Que el Unicaja es una familia no hace falta decirlo. Se ve en cada entrenamiento, en cada partido. Y la comunión con la afición es, posiblemente, una de las mejores de España. El base norteamericano Kendrick Perry representa esa unión. En la Final Four del año pasado no estuvo fino en la semifinal contra el Bonn y falló un triple que podía haber metido al Unicaja en la final. Se le vio muy afectado. Y este año se ha quitado la espina. Buen partido en la final y MVP.
Nada más terminar el partido, le han entrevistado en la televisión oficial de la BCL y se ha roto a llorar, completamente emocionado por la victoria. "Ha sido un largo camino, hemos dado muchos pasos, hemos creído en nosotros mismos y en Málaga me siento como en casa", ha comentado entre lágrimas.
Perry ha sido uno de los que más ha disfrutado de la victoria. Además recibir todo tipo de abrazos de sus compañeros, se ha tumbado en el suelo con la medalla de campeón y rodeado de confeti dorado. 17 puntazos hoy y a seguir soñando.