Más del 70% de las personas que abandonan un puesto de trabajo lo hacen por el jefe y no por la empresa. Es uno de los estudios que, durante la conversación con EL ESPAÑOL de Málaga, cita Belén Ramírez. Esta 'coach' de directivos desarrolla su función indagando en la psique de personas para desarrollar sus actitudes y aptitudes. Pero ¿cómo se consigue potenciar lo que uno mismo desconoce? 



El quid de la cuestión está en el "recorrido de mejora" que toda persona mantiene a lo largo de su vida. De esta forma, por muy alto que uno llegue dentro de la jerarquía (es decir, director general), siempre va a haber campos en los que implementar sus habilidades. El autocontrol, la gestión del miedo ante la toma de decisiones o el ego son alguno de los ejemplos sobre los que Ramírez centra parte de su trabajo.

Pero no son los únicos; las dudas se constituyen como un punto de partida en la formación del liderazgo: "Las principales incógnitas llegan a la hora de gestionar equipos intergeneracionales; el jefe suele tener dificultad porque los valores han cambiado", explica.

El cambio de mentalidad ha hecho que convicciones como el trabajo y el esfuerzo "para llegar a lo más alto" hayan quedado desplazadas frente a cuestiones como el teletrabajo o el tiempo libre: "No nos motiva lo mismo que antes", subraya. 

Descubrir los imputs

El trabajo de Belén Ramírez es similar al de un profesor, solo que en este caso la materia no está en un libro, sino que se encuentra oculta en las capacidades de cada uno: "Ayudo a enseñar lo que ilusiona a cada uno. Al final, la motivación es lo que mueve la empresa y a cada uno de los que la componen". 

Esto tiene sus complicaciones, especialmente dentro de un sector de la población que considera que "motivado se viene de casa": "Llevan parte de razón, pero si quieres pasar de ser jefe a líder, te lo tienes que ganar". ¿Cómo se consigue? Ramírez destaca la identificación de una serie de patrones que van adheridos a la ilusión y a los impulsos que todo trabajador necesita para desarrollar correctamente sus funciones: "Hay zonas comunes; que nos digan que algo está bien hecho o que nos propongan fórmulas para mejorar. Eso sí, de forma cercana, aprendiendo". 

"No todo es el dinero"

Si el lector se ha fijado, habrá podido comprobar que el énfasis se centra en cuestiones no monetarias; no es casualidad. Ramírez recurre a los "grandes gurús" del liderazgo cuando asegura que no todos los incentivos son económicos: "Un aumento de sueldo alegra durante un tiempo, pero no es una motivación", expone, en referencia a la duración de su efecto. 

El gran impulso está en la relación con los compañeros, las oportunidades de crecimiento o las ofertas que proyecta la empresa: "Los estudios dicen que más del 70% de las personas que abandonan un puesto de trabajo lo hacen por el jefe y no por la compañía". 

Todos estos ámbitos producen un campo de estudio en expansión. Tanto es así que Belén Ramírez, en tono de broma, comenta que es la razón por la que tiene trabajo: "Llevo mucho dando formación en liderazgo y comunicación; es algo que cada vez se tiene más en cuenta. Se trata de una idea muy simple: tratar a la gente como seres humanos". 

Portada del libro.

Vivir mejor rindiendo más

En su libro Fórmula On: diseña tu plan de activación energético para rendir más y mejor, Belén Ramírez ofrece algunas claves para fijar rutinas que permitan disfrutar de más energía física, mental y emocional. Esto genera una pregunta capital: ¿Es posible vivir mejor rindiendo más? "Sin duda. No hablo solo de rendir más profesionalmente, sino a nivel personal. Todos queremos ser el mejor padre, hijo, amigo, profesional, no olvidarme de nada...".

El diagnóstico está cristalino: como decía Cupido, el tiempo es oro. No resulta tarea sencilla encontrar un hueco para poder desarrollar estos quehaceres: "Lo que nos va a ayudar es la adecuada gestión de la energía. Muchos pensamos que recargamos durante el fin de semana o las vacaciones, pero lo ideal es ir haciéndolo poco a poco a lo largo del día para no llegar desfondados. Estamos hablando de imitar el efecto péndulo: descargas y recargas". 

Así, en su publicación (que cuenta con más de 100 citas científicas) asegura que es posible rendir más y vivir mejor llevando una rutina de recuperación: "Todos dormidos y comemos todos los días, pero ¿qué higiene del sueño llevamos? Se trata de conseguir descansar más profundamente, aunque durmamos menos horas". 

La siesta, imprescindible

Según relata Ramírez, una siesta de 20 minutos ayuda a rendir "mucho más": "La mente está focalizada, centrada". Lo mismo ocurre con la alimentación. Pese a que el azúcar puede ofrecer un "chute" de energía, se trata de algo que se desvanece rápido: "Algunos productos nos restan más que nos dan. También hay que ver a qué horas tomamos el café o qué debo comer si tengo una reunión por la tarde". 

Esto parte de una idea fundamental: "No se trata de quitarnos tiempo, sino de saber elegir a la hora de tomar una decisión. Ya que lo tienes que hacer sí o sí, aprovecha y escoge bien. Igual que con el deporte: vamos a buscar la forma de hacer ejercicio todos los días". 

Noticias relacionadas