La Junta General de Accionistas de Unicaja ha aprobado este viernes el nombramiento de José Sevilla como consejero independiente y, posteriormente, el consejo de administración le ha nombrado presidente no ejecutivo tras recibir el visto bueno de las autoridades europeas. También se ha dado luz verde a la reelección de María Luisa Arjonilla como consejera independiente y el nombramiento de Víctor Covián como consejero dominical propuesto por Liberbank en sustitución de Felipe Fernández.

Tras su nombramiento, José Sevilla ha afirmado que “es, para mí, un honor incorporarme al equipo de Unicaja. Un banco nacido en Málaga, con una gran historia y que en los últimos años se ha transformado en una entidad de ámbito nacional con diversos territorios de origen”. Asimismo, ha señalado que “Unicaja cuenta con un consejo renovado, un equipo de gestión comprometido y con la ilusión de todos nosotros por hacer un proyecto, cada día mejor, para nuestros clientes y accionistas”.

Los accionistas han aprobado además las cuentas de 2023, el pago de un dividendo y la ejecución del programa de recompra de acciones. En el caso del dividendo, Unicaja pagará el 19 de abril 132 millones de euros, a razón de 0,049722 euros brutos por acción. La recompra de acciones, por su parte, es por un importe máximo de 100 millones de euros, el 3,8% del capital social.

Ha sido la última junta de accionistas de Manuel Azuaga, que renunció a su puesto de presidente y consejero en noviembre y que surte efecto hoy. En su intervención, que fue muy aplaudida al final tras haber trabajado más de 35 años en la entidad, ha asegurado que “los desafíos que afrontamos los bancos son mayúsculos y en aumento, dada la creciente presión competitiva y regulatoria, en un marco de menor crecimiento de los márgenes unitarios, de empeoramiento de las perspectivas sobre las oportunidades de generación de negocio y de mayores necesidades de dotaciones y provisiones”.

Desde hace años se especula con la posibilidad de que Unicaja sea absorbida por otro banco de mayor tamaño. La realidad, a día de hoy, es que ha sido Unicaja la que ha ido sumando entidades más pequeñas (Ceiss o Liberbank) y que ha pasado a ser el quinto banco español. Azuaga, en su discurso de despedida, ha incidido en esa autonomía. “Podemos hoy vislumbrar un futuro como proyecto empresarial autónomo e independiente, capaz de fijar su propia hoja de ruta”, ha indicado.

De cara al futuro, el ya ex presidente ha detallado que “nos enfrentamos a un escenario y unos nuevos tiempos complejos, que exigen prudencia en la gestión, pero, al mismo tiempo, la búsqueda de objetivos ambiciosos”. También ha recalcado que “debemos seguir profundizando en el paradigma de las finanzas sostenibles y en la transformación digital, factores cada vez más diferenciales para el crecimiento sostenible y rentable del negocio”.

Isidro Rubiales, Manuel Azuaga y José Sevilla en la junta de accionistas de Unicaja.

Tras su intervención ha tomado la palabra el CEO de Unicaja, Isidro Rubiales, quien ha agradecido el trabajo desarrollado por Azuaga durante más de tres décadas. Ha explicado a los accionistas que “la evolución del negocio se ha visto impactada de forma notable por una coyuntura económica incierta y la continuidad del proceso de desapalancamiento del sector privado y de encarecimiento del crédito”. En este sentido, ha recordado que Unicaja Banco obtuvo un beneficio neto de 267 millones de euros en 2023, un 4% menos.

De cara a 2024, Rubiales prevé “que el conjunto de ingresos continúe mejorando, gracias al incremento previsto del margen de intereses, apoyado en la gestión activa de los precios y en la ampliación de los diferenciales de nuestra cartera crediticia”. Ha advertido a los accionistas que “los gastos de explotación aumentarán por el impacto la actualización salarial de convenio y otras medidas de mejora adoptadas por la entidad, que serán compensadas parcialmente por planes de eficiencia en curso y previstos”.

Retos y prioridades

El CEO de Unicaja ha explicado que, entre los retos del banco, están la “mejora y la creación de nuevas capacidades digitales”. En estos momentos, tras las inversiones realizadas, el 30% de los nuevos clientes ya han sido captados por los canales telemáticos y el 75% de los clientes son activos en el ámbito digital. Otro de los retos es el cumplimiento de los criterio ESG y, entre diversas medidas, han precisado que “en torno al 50% de los fondos de inversión que comercializamos contribuyen a la mitigación o adaptación al cambio climático”.

Rubiales fue nombrado CEO el año pasado en sustitución de Manuel Menéndez tras una tortuosa lucha de poder en el seno del consejo de administración de Unicaja. Ha entrado con fuerza e ideas claras en la cabeza, redefiniendo las líneas de gestión, cambiando equipos y generando nuevas prioridades en el plan estratégico de la entidad.

Le ha definido a los accionistas cuáles son las 9 prioridades “urgentes” que marcarán su gestión y que, en líneas generales, “se focalizan en mejorar la rentabilidad, afrontar los necesarios retos de transformación con impacto en clientes y fortalecer la relación con los principales grupos de interés con arreglo a los estándares más elevados de Gobierno Corporativo”. Entre ellas están fijar “objetivos comerciales realistas y exigentes”, la renovación de la identidad corporativa -algo que ya se ha hecho-, o realizar más inversiones tecnológicas. 

La Junta de Accionistas ha finalizado con el turno de preguntas, protagonizada por los representantes de varios sindicatos. Todos han criticado las condiciones laborales de los trabajadores y han exigido a los directivos que mejoren el “clima laboral”. Acto seguido y, a título casi personal, cada representante sindical ha agradecido a Manuel Azuaga su trabajo -especialmente en los dos últimos años marcados por una crisis interna- e incluso uno de ellos le ha agradecido que fuera el propio Azuaga el que le contratara hace años en la entidad.

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