El impacto de los barcos en el medio marino da pie a numerosas reflexiones y, de ellas, nace ‘Hull Hero Rov’, un robot de limpieza subacuática pionero en el mundo que tiene firma malagueña y que este jueves se ha presentado en la capital.
Esta herramienta limpia el casco de los buques, recoge los residuos que genera y los filtra para devolver el agua totalmente limpia al mar, contaminar el entorno. Tras ello, los residuos son almacenados en cubierta hasta que son recogidos por una empresa homologada, que emite un certificado de gestión responsable de dicha materia.
Este sistema pionero en el sector de la robótica subacuática supone “un antes y un después” en el proceso de limpieza y preservación del medio marino en que se mueven los buques, según Raúl Expósito, director general de Randal Systems, la empresa malagueña que los fabrica y comercializa.
El proyecto, que comenzó a gestarse hace cinco años en el CADE del Parque Tecnológico de Andalucía, está “totalmente pensado en torno la sostenibilidad y la seguridad en el trabajo” y ofrece un servicio "que hasta ahora no se podía dar debido al disparatado precio de los productos disponibles en el mercado”, explica Expósito.
Randal Systems es la primera empresa que fabrica y comercializa este producto en España y la tercera del mundo. Hasta ahora, solo dos empresas comercializan equipos similares, aunque su coste supera los 1,4 millones de euros por unidad.
Por ello, las empresas del sector de servicios para los puertos acudían a la adaptación de equipos no certificados para el proceso de limpieza de los buques, incurriendo en procesos ilícitos por su alto impacto medioambiental.
El ‘Hull Hero Rov’, cuyo coste final es tres veces inferior al modelo más económico en el mercado, está dotado además de unas prestaciones mejores en cuanto a eficiencia y sostenibilidad, lo que le convierte en un producto único en el mundo, aseguran desde la empresa malagueña.
Según la certificación de la EMSA (European Maritime Safety Agency), el robot permite, además de la propia limpieza, la optimización del consumo de combustible y el incremento de la velocidad de crucero de los buques, lo que redunda en una reducción evidente de los tiempos de travesía.
“El sector de limpieza de cascos de buques afronta en los últimos años un doble reto, que pasa por afrontar la recogida del residuo generado en los procesos de limpieza, donde el objetivo debe ser que este no acabe en los fondos marinos”, defiende Expósito, para quien, a este reto puramente medioambiental, se suma "el patente problema de seguridad que asume el personal dedicado a esas operaciones de limpieza, de modo que debíamos encontrar una solución ante la evidente necesidad de automatización del proceso”.