El verano es la mejor época del año para la economía y el mercado laboral malagueño y en este 2022 se ha vuelto a demostrar. Relativamente superada la pandemia, pero con la inflación desbocada y una gran incertidumbre por el vaivén de la guerra en Ucrania, los datos publicados este jueves en la Encuesta de Población Activa (EPA) por el Instituto Nacional de Estadística relativos a Málaga son ciertamente positivos. Hay mejoría en todo, especialmente en la tasa de paro y en el número de ocupados, aunque no hay que olvidar que ya vendrán las vacas flacas en el invierno.
Málaga ha acabado el verano con una tasa de paro del 15,89%, un registro que no se recuerda desde el primer trimestre de 2008, es decir, desde la etapa de esplendor económico vivido por la provincia en la primera década del milenio al calor de la burbuja inmobiliaria. Atrás quedan las grandes penurias pasadas principalmente en 2012 y 2013, cuando se llegó a superar el 36%.
No obstante, la tasa de paro malagueña aún está tres puntos por encima de la media nacional, que en el tercer trimestre se ha situado en el 12,6%, pero hay que ser realistas. Va a ser muy difícil que Málaga, con una economía tan estacional, iguale o rebaje la tasa de paro nacional. La ansiada convergencia con el resto de España y con Europa será cuestión posiblemente de décadas, pero Málaga va en el camino correcto diversificando su modelo productivo cada vez más hacia el mundo tecnológico o agroalimentario aunque el peso del sector servicios sigue siendo enorme.
La EPA mide el número de personas activas, es decir, aquellas que están en edad de trabajar y quieren hacerlo y, dentro de ellas, divide entre ocupados y parados. Este verano se ha registrado el mayor número de personas ocupadas de la historia en Málaga con 695.100, 23.100 más que en el segundo trimestre del año. El número de parados ha descendido además en 13.900 personas, hasta las 131.300, el volumen más bajo desde el cuarto trimestre de 2018. Ahora hay 35.000 parados menos que hace un año.
Málaga es una de las provincias con mayor saldo migratorio positivo de España. Atrae a más gente de la que se va procedente tanto del extranjero como de otras provincias españolas y eso hace que la población activa siempre sea alta. De hecho, ha habido muchas ocasiones en las que ha aumentado el número de ocupados y también el de parados porque había mucha gente esperando un empleo. En este verano la población activa se ha incrementado en 9.200 personas, hasta las 826.400, pero el fuerte aumento de ocupados ha logrado neutralizar un posible aumento del número de desempleados.
La EPA mide el comportamiento del mercado laboral por trimestres, mientras que el paro registrado del Sepe lo hace de forma mensual. En este sentido, Málaga fue la tercera provincia española donde más se incrementó el paro en septiembre, lo que podría invitar a la confusión. Son metodologías diferentes y abarcan espacios temporales distintos, aunque sí hay una cosa similar. El número de afiliados a la Seguridad Social estaba en septiembre en casi 680.000 personas, siendo realmente el registro más fiable de la actividad.