Málaga

"No es la Coca-Cola ni el invento del siglo, pero no lo he visto en ningún sitio y muchas veces lo más sencillo es lo más útil". Así lo asegura el emprendedor malagueño Miguel Ángel Rodríguez, que ha diseñado, fabricado y comercializado un sistema que ha llamado la atención del gigante Amazon. Se llama Pomopack y es una bolsa que se cuelga en la puerta de cualquier vivienda y que permite al repartidor dejar el paquete de forma segura cuando el inquilino no está. 

Lo vende en Amazon desde hace apenas un mes y medio -la multinacional lo ha catalogado como producto novedoso dentro del segmento de buzones- y Rodríguez está satisfecho con el arranque. De hecho, no solo está comercializando la bolsa sino que se pusieron en contacto con él directivos de Amazon Key -una línea de la multinacional para optimizar las entregas en los domicilios- y presentaron Pomopack en una feria logística la semana pasada en Holanda

La idea surgió en el verano de 2021. "Mi mujer y yo trabajamos, estamos mucho tiempo fuera de casa y hacemos muchos pedidos on line, pero cuando llamaba el repartidor casi nunca estábamos y no me gustaba que tuvieran que molestar a algún vecino o al conserje para dejarle el paquete", recuerda Rodríguez. 

Pensó en que estaría bien tener un buzón de tela en la puerta donde les pudieran dejar las compras y se puso a investigar si era un producto que ya estaba disponible en el mercado. "Miré por internet y no lo encontré en ningún sitio", señala. 

El funcionamiento del sistema de Pomopack.

Animado con la posibilidad de crear un producto nuevo, Rodríguez empezó a crear posibles prototipos con un lápiz y un papel y midió los tamaños de cajas pequeñas y medianas de Amazon. La clave era que esa bolsa fuera plegable para que se pudieran meter en ella paquetes de distintos tipos sin necesidad de ocupar toda la puerta. 

A ello había que sumarle que fuera una bolsa resistente, segura y cómoda para el repartidor. "Le tuve que dar muchas vueltas a la cabeza, hacer un montón de pruebas antirrobo y analizar diferentes tipos de materiales", afirma el emprendedor. 

El resultado final ha sido una bolsa de poliéster, flexible y repelente al agua que, como elementos de seguridad, se engancha al pomo de la puerta con una brida reutilizable, un candado o un cable de acero. Lleva además un código numérico como el de cualquier maleta que se facilita al mensajero para que pueda abrir y cerrar la bolsa. 

Rodríguez tenía el diseño en mente y le quedaba fabricarlo y venderlo. Estudió Comercio Exterior en Estados Unidos y es experto en el asesoramiento de importaciones y exportaciones, por lo que ese salto no le resultaba desconocido. "Busqué varios fabricantes en China, hice prototipos con dos de ellos, elegí a uno y tras varias mejoras lancé el producto hace un mes y medio", detalla.

Como oferta de lanzamiento la bolsa cuesta 25 euros en Amazon hasta el 28 de febrero. El uso es sencillo. Se cuelga en el pomo de la puerta y al hacer un pedido en Amazon, en el apartado de comentarios, se puede poner que se deje el paquete ahí. Cuando el repartidor llega, llama por teléfono al cliente y éste le da el código numérico de seguridad. El repartidor abre la bolsa, introduce el producto, la cierra moviendo el código y se va. Lógicamente no vale solo para Amazon, sino para cualquier operario de reparto. 

"La venta on line está creciendo de forma exponencial. En 2021 se movieron 1.000 millones de paquetes en España y hay 28 millones de personas que compran por internet. La gente está muchas veces fuera de casa y este sistema es cómodo y da tranquilidad", destaca Rodríguez, que confía en que el producto sea un éxito primero en España y luego en el extranjero.