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Una de las rutas naturales más espectaculares de Málaga está en la Serranía de Ronda. La componen más de diez municipios, fundamentalmente del Valle del Genal, y sus diversos paisajes se pueden contemplar desde miradores y senderos repartidos por las diferentes localidades.

Esta joya natural es parte de la historia de cada pueblo. Uno de los senderos más reconocidos es 'Los Castañares', en Benadalid: se inicia en el casco urbano del pueblo hasta adentrarse en variados y coloridos paisajes.

De recorrido circular y unos 7 kilómetros de longitud, es una ruta especialmente curiosa para visitar en otoño, la época del año en el que el 'bosque de cobre' alcanza su plenitud.

La ruta también se conoce como el sendero de los castaños y los zumaques. Aunque no son las únicas especies que puedes encontrar en la visita: se muestra un bosque mixto en el que también abundan las encinas, los alcornoques y los pinos.

Este sendero esconde una curiosa historia detrás. A mitad de camino se encuentra el auténtico rey del bosque, el castaño ‘Mataquince’, un ejemplar de gran tamaño y muy longevo, ubicado en un talud.

El nombre de este castaño no es casualidad. Cuenta la leyenda que durante la Guerra de la Independencia, un vecino de Benadalid y antiguo propietario de la finca en la que se ubica el castaño, hizo una emboscada a las tropas napoleónicas y acabó con la vida de quince combatientes franceses.

Paisaje de Los Castañares, en Benadalid.

Esta victoria le valió el apodo de ‘Mataquince’, un nombre que hoy en día es parte de este sendero. Se estima que el castaño puede tener más de 300 años, tiempo en el que ha sufrido varios incendios que le han afectado, aunque ha podido sobrevivir a los mismos.

El sendero de ‘Los Castañares’ guarda otros secretos, como un aforismo popular relacionado con el entorno de ‘La Zubia’, la relevancia histórica de la recolección de zumaque o un trágico suceso que tuvo lugar en el entorno de ‘La Cruz’ también durante la Guerra de la Independencia.

Bosque de cobre

Alpandeire, Benadalid, Benalauría, Cartajima, Faraján, Genalguacil, Igualeja, Jubrique, Júzcar, Parauta, Pujerra y Yunquera guardan este espacio natural y se unen por una gran tradición en torno a la castaña. El fin de su recogida, en noviembre, da paso a los tradicionales tostones en los que este fruto tradicional de la zona se acompaña con anís, aguardiente o licores autóctonos.

El denso bosque de castaños y alcornoques y sus laderas ofrecen un extenso paraje para hacer senderismo. Aunque muchos de los castañares son fincas privadas que dan sustento a la zona, los visitantes pueden adentrarse en este espacio natural a través de los senderos locales o de gran recorrido, como es el caso de la Gran Senda de Ronda (GR 141), cuyas etapas 4, 5 y 6 discurren cerca del río Genal y de los castaños que dan nombre a este bosque.