Álex Gómez ha vivido el nacimiento, fortalecimiento y explosión de la Málaga tecnológica en primera persona. Estudió aquí y, según destaca, tuvo la fortuna de poder trabajar en varias empresas del sector sin tener que salir de la provincia.

Desde hace siete años está en Freepik, donde es su director tecnológico (CTO), y se ha hecho famoso en el gremio tras haber sido elegido el mejor CTO de España. Recibe a EL ESPAÑOL de Málaga en la sede central de Freepik, ubicada en la calle Molina Lario. 

Le acaban de elegir el mejor CTO del año en España entre 1400 profesionales. ¿Debe dar un poco de vértigo, no?

Sí, es algo no esperado, no común en tu vida. No estás habituado, siendo sobre todo una persona tecnológica que mucha gente dice que vivimos en cuartos de servidores oscuros. Y de repente hay un premio mediático. Hay una gran labor por parte de GeeksHubs y el CTO Summit de darnos visibilidad con este tipo de premios.

¿Qué cualidades cree que debe tener un buen CTO?

La parte tecnológica, al fin y al cabo, es algo que tienes que saber, vivir y entender porque vas a trabajar con un equipo donde la mayoría son ingenieros, son gente que su pasión y su trayectoria profesional es la tecnología, y tienes que poder hablar el mismo idioma e incluso ayudarlos con ciertas partes que a lo mejor a ti por experiencia se te dan mejor y el equipo necesita muchas veces tu ayuda para avanzar.

Pero, al margen de esa parte tecnológica, creo que cualquier persona que tenga un rol de liderazgo necesita ciertas habilidades blandas que sin ellas es muy difícil trabajar, en mi caso, con 120 personas. Todos los días hay algún problema, todos los días hay alguien con algún problema personal, todos los días hay alguien con algún problema de motivación, etcétera. Y al final, sin quererlo, te conviertes prácticamente en un psicólogo de personas en tu día a día. Entonces tienes que tener esas habilidades de mano izquierda, mano derecha, de empatía, que te ayuden a gestionar un grupo tan grande.

Hablaba de que se les ve como personas que viven en cuartos con servidores oscuros. Entiendo que hay mucha leyenda en el tema de los informáticos y técnicos en general.

Sí, se nos ve como niños rata [se ríe]. Hay de todo, como en todos los lugares. Hay gente que es súper sociable y gente que es más introvertida y le cuesta más trabajo expresarse y comunicarse. Entonces, dentro de esas habilidades, tienes que saber cómo comunico para todos, cómo puedo hablar con todos... Porque, al final, necesitas una comunicación fluida para que la gente entienda cuál es su misión, cuál es su trabajo y que te puedan reportar incluso cuáles son sus problemas o qué necesidades tienen.

Gestionar personas tiene una gran parte de hacer equipo. Y para hacer equipo necesitas conocer la idiosincrasia de cada uno, cómo gestionarlos para que las emociones no jueguen una mala pasada en un entorno profesional, y que puedan trabajar en el mejor lugar posible, con las mejores condiciones posibles y sin matarse entre ellos. Es una cosa súper importante.

Álex Gómez ha sido elegido el mejor CTO de España. Amparo García

He leído que empezó a cacharrear de niño y que de ahí le vino la vocación por el tema tecnológico.

Sí, empecé con un 386. Fue el primer ordenador que tuve con 11 años. Hay gente que seguro que te dice no, yo tenía un Spectrum con cuatro años y me puse a programar. Yo no arranqué tan pronto y, como todo niño, sobre todo en mi época que las consolas eran más raras o todavía estaban empezando las ocho bits, empecé jugando aventura gráfica, juegos de estrategia, etcétera y de ahí me quedé pegado a un ordenador y cada vez hacía más cositas aparte de jugar. Y cuando llegó la hora de entrar a la universidad, tenía la duda de si hacer informática o psicología. Quizás esas habilidades blandas me vienen de ese interés por la psicología también. A día de hoy no me arrepiento para nada de haber estudiado informática.

Veo en su currículum que ha tocado todos los palos en el tema tecnológico. Ha trabajado en un portal para artistas, agencia de viajes, aplicaciones para medios de comunicación, alquiler de sala de conciertos, en resultados de fútbol... Entiendo que eso le ayuda a tener una visión muy global.

He tenido la suerte de poder trabajar siempre orientado a web. Siempre ha sido en proyectos que usan Internet como medio de comunicación y lo que sí he podido tocar son muchísimas temáticas que me han permitido ver muchas formas de aplicar más o menos la misma tecnología, pero para distintos productos. En todo ese camino acabé trabajando para Joaquín Cuenca en su empresa anterior, Empirical Evidence, y de allí dije: “esta persona da una buena sombra y al lado de él me debo quedar”. Puedo decir que ha sido mi maestro, que terminé de aprender esa visión periférica de todo a su lado, y ahora estoy en Freepik.

