El precio de la vivienda no para de subir y el bolsillo, al menos el de la mayoría de los mortales, no da para tanto. La primera consecuencia clara es que se están vendiendo menos pisos. El año pasado la compraventa de viviendas se desplomó un 17% en la provincia de Málaga hasta las 34.251 operaciones.
Así se recoge en la estadística oficial publicada este jueves por el Instituto Nacional de Estadística, en la que se subraya que ha habido un notable descenso de compraventas tanto de viviendas nuevas como usadas. Un 21% en las primeras y un 16% en las segundas para ser exactos.
Es paradójico que se dé esta situación en un momento en el que Málaga tiene un problema claro de vivienda, ya que hay más demanda que oferta. Sin embargo, eso siempre implica una tensión en el mercado y un aumento de precios. Ese incremento de costes se ha hecho ya insostenible para muchas familias, que ven completamente imposible comprar un inmueble e incluso alquilarlo.
Todas las plataformas inmobiliarias, que publican de forma constante datos actualizados sobre precios de venta y alquiler, coinciden en destacar que Málaga está continuamente batiendo récords. El último informe de Idealista, por ejemplo, indicaba que la provincia había arrancado el año con un precio medio de 3.079 euros por metro cuadrado, un nuevo máximo histórico y un 11,3% más que en diciembre. En Málaga capital se están pagando 2.668 euros por metro cuadrado de media. El año pasado el Euribor llegó a superar el 4% y eso tampoco ayuda. Ahora está en torno al 3,6%.
Así es imposible salvo que se tenga un sueldazo. Y lamentablemente la mayoría de los malagueños no lo tienen. Muchas de las adquisiciones que se están realizando tienen a fondos de inversión o personas adineradas detrás, que pagan al contado y que utilizan esos inmuebles para sacarles una rentabilidad, normalmente vía piso turístico.
En cualquier caso, Málaga sigue siendo una provincia muy atractiva para la compra de viviendas. Ha habido un pinchazo notable en 2023 respecto a 2022, pero también es cierto que el volumen de operaciones del año pasado ha sido el tercero más alto desde la época del boom inmobiliario a mediados de la primera década del siglo. Habrá que analizar la evolución del mercado en este 2024 muy de cerca para ver si el retroceso es una tendencia o algo puntual, aunque no hay signos de que el precio vaya a caer y los salarios son los que son.