Las lentejas son una de las legumbres que más se comen y más comidas de la gastronomía malagueña. De ser un alimento básico y económico ha terminado siendo uno de los alimentos con mayor valor nutricional. Las lentejas se han convertido en un plato característico de la gastronomía mediterránea, aunque en cada región la preparan de una forma diferente.
En la antigua España, este plato lo preparaban, en su mayoría, familias campesinas, ya que gran parte de sus ingredientes son sencillos como cebolla, ajo, zanahorias y pimientos. La receta de este plato ha ido evolucionando poco a poco y se han ido incorporando otros ingredientes.
Las lentejas a la riojana o las lentejas estofadas son dos de los tipos de lentejas más famosos. Hay quien le añade arroz, otros morcilla y otros chorizos. Todo depende de la zona en la que se prepare el plato y la receta que se siga.
En el caso de las lentejas de las abuelas malagueñas, son un clásico reconfortante en la cocina de la Costa del Sol, que sigue utilizando ingredientes sencillos y de gran calidad, siempre buscando que sean locales.
La receta tradicional de lentejas al estilo malagueño, como la preparan las abuelas, está llena de sabor y sigue la tradición andaluza de platos contundentes, sabrosos y nutritivos. Estas lentejas suelen tener un toque de chorizo o morcilla, junto con verduras frescas.
Los ingredientes principales para elaborar unas lentejas al estilo de las abuelas malagueñas son los siguientes:
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400 g de lentejas pardinas (las abuelas suelen preferir remojarlas la noche anterior).
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1 chorizo cortado en rodajas.
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1 morcilla (opcional, algunas lo agregan al final).
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1 trozo de panceta o tocino (unos 100 g).
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1 cebolla grande.
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1 pimiento verde.
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1 tomate maduro.
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1 zanahoria.
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2 dientes de ajo.
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1 hoja de laurel.
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1 cucharadita de pimentón dulce (si es de la Vera, mejor).
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1 patata mediana (opcional, pelada y cortada en trozos).
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1 chorrito de aceite de oliva virgen extra.
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Sal y pimienta al gusto.
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Agua o caldo (de pollo o verduras, lo justo para cubrir las lentejas).
En cuanto a los pasos para la preparación, serían los siguientes:
- Dejar en remojo las lentejas. En ocasiones, aunque no es estrictamente necesario, muchas abuelas prefieren dejar las lentejas en remojo la noche anterior para que sean más digestivas.
- En una olla grande, se añade un chorrito de aceite de oliva virgen extra, después se sofríe la cebolla picada, los ajos laminados y el pimiento verde troceado. Cuando la cebolla esté transparente, se agrega el tomate pelado y cortado en dados y la zanahoria en rodajas finas. Por último, se cocina a fuego medio hasta que el sofrito esté bien integrado.
- El siguiente paso consiste en añadir el chorizo y la panceta al sofrito y cocinar unos minutos para que suelten su sabor.
- Se añaden las lentejas y especias. Se escurren las lentejas del agua de remojo, se incorporan a la olla con la hoja de laurel, el pimentón dulce y mezcla bien con el sofrito. Salpimienta al gusto.
- Cubrir con agua o caldo. Se debe cubrir las lentejas, uno o dos dedos por encima, con agua o caldo de pollo o verduras. Hay que mezclarlo todo bien para proceder a la cocción.
- Se cocina las lentejas a fuego lento durante unos 30-40 minutos, removiendo de vez en cuando. Si se incorporan patatas, hay que agregarlas en este momento para que se cocine junto con las lentejas. Si el guiso se queda seco, se añade un poco más de agua o caldo.
- Añadir la morcilla: Las abuelas suelen esperar a este paso para añadir la morcilla al guiso para que no se deshaga. Normalmente, se suele hacer en los últimos 10 minutos de cocción para que se mantenga enteras y simplemente le aporte sabor.
- Una vez que las lentejas estén listas, se deja reposar unos minutos para que asientan los sabores. Hay que servirlas recién hechas que es cuando están más deliciosas. Antes de servir hay que retirar la hoja de laurel.
Las propiedades nutricionales de las lentejas
Las lentejas con chorizo y morcilla son consideradas un plato muy nutritivo porque combinan las propiedades de las lentejas, una legumbre rica en nutrientes, con las aportaciones de la carne y los embutidos (chorizo y morcilla), creando un guiso que aporta proteínas, carbohidratos, grasas saludables y diversos micronutrientes esenciales.
Asimismo, las lentejas, el chorizo y la morcilla son fuentes excelentes de proteínas vegetales y animales. Además, estas legumbres son ricas en hierro, un mineral esencial para la producción de hemoglobina y para prevenir la anemia y la morcilla es una fuente importante de hierro hemo, que se absorbe mucho mejor que el hierro vegetal.
Las lentejas también aportan vitaminas B, así como minerales como magnesio, fósforo, potasio y zinc. En el caso del chorizo y morcilla también son una fuente de vitamina B12, fósforo y zinc.