Pero fue algo más que una victoria. Fue un decir "aquí está el Unicaja", el equipo que ha vuelto para quedarse y tutear a los poderosos. Como hizo la temporada pasada en la Copa del Rey y como intentó hacer en el playoff de la Liga.
El Real Madrid, entre Supercopa de España. Liga Endesa y Euroliga. sumaba 19 victorias en 19 partidos oficiales, hasta la mañana del domingo, cuando el Unicaja fue capaz, 18 años después, de ganar en el feudo blanco en un partido de liga.
Los de Ibon Navarro desplegaron un gran baloncesto tanto en ataque como en defensa, liderados por David Kravish. A falta de ocho minutos para finalizar el tercer cuarto, Unicaja estaba -21. A falta de cinco minutos para el final, ya había empatado a 81. Y no le tembló el pulso a los verdes, que certificaron una remontada que los coloca segundos en la ACB.