Cuénteme un poco que están haciendo en Freepik desde el punto de vista tecnológico.

Hace poco ampliamos nuestra colección o tipos de recursos que ofrecemos a los usuarios, incluyendo vídeos dentro de nuestra oferta. Eso es lo más reciente con respecto a tipos de contenido. Seguimos trabajando fuerte en la parte de añadir, aparte de contenido, ciertas herramientas para que los usuarios no necesiten otro tipo de software, sino que directamente puedan editar el contenido a través de nuestros productos. Y en este caso estoy hablando de Wepik, que es el editor que tenemos.

Slidesgo, la parte de presentaciones y plantillas para Google Slides y PowerPoint, sigue creciendo con mucha orientación hacia el sector de educación, pero incluyendo también cada vez más herramientas que faciliten la creación de presentaciones o la creación de texto a través de inteligencia artificial. Y ya que digo inteligencia artificial, estamos intentando desarrollar todo lo posible dentro de nuestro sector, que es el del recurso gráfico, y está muy ligado a la generación de imágenes a través de inteligencia artificial. Queremos incluir todas las herramientas que facilitan a los usuarios utilizar toda esa ola de la inteligencia artificial en sus creaciones.

Gómez, en la sede de Freepik en Málaga. Amparo García

Es la ola, desde luego, de la que más se está hablando.

Sí, en la inteligencia artificial hay, digamos, como una carrera para ver dentro de nuestro sector quién llega a ofrecer las mejores soluciones para sus usuarios. 

En Freepik siempre habéis contado con muchos diseñadores nacionales e internacionales. Si ya se pueden hacer diseños por inteligencia artificial, ¿peligran muchos de esos empleos?

Con la inteligencia artificial hay un debate complejo donde rápidamente hay gente que llega a los extremos. Yo no veo la inteligencia artificial como una amenaza para nadie, pero es cierto que cuando llegó la revolución industrial hubo tipos de industria, tipos de puestos de trabajo que tuvieron que reciclarse. Puede ser que en un futuro pase lo mismo con la inteligencia artificial, pero yo realmente lo veo desde una perspectiva más positiva. La inteligencia artificial no deja de ser una herramienta que, buscándole una buena aplicación y un buen uso, puede ayudar mucho, incluso al sector que se sienta amenazado por ella. Porque alguien que realmente tiene las habilidades para construir algo creativo se puede beneficiar a nivel de velocidad o a nivel de apertura de la imaginación para crear piezas todavía mejores utilizando inteligencia artificial. No lo veo tanto una amenaza, sino una oportunidad de hacer más y mejores cosas.

Estamos en una fase todavía muy inicial de la inteligencia artificial, pero es rara la charla sobre esta materia en la que no se termine hablando de super inteligencia artificial y de Terminator. ¿Tiene fundamento ese miedo o es exagerado?

Nunca se sabe. Pero la realidad es que todo esto está dando para mucha literatura de ciencia ficción. ¿Puede que lleguemos a que una inteligencia artificial sea como Skynet y nos domine? Puede ser. ¿Quién sabe? No lo sé. Yo no soy alguien que pueda predecir el futuro. La realidad es que todo va a depender de cómo el ser humano quiera aplicar y desarrollar la inteligencia artificial. Yo sinceramente lo veo como algo que puede mejorar la Humanidad más que como un problema.

Usted es malagueño, ha estudiado aquí y ha podido desarrollar toda su carrera profesional hasta alcanzar un puesto directivo sin necesidad de moverse de Málaga. Mucha gente sí se tuvo que ir fuera. ¿Está habiendo ahora más oportunidades con la Málaga tecnológica?

Cuando terminé la carrera lo normal en Málaga era o que entraras en alguna de las consultoras grandes que había tipo Accenture y similar, o mucha gente se fue fuera a Madrid, Barcelona, incluso Alemania, Reino Unido o Australia. Yo tengo compañeros repartidos por el mundo entero. Yo no sé, tuve cierta suerte. Todavía me pregunto cómo me llamaron en su día de Genera Internet para ofrecerme un puesto de desarrollador para La Sexta, la cadena de televisión, ya que en Málaga se hacía todo a nivel web para ellos.

Un grupo de personas estuvimos trabajando en esa empresa, entre los que estaban los fundadores de Freepik y de Besoccer. Entonces, de alguna manera, he tenido esa suerte de estar en la cuna de la startup malagueña que ahora se ha convertido en mediana gran empresa o empresa internacional tipo Freepik. Hay un montón de empresas malagueñas que se han nutrido de la cantera que había aquí en Málaga. Incluso hay mucha gente que ha vuelto de ese viaje que hicieron laboral a trabajar aquí y eso, al final, ha construido un ecosistema que ha sido un reclamo para que Málaga se convierta o empiece a ser un una chincheta en el mapa de la tecnología.

Gómez escribiendo en una pizarra. Amparo García

¿Es la Málaga tecnológica flor de un día o tiene continuidad en el tiempo?

Hombre, más me vale que tenga continuidad porque si no voy a tener que buscar trabajo en otro sector [se ríe]. Esto ha sido a pico y pala, pero creo que al final el mundo tecnológico tiene cierto recorrido. Ha pasado por crisis como la de las puntocom y similares, en las cuales en muchas ocasiones no se sabe si es una burbuja o un mundo laboral estable que podría hacerle competencia en Málaga, por ejemplo, a la hostelería. Podría ser un complemento bastante importante y que haga que la ciudad de Málaga crezca. Para mí siempre ha sido mi sueño. Si nunca he salido de Málaga y si me quedé trabajando en las startups malagueñas es porque siempre he pensado que aquí había mucho talento y que Málaga podía hacer historia cambiando un poco este entorno de hostelería hacia algo que realmente dé sostenibilidad.

Creo que es lo que está pasando. El tema de vivienda se vuelve cada vez más complicado, pero sí es cierto que Málaga está acogiendo cada vez más y más gente del mundo de la tecnología que hace que la ciudad crezca.

Recalcaba Felipe Romera en una entrevista que le hicimos hace unos meses la necesidad de enseñarle a los niños inglés y programación en las escuelas para poder trabajar en Málaga y en el resto del mundo. ¿Qué piensa usted?

El inglés es cada vez más importante como lengua para comunicarte internacionalmente. Muchas empresas que están llegando aquí prácticamente son totalmente extranjeras. El capital humano que se trae e incluso que se viene a vivir aquí llega de todas las partes del mundo. Normalmente el inglés es la lengua con la que al final te acabas comunicando con todos. Es súper importante. Pienso siempre que el inglés, al final, acabas aprendiendo practicando. Si solo se estudia en el colegio y luego no se practica no sirve para mucho. Respecto al tema de la programación, antes hablábamos de la inteligencia artificial y, desde mi punto de vista, todo lo que es la educación puede sufrir un cambio. Cuando era niño podías utilizar una calculadora para hacer varios cálculos y no tenías que aprender con lápiz y papel. Toda esta ola de inteligencia artificial, lo mismo tiene impacto dentro de la educación, de forma que hay programas lectivos que quizás necesiten una revisión y, en ese sentido, ¿puede entrar la programación? Es posible.

Es un campo complejo. Que yo como ingeniero veo que la programación sería importante. Bueno, pues sí. Pero realmente no sé si es algo que un ChatGPT o similares no va a hacer por ti. No es algo que tengas que aprender 100% dentro de un colegio, sino que hay que aprender cómo aplicarlo en tu vida.

¿Qué puntos fuertes y débiles le ve a Málaga?

Soy malagueño y muchas veces uno no valora lo que tiene hasta que no va fuera y ve otras cosas. Por suerte he podido viajar bastante. Siempre hay muchas cosas que mejorar en Málaga, pero el clima, la gente, la cultura, la forma de ser, el cómo incluso comemos, cómo disfrutamos de la vida... Es bastante diferente a lo que hay en otros lugares. Y eso hace que para mí esta es mi casa y es donde yo me siento cómodo. Para mí Málaga no es que sea ni mejor ni peor. Es mi casa, mi cultura, mi forma de vivir y en el mundo laboral he intentado aplicar lo que somos a intentar buscar el mejor rendimiento sin perder la cultura de lo que tenemos.

Y eso intentamos inculcarlo a la gente que viene. Que disfruten, porque al final Málaga es muy disfrutona, es muy de estar en la calle, muy de salir, de irte a los bares, de irte a un concierto, de disfrutar la playa. Y eso no lo tienen en muchos lugares del mundo.

Ahora lo que nos queda sería venderlo bien, crecer de forma sostenible y con sentido. Málaga tiene todavía muchas deficiencias de comunicaciones a nivel de Metro, que no llega el PTA, por ejemplo, un Cercanías que últimamente va que no se puede subir uno porque está lleno, hay mucho tráfico a cierta hora del día... Le queda mucho por crecer a nivel de infraestructura, pero si consigue tener un plan estratégico bueno y buscar la sostenibilidad, mezclar la tecnología y ser pionera en ciertas cosas. Podríamos aplicar mucha tecnología a los medios de transporte, a las calles, a utilizar la energía que te puede dar este sol que siempre está aquí y similares. Creo que Málaga podría ser un referente para muchas otras ciudades.